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Lugar pintoresco en su decoración. Parece un lugar irlandés al entrar y en el comedor decorado con utensilios antiguos sobre la pesca. La comida perfecta todo buenísimo, si tengo que ponerle un pero es a la chica que nos atendía con la tablet, sosa y antipática.
La comida está bien, pero el trato es nefasto, incluso roza lo desagradable, nada empatico con los clientes, la jefa de comedor muy desagradable, nada recomendable de verdad, cumpleaños de una comensal se la pide unas velas en el postre y las tira en la mesa y ni si quiera nos da un mechero.todo el rato dando mal ambiente en las mesas.en fin espero os sirva de algo esta reseña.
Fuimos un día festivo a comer la familia. A la hora de cogernos la bebida solo hacia a caso a una persona (éramos 13) por lo que media mesa se quedó sin pedir bebida. A continuacion cuando nos preguntó por el primer plato tres cuartos de lo mismo, por lo que cuando había 1/2 mesa con los primeros la otra 1/2 mesa aún no había pedido. Con los postres y los cafés igual, muy mala organización cuando había gente con los cafés el resto aún no tenía ni los postres. En general la comida sencilla y casi sin sabor ni variedad. Muy mala experiencia
Estuvimos en terraza tomando algo fresco. Personal lento (tal vez pocos) Mucho ruido, pese a estar en ambierto. A comentar cómo positivo. Llega hasta allí la línea 15 de los autobuses municipales
Desafortunadamente, mi experiencia en este restaurante fue extremadamente decepcionante. Aunque el lugar no estaba ocupado, el servicio fue increíblemente lento, dejándome esperando durante largos períodos sin explicación ni disculpa.
Las cosas no mejoraron cuando probé el plato de pescado. Increíblemente, el pescado no se cocinó de manera uniforme y algunas partes quedaron completamente crudas. Intenté señalarle esto al personal, pero su falta de reacción o cualquier intento de resolver el problema fue desagradable.
La decepción también se vio acentuada por el vino blanco, que tenía un sabor tan ácido que parecía más vinagre que una bebida refrescante. Fue un gran contraste con lo que uno esperaría de un restaurante.
El único factor positivo fue el jamón, que parecía de mejor calidad que el resto de mi experiencia. Sin embargo, eso no es suficiente para compensar las múltiples decepciones que encontré durante mi comida.
El precio pagado fue realmente incomprensible a la luz de todo esto. Pagar una suma considerable por una experiencia tan mala fue impactante y me dejó un mal sabor de boca.
En general, no puedo dejar de expresar mi fuerte insatisfacción con esta experiencia gastronómica. La ubicación, sugerente a su manera con todos los carteles y recuerdos de carreras de caballos y regatas, me dejaba imaginar algo mucho mejor. El servicio lento, el pescado no bien cocinado, el vino terrible y el precio excesivo hicieron que esta comida fuera un verdadero fracaso. Desafortunadamente, no puedo recomendar este restaurante a nadie.
ESPECTACULAR. Totalmente recomendable, la comida es de muy buena calidad, el servicio es amable, rápido y servicial. Para repetir, sin duda! Volveremos.
Menú de carta libre, 35€ + bebidas, a unos 40 euros por comensal.variedad escasa, ya que comes a base de entremeses (raciones) o a base de segundos platos. No es lógico un menú de carta libre donde la variedad sea tan limitada que siendo 4 personas acabes repitiendo de algún plato.
Cada vez que vamos se superan, calidad a muy buen precio hablando de la ciudad en la que estamos. La atención recibida por mi tocaya Castillo se agradece.
Realmente parece que mantiene su carácter de bar restaurante café de hipódromo. Coqueta decoración en su interior y muy agradable terraza exterior. En un entorno envidiable, es un muy correcto local para momentos tranquilos. Servicio muy correcto.
Un sitio muy agradable y con una terraza fantástica, gran comida y después a hacer ejercicio con la Ropa deportiva Sport Brasileña de activatte by brazil.
Elegimos el menú barra libre. Comes todo lo que quieres de entrantes fríos, calientes, carnes y pescado, siempre que te comas todo lo que te sirven. Postres u o por comensal y la bebida no está incluida. Comida normal, sin nada a destacar. Almejas insípidas, costilla excesivamente salada.lo que si recomendaría serian las gambas y los postres. Particularmente recomendaría la Torrija caramelizada con chocolate blanco y melocoton, que está brutal.
He comido ahí varias veces. Tiene un buen menú. Para mí las raciones son demasiado grandes, pero otras personas quizá no opinen lo mismo. Personal atento. Local muy amplio y con una gran terraza
Si vas al camping cabo mayor, a la playa Mataleñas o a visitar el faro. Si te apetece tomar una copa bien puesta de calidad este es tu sitio. Terraza acogedora, precios populares y picoteo de calidad. Calidad de la comida del restaurante. Insuperable. Comida, buen trato, buena terraza, buenos combinados.
Las rabas son malísimas. He comido aquí y hay muy poca calidad. Una vergüenza de comida teniendo en cuenta los buenos productos que tenemos en Cantabria. No lo recomiendo en absoluto.
Directamente nos hemos levantado de la mesa y nos hemos ido a otro sitio. No nos ha gustado el formato para pedir: te obligan a pedir todos lo mismo (por ejemplo, de 4 comensales no pueden pedir 2 el menú y 2 carta, deben pedir los 4 todos menú o carta). Aparte, el precio es alto, especialmente el del picoteo. En cuanto al servicio, la camarera que nos atendió nos pareció bastante borde y seca, y nos explicó el sistema anterior como si fuera lo más normal del mundo.
Hace años solía venir y era distinto, el formato para pedir era normal y la relación calidad-precio era mejor. Desconozco si habrán cambiado los propietarios.
Local concurrido, restaurante " all you can eat" es decir comes lo que quieras las veces que gustes mientras termines las raciones obviamente. Si eres tripero éste es tu sitio, sales aproximadamente a 30/45€ por cabeza según lo que bebas. El pulpo a la brasa, el foie, pimientos rellenos etc, todo muy bueno. Se recomienda reservar, el local es accesible, los baños necesitarían una reformita. Hay amplio parking exterior, y está al lado del faro con unas inmejorables vistas. El personal es majo.
Tras tomar un par de cervezas en la terraza hemos pedido la carta para tomar unas raciones y nos ha dicho la camarera que imposible, que ya era muy tarde. Son las 22: 34h de la noche.
Si lo llegamos a saber no pedimos las cervezas, que por cierto, sin ningún aperitivo para acompañar.
O la camarera no quiere trabajar, o no lo entiendo.
Fui recomendado de amigos que lo había visitado, y aunque había cosas que ni fu ni fa, tipo croquetas o pimientos rellenos, lo demás todo buena calidad y muy bueno, salimos rodando la familia ese día jejeje
Han tardado muchísimo en atendernos, pedimos mesa fuera y nos la ponen dentro. Atención con mala gana y escasa, además estábamos muy molestos con las moscas, había muchisimas.
Muy deficiente en calidad. Para el servicio que dan, muy caro. Ensalada ventresca, con hojas pasadas sin salsa y con muy poca gracia. Rodaballo sin terminar de hacer y bastante seco y otra vez ensalada de guarnición con hojas pasadas. Poca calidad en general de los platos. Se ha salvado el postre y el vino. No aconsejo ir.
Me ha sorprendido para bien. Menú del día relación calidad/precio inigualable. Comida Rica y abundante. Por ponerle un pero, tardaron un poco para servirnos los postres y los cafés. Pero merece la pena la espera, sin duda.
Poco a poco ha ido cambiando a peor, menos variedad de platos, mayor precio y un mayor tiempo para atenderte (más de media hora esperando un cortando cuando el resto de los comensales ya tenían el suyo)
El sitio es carillo y como fuimos a las tres y media nos atendieron sin ganas y con prisa sin cubiertos, servilletas, mantel ni pan, mala atención se notaba que querían que nos fuéramos
El restaurante no esta mal pero el trato de los camareros es horrible. Nos atendio una chica que se llamaba Stephany, no sabia sumar, era antipática y maleducada. Gente asi no puede trabajar de cara al público, hay que ser un poco más amable con el cliente.
La atención del personal desastrosa, mala atención, ni traen las cosas que se piden, tardan un monton. En mi opinión es la primera vez que vengo y no vuelvo
Se trata de un restaurante que combina la modalidad cervecera con la de restaurante al uso en dos espacios diferenciados, uno con terraza exterior cubierta y otro interior muy bien acondicionado. El personal es muy amable y rápido. La calidad de la comida no voy a decir que llega al nivel de un estrella Michelin pero tiene el nivel suficiente para competir en un primera línea. Almejas a la marinera, estupendas, el rodaballo exquisito, las ensaladas muy bien, el jamón abundante y de calidad.y todo eso en un menú carta libre por 31 euros. La bodega queda fuera de este precio, pero un buen albariño lo tienes por 14 euros. Es decir, una relación calidad precio excelente. Y aunque no tiene parking, no hay problema para dejar el coche ya que hay una campa anexa con suficiente espacio para hacerlo. Resumiendo, sitio para repetir.
La comida cara, no nos han servido ni cubiertos y con prisas, aparte le hemos dicho al camarero que nos trajera unos cubiertos y nos a dicho que se lo pidamos a otro
Lo recomiendo: terraza anticovid con calefactores muy agradable. Menu barra libre: todo lo que quieras desde solomillo a pulpo pasando por zamburiñas Por 30e! Reservar antes que se llena.
El día 24 de diciembre me sucedió algo lamentable en este establecimiento, reservamos 2 mesas ya que éramos 9 personas, comimos ahí y después de comer pedimos 1 ronda de copas, al terminarla y preguntarnos una camarera si podía recoger las copas la dijimos que si y nos dijo que en breve iban a cerrar, entonces la dijimos que queríamos pedir la última ronda y nos dijo que ella no tomaba comandas pero que ahora venía una compañera suya a hacerlo, al cabo de 5 minutos un camarero nos dice que ya está cerrado el servicio, le decimos que estábamos esperando a que nos tomasen nota y dijo que no, que la encargada había dicho que ya no se servía más, le dijimos que si la podía llamar y nos dijo que no, que si queríamos que estaba en la barra, total que pagamos entre los 9 una cuenta de unos 300€ y nos trataron como si estuviésemos en una macro discoteca.
Cuando un sitio que te gusta baja la calidad ya no vuelves. Me fui con hambre porque no me gustaba realmente ningún plato y antes nos poníamos a reventar, una pena
Quizás pillamos mal día pero el servicio de mesa fue un poco rudo, hay que decir que la cocina cierra a las 16: 30 y puede que se haga un poco apresurado si tenéis reserva para las 15: 00. La calidad de la comida muy buena aunque algunos platos parecen lotería, a unos les gustarán y a otros no pues han jugado con los sabores. La localización muy bonita al lado del faro de Cabo Mayor.
Ha caído mucho la relación calidad-precio. Platos fríos, servicio algo despistado, alubias rojas algo pasadas de días, tarta dos chocolates más que superable, en fin desde hace dos años ha ido bajando de nivel.
El trató de la camarera excelente, pero la comida parecía mas de ayer que de hoy. El pescado parecía congelado y de fresco poco. La verda por el precio que pagas no quedamos satisfechos con lo comida salvó con el postre que era espectacular. Una decepción.
Fuimos con un grupo de amigos a probar el menu sin fin que puedes, pedir todo lo aue, quieras con un precio cerrado, esta bien vivirlo pero comimos, muchisimo.estaba muy bueno todo la, atencion no muy buena la verdad
Pues llevábamos tres años haciendo la cena de Navidad en este sitio, los dos primeros estuvo genial, pero esta última nos ha defraudado mucho, han quitado varias cosas de la carta, las comandas venían equivocadas, platos a destiempo, en fin se salva por la amabilidad de los camareros, creo que no repetiremos.
Nunca había estado pero me ha gustado mucho pues tienen un menú libre que comes todo lo que quieres todas raciones a repetir hasta saciarse y por 30 euros bebida aparte, me quedé alucinada y lleno a tope y local muy grande, muchísima gente
Teníamos reserva a las 15: 00 y ya entrando nos metieron prisa porque la cocina cierra a las 4: 30, tardaron en atendernos muchísimo y la comida salia la gran mayoría fría en mi opinión un desastre.
Ojo señores con el menú barra libre q sale por 30€ más bebida que la bebida no está incluida y es donde más gana. Eso siempre que no te tiren la jarra de sangría encima y lo único que nos dijo es: no os preocupéis que está sangría no os la cobro. Las playeras nuevas blancas de sangría el vaquero igual. Al final vas a un bar cualquiera, comes un menú de primero segundo y postre y te sale mejor de precio y calidad. No recomiendo ni la carne ni los postres.
He ido para cenar un domingo y, nos dieron las sobras de la comida. Las patatas reblandecidas, la carne dura, la costilla fria. Sin duda, no volveré a la hora de la cena.
Excelente. Es la segunda vez que voy y seguro que vuelvo. La atención muy buena y la comida riquísima. El precio del Bufet libre, unos 28€ y a parte la bebida. Pero si vas con hambre se come muuuuy bien.