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He pasado un fin de semana en el Hostel las Facultades, un sitio y José Luis él dueño estupendos, te hace sentir como en familia, estaría encantado de volver
Estimado señor, llegue a Santiago! Amigo José Luis.gracias por la amabilidad y la hospitalidad. Aparte que seas su gestor, muy muy recomendable el hostel. Que hubiera sido sin mí, si no hubiera tenido el pulpo para las alforjas de la bicicleta. Reiteró las gracias, un abrazo.
Con toda la familia. 9 en total. Trato exquisito. Muy limpio. Estaba completo y de noche parecía vacío. La información sobre Santander muy completa. Te sientes como en casa. Gracias José Antonio "Higuita'.
Tuvimos que cancelar la reserva con antelacion por un problema familiar y la atencion y abono fue de primera, muchas gracias y esperamos poder hacer pronto nuestro viaje
- Personal perfecto, te ayudan en lo que necesites, etc. Inmejorable - Ubicacion aceptable con bus directo al centro, aparcamiento tambien facil. - El desayuno es quizá algo mejorable, se echa en falta al menos dos opciones de cereales, de mermelada, de galletas. No solo una. Algo de bolleria. Pero por el precio esta bien para salir del paso y no buscar otro lugar.
Me aloje hace unas semanas, y fue la primera vez que me hospedaba en un hostel. Fue una experiencia bastante bonita. Desde el primer momento me sentí como en casa, muy bien recibido y muy bien informado de lo que podía hacer en la ciudad. Recomendable al cien por cien
Excelentes anfitriones;José Antonio y familia un trato cordial, familiar, limpio, acogedor, pasamos unos días fenomenales con mi hija. Muy bien el desyuno y las reglas de convivencia. Repetiría nuevamente.
Buen hostel, limpio y con espacio. El personal muy amable y atento, educados y hay gel desinfectante. Se agradecería que hubiera un poco más de control en que todo el mundo lleve la mascarilla. Pero en general un muy buen lugar para parar a dormir.
Calidad precio se corresponden. Pero como así de económico que es, se encuentran carencias en falta de insonorización, instalaciones y espacio en la habitación. Recomendable si no se quiere gastar mucho.
"Security" guard was treating us like we were in prison. Closing the "common" room and showers at 12 wasnt advertised anywhere and left us in very uncomfortable situations. The breakfast is the cheapest jam, butter and toast. After 9: 30 the kitchen is closed so can't eat your own breakfast. Everything is clean and the lady behind the desk was nice. This place is probably nice if you stay for 1 night and just want to sleep but don't stay here longer! All the other guest we met left after one night and were horrified by the treatment of the "guard". I'd rather camp in the wilderness than return to this clean and "secure" prison.
The hostel is quiet, everything is clean, staff is very friendly and helpful, breakfast is okay. Ideal place if you're staying for a night or two. I arrived on Sunday and the staff didn't speak English, so our communication was a bit confusing. Also the rooms are very small. Anyway for the price it's good, can reccomend!
Hemos estado un fin de semana, el trato inmejorable por parte de todo el personal, muy atentos, te proporcionan todo lo que necesites. Las habitaciones muy limpias, los baños y todas las instalaciones también, las normas y los horarios les conoces antes de hacer la reservar a si que no hay mal entendidos. Nos ha encantado, volveremos sin ninguna duda! Solo con el trato hemos quedado encantados. Lo que nos gustó fue que siempre había sitio para aparcar y fuimos con dos coches, hay bares cerca y el centro esta a 5 minutos en coche. Muchas gracias José
Maravilloso. El dueño Jose es amable y todo el personal. Se respecta el descanso, que es muy importante y raro para un hostel de España. Un poco lejos del centro, ma así es tranquilo! Volveré espero
Excelente la amabilidad del personal. Muy limpio todo, a 20 minutos caminando desde la estación de autobuses de Santander y a 15 minutos en colectivo al Sardinero (40 minutos caminando). Muy recomendable.
Esta muy limpio. Es lo unico bueno. Pero los horarios y el control del dueño son muy desagradables. No hay silencio, el dueño habla en voz muy alta por las mañanas y como las habitaciones no tienen aislamiento se escucha todo y no se puede dormir, luego pone el reggeton bien alto. A las 3 de la mañana se cierra la puerta de la calle y no se puede entrar hasta las 7. No hay intimidad dado que el dueño esta controlando lo que hacen los huespedes. Lo recomiendo para estancias muy cortas para no agobiarse