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Pedimos media ración de lomo por 10 euros, entera cuesta 18 euros, y nos cobraron 3 euros por 3 trocitos de pan malo, nada de horno de leña como pone en la carta, de lo más corriente. Totalmente desproporcionado, para no volver.
Un sitio muy agradable, con muy buen servicio, un menú correcto, pero un vino con el menú que avergüenza. Una pena que se sirvan estos vinos cuando tenemos unos vinos aceptables y a buen precio.
El peor servicio q nunca e tenido en una terraza sábado 15 d enero 14: 30 vergonzoso lo del camarero diciendo q si quieres algo entra y lo pides en la barra.y no es x el echo d entrar a pedir sino la forma d decirlo.
El día prometía, no me cabía la menor duda teniendo en cuenta que a fecha 3 de enero y con 20 grados (o mas) en un Santander soleado, no era para menos. Ambiente en la terraza, paseantes para aburrir y con un aperitivo con la correspondiente tapa cortesía de la casa y servido por un atento camarero, nos dio la hora de subir al comedor situado en la primera planta, no sin antes ser saludados cortésmente por el personal de barra. Mesa para dos junto a la cristalera que da a la cale Burgos, por cierto, hubo que bajar el estor para protegerse del sol. Enseguida llegó un atento camarero que tenía pinta de llevar en el lugar muchos años (Todo un profesional), y nos ofreció tanto menú del día, como carta y recomendaciones. Yo soy muy de ensaladilla rusa, y con el día que hacía y a pesar de que que estamos en pleno invierno, no me pude resistir a pedirla, lo cual fue un acierto. Siguió el tema con dos buenas porciones de lenguado con ensalada para mi acompañante, y una asadurilla con patatas fritas para mi. De postre tarta de manzana para uno y de pera para otro (Por eso de compartir, ya sabéis.) Todo ello regado con un espumoso Peñascal y rematado con café para uno y chupito de orujo para otro. Los compromisos no me permitieron alargar la sobremesa, lo cual habría hecho de mil amores. En resumen: A ver si tengo que volver por Santander para acercarme a El Castellano. Un saludo
La comida esta buena y la calidad del producto esta muy bien pero el trato a los clientes a veces deja que desear. En cuanto hay varias mesas ocupadas tardan bastante y las formas de los camareros no son las mejores. Por no hablar del ambiente que se respira entre ellos que acaba afectando a la experiencia.
Después de ir allí en verano durante bastantes años tengo q decir q la calidad ha caído en picado, el menú del dia mejor no pedirlo! Cardo con almejas aguado y sin sabor y las almejas secas ¡horrible! De segundo pedimos secreto iberico pero nos pusieron la carne del cocido con un golpe de plancha ¡! Increíble! Para no volver nunca y eso q le tengo cariño al sitio pero no volveremos
Podría escribir una reseña espectacular de lo malo que es este sitio, pero pensándolo mejor ni siquiera merece la pena dedicarle tiempo cuando ellos ni siquiera me han podido ofrecer algo para que pueda aportar en este comentario. Simplemente, ¡ni se os ocurra pisarlo!
El trato al cliente lamentable. La camarera no nos atendió hasta pasado un buen rato, nos trajo la cuenta nada más sentarnos de otra mesa. Al traernos los platos de comida nos sirvió un tenedor que estaba manchado de pintalabios, asqueroso. No nos trajo el último plato hasta la hora de pagar la cuenta, Se le olvidó y nos hizo pagarlo. Lamentable. No vayáis.
I've been waiting for more than 30 min to order and when I asked one of the stuff working here she was extremely rude with no sense of customer service. Do not step into this one.
Calidad precio? No merece la pena. Caro para lo que es el producto y encima camareros poco implicados. Para el colmo. A mi no me gusta tirar comida. Y si sobra me lo llevo, y también pretenden cobrarme por el taper para poder llevármelo? No lo recomiendo. La comida sin mas y mal trato.
Pensé que era una cafetería al entrar por su decoración de pueblo con mesas de madera maciza y eso pero para comer una delicia todo comimos de 10 una carne exquisita y unos tomates espectaculares 100% hos lo recomiendo
Después de estar esperando 20 minutos en la terraza me tuve que ir sin ser atendido. Eran las 12 de la mañana, hacia sol y solo tenian ocupadas 2 mesas de aprox 15 que tienen. En fin.
Aunque fui muy tarde, me atendieron muy bien, ya estaba la cocina cerrada pero el camarero me trajo algo de comer, por cierto muy pero que muy amable, un chico joven muy educado, gracias
Cuando hemos llegado había mucha gente y aún así nos han atendido y servido muy rápido. El camarero sumamente agradable y eficiente. La comida extraordinaria, por abundante y buena. Rabas, tortilla y chipirones de diez. El tártar de gambas y aguacate insuperable! Además, nada caro. Ojalá tengamos la oportunidad de volver!
Restaurante a resaltar por el trato agradable y profesional tiene comida típica de platos cántabros tiene una terraza en exterior y el restaurante interior está muy bien decorada y con mucho gusto.tiene una planta baja y un primer piso con grandes ventanales dónde se disfruta de la comida.los precios son populares y muy bien ajustados al producto que sirven. Comida casera. Tienen menú diario.recomendable
Mala atención, avisando que queríamos cocido, al sentarnos a comer nos dicen que no tenían. Del menú, también faltaban cuatro platos, y el solomillo de la carta, para tirarlo.
Comimos en la terraza atendidos por un camarero muy amable. La comida aceptable. La nota negativa se la lleva el personal trabajando en barra SIN MASCARILLA. Inaceptable. Hostelería segura?
Poca separación entre las mesas. Terraza enorme poco personal atendiendo. Pedimos el menú del día, cocido montañés para tres personas, sirven la misma cantidad que si lo pide solo un comensal, por lo tuvimos que repartir, a uno le tocó morcilla, a otro tocino y a otro costilla y en cuanto a las alubias cacillito y poco para cada uno, además estaba frío. Bastante decepcionante
Todo estaba buenisimo, el trato genial y muy proximo, la comida incomparable y el ambiente super acogedor. Guillermo y carolina son unos anfitriones excelentes y saben como hacer que te encuentres como en casa o mejor.
Un restaurante donde alternar muy recomendable. En el centro de Santander, muy cerca del ayuntamiento, con Terraza para el verano. Carta variada, buen precio y Excelente atención. Muy agradable el lugar, situado en la calle Burgos, peatonal, parking cerca. Repetiremos.
Comida muy escasa. Hace tiempo entre era un referente en la ciudad de calidad, ahora No. Publicaré la foto de una ración de queso de 8 euros de la que hablo en cuanto la app me deje.
Hay que reservar, pero como fuí pronto, sobre la 13: 00, no hubo problema en comer, nos pusieron en la primera planta, se come bien y el menú un festivo 15 euros!
Hemos comido mejor otras veces. Nos pusieron un Chicharro con escamas (bastantes). Una ensalada escasa y la torrija tampoco fue la mejor. El Chicharro para habérselo dado al cocinero. Lo pedimos varios y estaban todos igual. Habitualmente se come bien, todos tenemos un mal día.
Si quieres beber un vino imbebible Una ensaladilla con una buena cucharada de salsa de marisco por encima com un langostino Cuatro boquerones y un trocito de pescado Por el módico precio de 15 euros este es tu sitio
Es un sitio ideal, lo mismo por su tranquilidad, aunque haya mucha clientela. Servicio muy bueno, cálidad y variedad de productos, el personal es gente muy amable y correcta. Uno de encuentra con intimidad a pesar de compartir comedor. Muy recomendable.
Un lugar ideal para sentarte en la terraza y tomarte una cerveza o un mosto o cualquier otro aperitivo atendido por grandes profesionales cómo son David, Iñaki, Julián o Rebeca y si entras a la barra también serás atendido por ese gran profesional qué es martin
Nos encanta este sitio. Se come genial en plan de raciones para compartir y tambien de carta o menú. Comida tradicional, cocidos, carnes, pescados, raciones. En la parte de arriba un comedor acogedor y luminoso. La atención excelente.
Menú caro para la calidad que sirven, se paga el sitio, poca variedad 3 primeros+3 segundos, la verdad nos ha parecido caro, no lo recomiendo, no volveremos.
Fui a comer por lo que no puedo valorar como es el tema cañas, que es lo que mejor se me da, el sitio está bien, la atención es muy buena y no es el más barato pero tampoco el más caro, la comida bastante bien, de cantidad y de sabor, lo único que había bastante ruido, estaba lleno y era difícil mantener una conversación.
Comida normaluca y por su hubicacion volveria, pero por lo que nunca volveré es por el camarero de la barra, es desagradable y todas las veces que me ha puesto una cerveza ha conseguido que se me salga la mitad de la cerveza de la botella de la ostia que Le ha dado.
Tapas y raciones con una relación calidad/precio razonable. El servicio de camarero en la terraza se ve desbordada en las horas puntas. Permite el pago con tarjetas
Me ha gustado mucho el sitio, el servicio muy bien, tiene una terraza fuera y dentro también hay mesas en la parte de arriba, el precio un poco normal-alto pero no es caro ya que la comida está exquisita, pedimos chipirones rellenos y solomillo, en especial el solomillo riquísimo y en el punto que le pedimos, se decía en la boca, el mejor que he probado nunca. Volveré.