Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Tienen un cartel fuera que pone que te dan tapa de cocido y cerveza o vino por 5€ y cuando lo pedimos nos sacan una gilda. Al preguntar nos dicen no tenían constancia de la oferta de la tapa de cocido y la bebida. Con un cartel ofertándolo fuera me ha parecido una vergüenza. Nos hemos quedado porque ya habían sacado la bebida. Sablada de precio: una caña y una cerveza tostada00 6'75€
Estratégicamente situado. Cerca de toda la oferta cultural y de naturaleza, de los pueblos de alrededor. . De los mejores paradores que conocemos. Las personas que conforman el servicio son entrañables. En especial la recepción. Hemos gozado de cuatro días maravillosos. Una carta gastronómica de altura. El servicio en el restaurante fluido. La habitación, confortable, sobre todo la cama. Madre mía, costaba levantarse! Felicitamos a todos los trabajadores y a la gestión de este parador tan impresionante! Muchas gracias!
Precioso edificio histórico muy bien situado en el corazón del pueblo de Santillana. Cabe destacar la buena atención por parte del personal del Parador.
Parador de Santillana Gil Blas Santillana del Mar es una de las ciudades con mayor riqueza histórico-artística de España. Todo en ella es monumento, incluido el Parador de Santillana Gil Blas, que toma su nombre del famoso personaje literario nacido en esta localidad. Si te alojas en él sentirás que estás viviendo la historia. Está situado en lo que fuera la casa de los Barreda-Bracho, un edificio barroco de finales del siglo XVII, fiel al estilo de las casonas de la villa, con techo a dos aguas y el escudo familiar en la fachada. Su interior de madera ofrece habitaciones acogedoras y elegantes, y espacios tranquilos para disfrutar de veladas especiales disfrutando de la excelente cocina del Parador.
Parador espectacular. Tanto las habitaciones como el comedor de 10. Quizás no tienen tanta variedad de carta como en otros Paradores, pero la cocina que tienen es de 10.
Paramos en su terraza para tomar algo mientras disfrutábamos de la música que una joven tocaba con su arpa, precioso lugar (el parador) y muy buena atención (de tapa un buen cuenco de avellanas).
La camarera de terraza Natalia Fernández atiende muy bien al público. Da gusto ir al Parador y estar en sus manos. Es limpia, educada, correcta y además, simpática!
Cena con un ambiente de paz en el patio. La comida estupenda, como siempre Paradores no falla y calidad-precio adecuado. Nos pusieron un aperitivo buenísimo y el trato fue inmejorable.
Excellent service from the restaurant and front desk. Awesome breakfast! Tasty lunch options. The room we were in was Rustic. Nice view of the court yard. Great location
BEST EXPERIENCE IN THIS MEDIEVAL TOWN THAT WAS BUILT IN THE YEAR 870. COBBLESTONE STREETS AND GREAT FOOD! THIS HOTEL PARADOR WAS SO PERFECT. FELT LIKE I WAS SOMEWHERE BACK IN TIME WITH UPDATED AMENITIES OF COURSE. STAFF WAS GREAT AND HAD A WALKING TOUR FREE WHEN YOU SIGNED UP UPON ARRIVAL. LOVE THE DECOR!
La comida muy buena.recomendable La malo que los precios de menú de la app no coincidía con los precios de la carta que nos entrego.nos dijeron que subieron los precios del un día para otro (de 3 a 6 €) en cada producto.eso me pareció muy mal.el
Estuvimos comiendo en el restaurante y la verdad que todo espectacular tanto por el servicio como por la degustación de los platos, todos ellos elaborados con mucho mimo. Enhorabuena para el equipo de cocina. Muy recomendable.
Hemos parado a comer. Un edificio histórico, impresionante, en el centro de uno de los pueblos más bonitos de España. El restaurante acogedor, soleado, comunicado con un patio. Cumple con las medidas higiénicas y de seguridad anticovid. La comida, como en todos los Paradores, gastronomía local, buenos productos, bien tratados, raciones adecuadas. La relación calidad precio muy buena. El personal profesional y muy amable.
Un bonito Parador en el cual disfrutar de una excelente cocina de la mano de Jagoba Mentxaka. Una propuesta tradicional con toques de innovación sin pretensiones. Muy buen servicio.
La sensación del lugar fue muy buena y acogedora, pero no estoy de acuerdo con la carta de precios. Ofrecen chocolate con churros a precio de oro, como si estuvieras enfrente de la playa en Biarritz, y sin previo aviso del precio. Dos raciones de 6 churros con chocolate, la friolera de 12,40€ y la calidad del género dejaba mucho que desear a pesar de que el personal nos señalara de que eran de la casa tanto los churros como el chocolate. Por otro lado, la atención al cliente era con ánimo de que el cliente consuma rápido para poder ofrecer asiento a clientes en espera. Por lo tanto, mi valoración global del establecimiento en este sentido no fue buena a pesar de las bonitas instalaciones.
Solo fuimos al restaurante y estaba muy bueno. Pedimos arroz caldoso con bogavante y sopa de chocolate blanco que nos sorprendió gratamente. Por lo demás, el sitio es grande y se guarda perfectamente la distancia entre las mesas.
Paradores garantía de un buen alojamiento Este verano he tenido la gran suerte de alojarme en el parador Gil Blas la estancia a sido espectacular gracias a todo su personal y en especial a Javier ¡¡¡Gracias!
Es un lugar ideal para descansar y comer con una presentación increíble. Muy buena atención. Aprovecha para ver tiendas y llevar un detalle de recuerdo de Santillana Del Mar.
Guardando la belleza de un edificio antiguo, hemos observado la incomodidad de la llave de la habitación con un llavero grande. Estaría mejor la tarjetita de los hoteles modernos. Nos resultó algo grotesco el comportamiento de la persona encargada del comedor, que utilizaba un tono muy elevado al hablar y al dirigirse a los clientes. Rompía la tranquilidad del comedor. Sin embargo, el trato y el servicio prestado por esta persona fue bueno.
Zonas comunes, atención del personal, restaurante y situación, muy buenas. La habitación, regular, pequeño escalón a la entrada, sin advertencia, que a punto estuvo de costar una caída. Solo un reposa maleta (la pareja abrió su maleta en el suelo). El baño, las paredes que no tenían cerámica daban la impresión de no estar pintadas y con manchas, dando sensación de suciedad. Echamos de menos (en un 4 estrellas) dosis individuales de gel, champú, etc, más en situación de Covid. El desayuno escaso y sin mucha oferta En general, muy mejorable.
Nos atendieron de maravilla. Es más, íbamos con perros (medianos) y nos dejaron pasar al área de la terraza interior para desayunar. Una maravilla. Es una casona preciosa con mesas súper amplias, el lugar tranquilo y encantador enmarcado con la arquitectura de Santillana del Mar. Si podéis, aprovechad para echar un vistazo a los salones y otras áreas. Respecto a la comida, pedimos unos desayunos bastante contundentes. Unos sándwiches completos de pollo, bacon, huevo, lechuga, tomate.etc. Zumos de naranja, cafés y tostadas. Muy rico todo. En las fotos lo veréis
Parador en una casona cántabra en el centro de Santillana del Mar. 100% encanto. Te transporta a otra época con las comodidades actuales. Muy recomendable para aislarse.
The Parador de Gil Blas in Santillana del Mar is an amazing place to stay. In addition to the village itself there are dozens of things to do in the surrounding area. Most impressive are the Cuevas de Altamira with their pre-historic wall paintings.
Muy bien atendidos, personal atento, la comida muy rica el cocido montañes estupendo y la parrillada de verduras muy sabrosa así como la tabla de quesos de Cantabria y las medidas Covid de 10
Personal encantador. Muy atentos en todo momento a cada una de nuestras necesidades. Instalaciones limpias y con una decoración preciosa. Cuidando todo al mínimo detalle. Han hecho de nuestra Navidad en pareja un sueño. Gracias por todo. Repetiremos! Sois fantásticos!
Posiblemente para mi gusto uno de los mejores Paradores de la Red, combina un edificio histórico, lleno de cuadros, armaduras y zonas que te llevan a siglos anteriores. También valorar al equipo que es maravilloso por su trato y amabilidad, desde el director sr. Senguín hasta cualquier empleado, sin 11 sobre 10. Por último su gastronomía es espectacular, carta no muy extensa pero toda de la tierra, nosotros probamos arroz caldoso con bogavante, tabla de quesos de Cantabria, anchoas de Santoña y fue todo sublime. No duden dn visitarlo.
Nos transportamos a la edad media.tiene mucho encanto.habitaciones amplias y muy limpias.protocolos covid con todas las garantías.atención del personal exquisita y mucha tranquilidad en sus instalaciones.la noche incluía desayuno buffet de calidad y espectacular, al igual q la cena que degustamos la noche anterior.enhorabuena a todos los que trabajan y hacen posible que los clientes nos sintamos tan agusto
Cómo siempre los estándares de Paradores se notan. Un diez a los protocolos emprendidos en limpieza y cuidado de utensilios en la habitación. Esta vez era la primera que íbamos con un bebé y la experiencia ha sido muy buena, desde el punto de vista de recursos materiales cómo humanos.
Muy buena presentación, sitio muy bonito y buena atención por parte del servicio, pedimos solomillo y bonito, cabe recalcar que el solomillo no estaba demasiado bien, vamos no lo suficiente como para un sitio como este, pero el bonito riquísimo, de los mejores que he probado hasta ahora. De entrantes tabla de quesos y rabas, muy bueno también. Precio final 35 euros por persona. Si no fuera por ese solomillo la cena hubiera estado de 10.
Trato espléndido. La comida magnífica. Mi recomendación para la carne es el solomillo, y si eres más de pescado mi recomendación es la merluza al Pil-Pil o el bonito con salsa de pimientos y ostras. Además tienen unos postres esquisitos.
We were disappointed, price in comparison to what has been offered is bad value. The restaurant was not able to follow diet issues at all, cheese at the breakfast was gone bad and after several notifications it has finally been removed. Butter was old, bread too.
Cena en pareja. Ambiente tranquilo y agradable. Servicio muy profesional. Entrantes 1/2 ración de quesos D. O. Cántabra y rabas. Plato principal bonito del norte con salsa de ostras y solomillo de ternera acompañado de un “quiche” de calabacín con salsa de maíz. El pescado delicioso, sin embargo lo mejor del plato de carne era el acompañamiento.
Al pedir 4 cañas la cuenta no se encareció como lo hace con el vino. Total 67€.
Sin duda el peor Parador de España en el que he estado, y he estado en unos cuantos. La decepción empezó al ir hacia la habitación por los pasillos y ver unos patios interiores abandonados, con moho y plantas secas. Al entrar en la habitación, nos recibió un lavabo agrietado en el baño, y un espejo de maquillaje roto. La cena en el Parador Santillana Gil de Blas fue una de las peores que hemos tenido en Paradores. Comunicamos que uno de nosotros tenía intolerancia a la glucosa y le pusieron algas con azúcar y una salsa de pimiento con azúcar con un Bacalao demasiado seco. El postre muy básico: pasiego flotando en una salsa muy poco elaborada. El desayuno dejó también mucho que desear: queso manchego en tarrinas con moho (y no era un queso azul) que tras quejarnos tres veces lo retiraron del buffet sin disculparse (como si nos hicieran un favor), pan que no era del día y mantequilla amarillenta, rancia y que no estaba refrigerada. No volveré a este Parador y recomendaré a mis amigos y familiares evitar los Paradores de Santillana
Valora el alojarte en Santillana, o no, supongo que la clase de destino eleva los precios y reduce los tamaños de las habitaciones, minúsculas, viejas y por ende caras. Creo que estos factores están influenciados por la circunstancias locales de Santillana, mi consejo alojate en Hoteles o Paradores cercanos y acercate a Santillana para visitarla, no para alojarte aquí.
La comida dejó mucho que desear, raciones escasas y guarnición puesta del día anterior, revenida. Una camarera joven era muy educada, pero las otras desagradables, y mal servicio
Ubicado en un entorno empedrado y mágico como es el de Santillana del Mar. Mi habitación recordaba a la de un palacete o castillo pero sin recargar, amplia y baño enorme con todos los accesorios necesarios. Desayuno estándar. Visita muy recomendable
Una gran decepción, ninguno de los platos que pedimos estaba correctamente elaborado, el producto deja mucho que desear. El trato del personal correcto.
El pueblo es una maravilla, el edificio está absolutamente integrado en el entorno. Con estos establecimientos, uno tiene la ventaja que sabe dónde va: servicio impecable, magnífica restauración. Sin embargo, teniendo la variedad y calidad que tenemos ahora mismo en alojamientos en España, no resulta justificado lo elevado de los precios
Cocina estupenda. Croquetas deliciosas, un salmorejo exquisito, un ventresca de bonito suave y un sopa de coco con piña de postre. El escenario un poco cargado.el servicio muy bien!
Esta bonito, la habitación es grande y el baño también y las camas son comodas. Solo que le falta un poco de luz y es antigua la construcción y debería mejorar la calidad de la señal de wifi
Mala atención. No te sirven las copas en la mesa, ya te las traen servidas, por lo que no ves la cantidad de alcohol que te sirven. Pides una cosa y te traen otra. El servicio lento y maleducado. La cuenta si te despistas te la meten doblada.