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El ano pasado, alojado En un hotel cercano reserve mesa para almuerzo, por semana, En Agosto, haciendo la solicitud si poderia tener mi perra, bajo la mesa, fuera, En terraza. A esso me contesto el dueno, con no "buenos modales" que no se puede traer el perro (pequeno) Al restaurante. Bueno, me caió mal la groseria del senhor, pero hay que aguantar. Luego al llegar para comer, lo que mas habia bajo las mesas eran perros (seguro de los amigos). Hoy Mismo llame para reservar mesa para manana 15 de agosto, almuerzo, el mismo senor de los malos modales, me contesto que si pero al sermos dos tendria que ser despues de las 16 horas! Asi que si quieres comer a horas normales ven En grupo porque la atencion Al cliente és absurda y inexistente.
Un lugar fantástico, se come y se come bien. Pero sobre todo muy buen trato. Lo vimos al comenzar una ruta por la zona y comimos 2 adultos y 2 niños que quisieron repetir la cuchara. Fantásticos 3 pucheros de cuchara y unas carrileras de lujo, con unos postres de 10.
Desde la carretera se ve un poco viejo pero el menú, con primero, segundo y postre, más café a parte, dos personas, han sido 31.40€. La comida bastante buena, se come muy bien.
Inaudito. Nos dicen por la mañana que podíamos comer, el teléfono no lo cogía nadie, y al personarnos a comer nos dicen que no hay sitio, que todo reservado.
Impresionante hacia tiempo que no comia una comida tan buena todo muy rustico y familiar posiblemente sea ahi donde resida su magia un pequeño bar de pueblo de esos que casi ya no quedan con su comedor recomendable al cien por cien
Nos encantó, platos de cuchara, nos pusieron 4 pero los con cocido, garbanzos, patatas y sopa y no dejamos nada. De segundos chuleta de potro y carrilleras, no habíamos probado el potro y nos sorprendió gratamente, estaba hecho a la parrilla. De postre, tarta de la abuela y flan de orujo. Pan de la zona, agua y vino, 18€ de un sábado de ski. Esperamos volver para repetir.
Comida casera realmente buena, abundante y a un precio razonable. La comida de cuchara y los postres de lo mejor. El lugar antiguo y destartalado. El agua de grifo en botella de cristal que aparenta estar cerrada y. Oh, sorpresa! El servicio un caos! En su defensa nos dijeron que les faltaban tres camareros. El pan un 12. Reserva si quieres ir, 18€ menú fin de semana.
Comida casera (legumbres, sopas, etc). La parrillada estaba un poco seca, pero se podía comer. Había mucha gente y poco sitio. Necesario reservar, al menos en enero.
Es mi sitio favorito para comer cuando subo al alto Campoo. El personal es muy amable, la comida está riquísimas el precio espectacular. Gracias siempre por hacerme un hueco en vuestra mesa?
Un restaurante más que recomendable. Nosotros fuimos un grupo de 20 personas y comimos genial. La comida es casera y en cuanto a calidad precio de lo mejor que hemos probado. Tenían una gran variedad en el menú y el sitio está preparado también para celebraciones.
La comida buena.para repetir.pero la atención del camarero que es el dueño deja mucho que desear.apunta mal los pedidos y muy desagradable.solo quiere dinero rápido.que contrate personal
¡Espectacular! Todo de 10, incluido los postres caseros y el café. Menú de 17 euros un domingo, con comida casera de cuchara. Servicio y trato muy correcto. Nosotros reservamos mesa por la mañana. Fue el final perfecto para una buena caminata de domingo.
Recomendable 100% el menú, todo comida casera muy rica. De primero los platos de cuchara no pueden faltar. El sitio es muy agradable y el trato muy bueno. ¡Volveremos!
Cenamos una ensalada y una parrillada, todo buenísimo, y además no tardaron nada. Atención y trato del personal excepcional, con medidas covid. Precio acorde a la gran calidad de sus platos. Para repetir varias veces.
Uma excelente experiência gastronómica, comida caseira de sabor tradicional. Serviço rápido e eficiente. Menu diário a 13 €. A repetir, seguramente e a recomendar aqueles que venham por estas bandas.
¡Nos encantó! Platos de cuchara y ensaladas riquísimos y de segundo todos salimos muy satisfechos: en especial la carrillera buenísima, el bacalao con tomate espectacular y el solomillo de cerdo con cabrales. ¡Y como postre recomiendo la crema cantabra de orujo! Servicio atento y eficaz. Muy buena relación calidad precio. Hemos estado muy a gusto en la terraza. ¡Enhorabuena!
Se sirven unas excelentes carnes de la zona bien cocinas, sus postres caseros son deliciosos y el precio es ajustado. Y tanto Félix el dueño como su mujer Marijose y su hija verónica tienen un trato excelente con la clientela. Recomendamos el cocido montañés, las carnes y cualquiera de sus tartas
Había oído maravillas de este lugar, pero jamas pensé que fuese para tanto.
Nos atendió el dueño, muy atento en todo momento, interesándose por lo que mas nos podía gustar para ofrecernos lo que tenia disponible, tenia gran variedad.
Estábamos muy indecisas, asi que decidió por nosotras, y nos ofreció probar un poco de todos los primeros de cuchara, cada cual, mas exquisito, y una ensalada.
De segundo también tenia gran variedad, decidí pedir las albóndigas, y me añadió patatas y un huevo, riquísimo también.
De postre estuvimos en las mismas, todo sonaba muy bien, y cuando nos quisimos dar cuenta ya nos estaba trayendo una porción de lo que mas nos llamaba la atención.
La comida es casera, y el trato muy cercano, y eso es lo que hace que tenga ganas de volver.
En cuanto a precio, fuimos entre semana, y pagamos 12€ por persona.
Comida tradicional casera, bien cocinada con auténticos sabores. Platos de cuchara riquísimos. Ideal para hacer una ruta y recargar pilas. La pena es por la situación del Covid, se come en espacios poco preparados y con frío. Trato cercano.
Lugar agradable con vistas a la montaña. Cantidades adecuadas y comida rica. La atención de los dueños y camareros muy buena, incluso nos invitaron para probar el cocido. Buen precio, menú a 16 euros. La única pega por las patatas fritas, que se notaba que el aceite era muy reutilizado.
Es un lugar ochentero que ofrece solo un amplio menú del día en el que comerte unos buenos platos de puchero y una variedad de segundos abrumadora Es un lugar recomendable aunque hay que saber a dónde se va ya que vas a comer en un banco de piedra inamovible sin sombrilla
Muy recomendable relación calidad-precio. Pedimos el menú de cuchara y nos sacaron 4 tipos diferentes de cocido, todos ellos buenos y claramente caseros, igual que la gran variedad de segundos. Muy buena atención, rápidos en servir y con buena distancia de seguridad entre mesas. Como punto positivo es que sirven hasta tarde, nosotros llegamos de la excursión a las 16: 00 y no nos pusieron ninguna pega.
Frío intenso, pero un vino y una morcilla riquísima para entonar en la "terraza", o sea, en la calle. El covid no nos impidió disfrutar de ambas cosas, aunque rapidito.
Yo siempre que vamos, comemos de maravilla. Siempre tiene dos o tres platos de cuchara. Y el precio del plato del día, asequible, 12 euros. Lo recomiendo
Trato de 10, comida impresionante. Hace mucho que no comía cabrito asado tan tierno, chuleta de potro buenísima, garbanzos con costilla y cocido montañés. Todo de lujo. El trato del personal excelente. Enhorabuena a este negocio en la montaña.
Fui por primera vez a Pico Casares por las numerosas y positivas reseñas que tenía, y pude comprobar enseguida que eran acertadas. En un par de días y varias comidas y cenas, he podido catar la riquísima carne a la brasa, el cocido montañés (el auténtico, que no os engañen), unos garbanzos con chorizo, morcilla y tocino que resucitan a un muerto, una tortilla de patatas que ni la de una madre, y las jijas más sabrosas que he comido hasta el momento. Por no hablar de los postres, que son tan caseros como deliciosos. Además, desde que me atendieron por teléfono para reservar la primera vez, el trato ha sido inmejorable, como si fuese clienta de toda la vida. No sólo se come bien, sino que se come como en casa. Sin duda, la cocina Pico Casares es como Cantabria, familiar, de calidad y para repetir una vez detrás de otra.
Buen sitió para parar a comer o cenar, comida casera, la atención excelente. Pasamos unos días estupendo volveremos sin ninguna duda. Muy recomendable, muchas gracias Felix Un saludo, desde puentenansa
Escondido, nos percatamos de el porque había muchos vehículos, y decidimos parar por el dicho ese que dónde hay mucho vehículo dan bien de comer, y certificó que así ha sido si comes de cuchara te sacan tres fuentes con distintos platos.comimos sopa, patatas a la riojana y cocido lebaniego, más luego el segundo lo que pedimos cada uno.
Atención y amabilidad del primer al último de los camareros que nos atendieron. Opciones sin gluten, perfectamente explicadas y conocidas. Así da gusto comer fuera con celiacos!
Fuimos a comer con una niña celíaca. La atención excelente, nos aconsejo que podía comer la niña dentro de los platos del menú. Carnes a la brasa y ensaladas. Precio calidad muy bueno. Recomiendo llamar para reservar.
Restaurante a pie de carretera. En cuanto a la atención, algo deficiente la verdad pero esta en la media del carácter del norte. Los platos ricos y el menú a un precio muy contenido (11€) para las raciones que te ponen. Los platos caseros y con bastante sabor, al menos los primeros. A destacar el postre de orujo, muy rico
La unica pega q le pongo es q tiene un comedor pequeño, estas un poco arrepretado, por los demás muy bien, la comida muy buena, el dueño muy amable con nosotros y la camarera simpatica. Economico y buena comida. Lo recomiendo.
Buena comida pero el trato del personal deja mucho que desear. Trato de favor a los de la zona a los que venimos de fuera no tan bueno, muy seco y desagradable.
De lo mejor Del Valle de Campoo. Comida casera de la de toda la vida riquísima, recomiendo el pollo picanton y los platos de cuchara. Vamos siempre que venimos a Campoo.
La comida esta buena pero sienpre tienen el mismo menú, poca variedad. El servicio deja mucho que desear, el hombre es muy antipático y si eres de fuera no trata igual que a los lugareños.
Lieu atypique, authentique et très accueillant. Après une randonnée au Pico de tres Mares, nous avons pu nous désaltérer dans un cadre très chaleureux. La carte propose des plats traditionnels. Il ne faut pas hésiter à s'y arrêter.
Bien atendidos, lugar precioso con vistas privilegiadas, cocido montañés de escándalo y precio muy adecuado. 16 euros por persona. Salimos rodando y con ganas de volver.
La comida es de muy buena calidad, y bien preparada, no te quedarás con hambre, el trato excelente, pero no hay ningún postre sin lactosa (ni fruta) y para acompañar al lechazo q estaba riquísimo le pusieron verde de bolsa q estaba malísimo. Volveré
Excelente lugar para comer comida casera cántabra en abundancia a muy buen precio. El trato excelente y todo muy rico. Lo único a tener en cuenta es que sólo aceptan efectivo.