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Es un lugar muy agradable, con aparcamiento, buen servicio y una tortilla de patatas expectacular. Tambien se puede comer a la carta una cocina buena y con toques
Mira que no suelo escribir muchas reseñas negativas a no ser que lo vea bastante necesario. La verdad que me gusta destacar lo positivo de los sitios pero ayer 29/11/23 hemos ido a desayunar por la mañana con mi pareja y la mujer que había detrás de la barra sirviendo los pinchos nos ha hecho varios feos. Llegamos, saludamos, todo bien nos dice qué queréis y yo pido un pincho de atún con café + leche fría y le digo que si por favor me le puede dar un golpe de calor a la tortilla. Mi pareja pide tortilla normal y cocacola. Ya empecé a notar cosas raras cuando vi que estaba tratando la cubertería de una manera un poco brusca pero dije bueno tendrá algo de prisa y cosas que hacer (porque no había nadie más en la cola que nosotros) por lo cual por clientes no era. Lo dejé pasar. Veo que sirve las dos tortillas y las tira a la barra efectivamente sin calentar mi pincho. Le digo que si me lo puede calentar 15 segundos, a lo cual no me contesta y simplemente me mira y mete el pincho al microondas. El pincho lo metió como 1 minuto y pico a lo cual pensé que tal vez tiene poca potencia y por eso es necesario calentarlo tanto. Mientras mi tortilla estaba en el microondas se fué a hacer el café el cual no vi qué le echaba ni nada. Me trajo el café y me pareció raro porque tenía bastante espuma, lo cual me extrañó porque cuando se toma con leche fría queda la espuma natural del café y ya. Decidí pensar que era un café diferente que no había probado nunca y por eso la espuma. Saca el pincho, me pregunta si la bebida de mi pareja era cocacola a lo cuál le digo que sí. Pregunto si reponen las tortillas a lo cual me asienta con un sonido de voz nada más pero ya como con mala vibra. En fin, pagamos, fuimos a la mesa.y cuál ha sido nuestra sorpresa? El café estaba ARDIENDO y sabía a leche quemada, la tortilla estaba precalentada de lo jugosa que se veía al principio ya quedaba más bien poco. Efectivamente se quedó tanto tiempo en el microondas que se terminó de hacer allí. El café ni lo tomé y la tortilla la dejé a la mitad. Nos pareció una persona muy desagradable y maleducada ya que en todo momento la tratamos bien y lo único que recibimos fue todo lo contrario a lo que había pedido y encima un trato muy asqueroso por su parte. Aún así nos levantamos y al salir por la puerta decimos un adiós con voz tímida porque estábamos muy incómodos, a lo cual ella nos responde con una mirada de odio y nada más, ahí me di cuenta de lo cierto que es que a veces las palabras sobran. Sinceramente no volveremos nunca en la vida a ese sitio, ni tampoco se lo recomendaríamos a NADIE. El trato ha sido tan desagradable que por muy buenas que se viesen las tortillas se nos quitaron las ganas de probarlas. No sé si tuvo mal día, si no está contenta con su sueldo, si tiene problemas familiares o lo que sea pero sinceramente no había por donde cogerlo. Nosotros también hemos trabajado de cara al público y nunca en la vida hemos tratado así a nadie. Los problemas de casa se quedan en casa, hay que ser profesional y saber separar. Espero que la mujer sane y solucione pronto todo lo que le pesa pero la verdad, ha sido el peor trato y las peores caras/miradas que hemos tenido que aguantar nunca.
Comida excesivamente cara para su calidad. La tortilla de patata sabe a huevo, no a patata y es más pesada que un ladrillo. El camarero tatuado nos atendió de forma horrible.
Un engaña bobos más del siglo XXI, te ponen un plato de macarrones con chorizo, bueno no es ni un plato, te lo ponen en un cazo de hervir agua de hace 5 siglos, con más usos que la pipa de un indio, y no contentos con reírse así en tu cara, te sacuden 12€ por eso. En fin un sitio para pijos con ganas de que los engañen.
Personal muy agradable y amable. Unas tortillas de primera. Están continuamente limpiando y aseando el local, cuestión que se, agradece y se valora en estos tiempos. Volveré muchas veces y eso que me coge lejos de casa. Ah y una terraza con buenas vistas al Campo de Golf de Mataleñas.
Cuando a la camarera le dices que hay un error en la cuenta y se hace la sueca. Mal asunto. Errar es humano. No reconocerlo es un problema. La comida escasa, no pasa nada, pero no está a la altura del precio. Las cenas sólo hay carta mexicana. Para un niño, 3 quesadillas de jamón y queso, 13 euros (ahí está el error no reconocido, está mal ticado). No está a la altura.
Hoy día 16 de diciembre de 2021 a las 20: 40 e llamado para pedir una tortilla entera para llevar a domicilio con sus consumiciones y la chica me daba largas y no me a vendido la tortilla, no la apetecía hacerlo, increíble
Camarer@s MUY simpático. La pasta y el poke (pollo tika massala) muy buenos. El tiramisú de postre obligatorio. Por decir algo malo, el café un poco quemado.
He ido por segunda y última vez, no entiendo por qué quién atiende tiene malas maneras, malos gestos y malas contestaciones. Creo q el trabajo es lo más honroso y lo mejor q en estos días se puede tener. Mi error ha debido ser pedir q me calentasen un Colacao por favor, ha debido ser una tremenda molestia para la camarera.
Aunque lo mejor es la tortilla, todo está rico. Para pedir y pagar la consumición tienes que hacer una cola nada más entrar que resulta un poco estresante. En cuanto al local, resulta muy agradable, está todo limpio y cuenta con una fantástica terraza.
Una sóla palabra para sus cócteles: EXCELENTE! Pocos sitios de cócteles cómo este en Santander, no puedes sólo tomarte uno y han pensado eso para lo que nos dan la posibilidad de picar delicias inspiradas en gastronomía mexicana. Repetiré!
He venido a comer y he pedido la hamburguesa Wellington la cual no es una hamburguesa, sino tres pequeñas con patatas pequeñas y un pegote de ketchup. La verdad es que de sabor muy mal y por dentro estaban frías
Tortilla buena pero cara (2,20 €) mientras que en el Quebec está igual de buena pero a 1,70 €. Saquen sus conclusiones. El servicio pésimo. La Terraza agradable.
Estupendo sitio para desayunar o comer. Justo al lado de un polideportivo. Sitio de sobra y biem cuidado por la pandemia. Repetiré seguro. También muy recomendable para comer.
No hay una tortilla igual. Inmejorable. Cuidan el protocolo COVID, con una terraza enorme y parking. El menú de medio día es distinto a cualquier otro menú con platos como pokes, baos, fideos chinos, pero también rabas, pasta. Un 10.
Buenisimos pinchos de tortilla. Buena atención, aunque ahora lo han puesto para pedir en barra antes de sentarte en la mesa y hay que esperar un rato a ser atendido ya que siempre hay gente.
La tortilla de patatas está exquisita. El local es amplio, con una terraza todavía más amplia y cuenta con parking propio. No llega a las 5 estrellas por su precio un poco excesivo.
Sabor agridulce.fui por buenas reseñas en internet pero no me termina de convencer su sistema.la primera vez que fui estaba cerrado (no me fijé bien en el horario, culpa mía) pero se me hace raro que un sitio así cierre a las 17.00. La siguiente vez que fui la barra de pinchos estaba vacía y había tortillas hechas pero debían ser por encargo, nos dieron a entender que si no ibas pronto no encontrabas nada, fuimos a la 13.00
La tortilla es conocida por todo el mundo y es espectacular. De eso no hay duda.pero el servicio deja mucho que desear! Siempre hay colas porque las chicas de la barra no dejan de hablar, y la organización es probablemente de las peores que he visto.suelen ser 3 personas, hoy habia 2.y madre mía! La cola.una pena! Si no fuese por la tortilla.
Buena atención, buena terraza y sobre todo buena tortilla, no solo la hay normal también la hay de sabores. El pan de la gallofa espectacular. Volvería a probar otros sabores.
Buena atención, servicio de terraza. La terraza tiene un buen tamaño y es privada. Tortillas de muchísimos sabores y de gran calidad. Un buen sitio para ir de pinchos.
Una de las mejores tortillas que he probado. No es exagerado decir que su tortilla es una de las mejores de Santander, el resto de la comida no la he probado pero merece la pena ir solamente por la tortilla. El personal no es demasiado agradable, pero son profesionales.
Friendly staff! Sadly they don’t serve pizzas on mondays, only tortillas. Food is averagely good. Had a ham and cheese variant of the standard tortilla. They also have tuna and cheese if you want. But I must say that the food was probably left there since morning and is rather cold. Bread doesn’t smell fresh and doesn’t have a good crisp to it.
Muy malo, mala atención. Pésimos camareros. Tiempos de espera prolongados con el local vacíos. Las pizzas malas hasta crudas. Es un bar para que se tomen 2 cervezas los del gimnasio para el resto no es nada recomendable. La terraza tiene buena vista pero valdría más como mirador que como restaurante. El tamaño de las pizzas da como mucho para uno pero que haya almorzado fuerte. En fin nada recomendable, un sitio que debería cerrar. Y mira que arruinar una pizza es difícil
Comida buenísima, rápida y a un precio inmejorable. El sitio puede echar un poco para atrás pero fue una grata sorpresa. Si vas al Faro tienes que comer ahí.
Me imaginaba que las pizzas tendrían mejor calidad son grasientas a no poder más y muy saladas con un sabor algo raro y la atención es desesperante uno te cobra otro te atiende y otro te tira de mala manera la vuelta en la mesa vamos que no vuelvo ni loco.
La tortilla es excelente, pero si se ha acabado hay que esperar unos 20-30 minutos hasta que vuelva a haber, y al estar lejos del centro, es complicado estar tanto tiempo esperando solo para tortilla.
Fuimos porque decían en internet que había que reservar el pincho de tortilla de lo bueno que estaba. Decir de antemano que en Santander, a nivel general, no vimos bares con pintxos especialmente atractivos. El bar, es el típico bar de polideportivo. Sorpresa: No había tortilla, parecer ser que los pinchos suelen ser mañaneros (A nivel general en Santander), y a las 15 de la tarde ya empiezan con las comidas. El sitio está apartado y no es especialmente bonito.
Nada que decir de su tortilla, un referente en Santander, no dejar de probarla. No puedo dejar de hacer un comentario a la atención perfecta de Jose, el camarero, que nos trató muy cariñosamente.