posada de seña

Lugar agradable para alojarse en las inmediaciones de Laredo (a 3km de carretera rural de doble dirección pero muy poco tráfico de la autopista A8, así que está bastante fácil y cómodo el acceso para moverse por la provincia). Desde el pueblo de Seña, muy tranquilo (salvo por los chavales que se quedan por la noche en la plaza frente a la posada hablando y jugando hasta las tantas), hay buenas vistas pero para comer o cenar hay que ir a Laredo.
Al ser una casita reconvertida las habitaciones son de distintos tamaños, algunas con terraza. En las habitaciones abuhardilladas del piso superior se nota el calor y no hay balcón. Son bastante pequeñas, apenas cabe la cama (en una de las dos diría que no llegaba al 1,35), así que es solo para ir a dormir.
Se aprecia que las habitaciones se limpian cada día a consciencia, si bien como elemento de mejora agradecería que no se cambiasen de sitio las cosas después de limpiar.
El desayuno aceptable, un zumo de naranja exprimido, una taza caliente, croissant, tostada con nocilla y sobao. Algunos días hubo una rodaja de tomate o una quesada, todo está rico aunque habría estado mejor poder disponer de algo fresco como esos tomates, fruta. En cualquier caso más que suficiente para empezar el día.
Por último, la gerente es amable y fácil de trato y conoce Cantabria así que puedes preguntarle y te recomienda muy bien.

Un lugar con mucho encanto.
Maria, la dueña, un cielo. Atenta, trabajadora y servicial. Un finde romántico con mi pareja insuperable. La habitación muy cómoda y muy buena ubicación y acceso. El entorno rural es lo que buscábamos. Para desayunar nos puso unos sobaos pasiegus super ricos y unos croissants buenisimos.
Sin duda, repetiremos:)

Un sitio muy tranquilo, se descansa muy bien la habitación con terraza amplia y todo muy limpio.
Super amables María y su madre, muy atentas.
El desayuno delicioso.

Alojamiento muy cerca de Laredo, que es una zona turística genial, pero muy bulliciosa. Seña es un pueblo pequeño y tranquilo con un clima más fresco y la Posada es muy acogedora, aunque lo mejor de la Posada es María, la chica que lo atiende. Encantadora y muy amable.

Sitio tranquilo, la dueña muy amable, los desayunos genial. La única pega elementos descuidados en habitación y baño. Por lo demás genial. La carretera de acceso desde Laredo estrecha y mucha curva, pero una vez allí tranquilidad absoluta, bien para descansar.

Bonito lugar en el que se descansa muy bien. Todo muy limpio y muy bien atendido con estupendos desayunos. Muy amable la dueña del establecimiento

El sitio está muy bien, el desayuno exquisito y los dueños super amables

En un futuro espero volver a venir

Nos ha gustado mucho la Posada de Seña.
La habitación era grande y fresquita, baño amplio y con buena luz. Cama cómoda. Hemos dormido fenomenal. Me gusto que tenía muchos espejos. El desayuno muy rico, con productos tiernos, jugosos, y recientes. Te sirven rápido, el zumo de naranja es natural recién exprimido, que no en todos los sitios te lo ponen. Es un sitio muy bonito para pasar unos días, el alojamiento es cómodo, tranquilo y con la decoración muy chula, es acogedor es como estar en casa, el alojamiento es cercano y, familiar. La atención es muy buena. Esta cerca de playas, sitios para visitar, supermercados. Sin duda lo recomendaría y también volveria.

Es un lugar acogedor, nuestra habitación tenía balcón y unas vistas muy bonitas. El sitio es limpio y muy bonito, la decoración de la posada la da un aire cálido y familiar que es muy agradable. Te sientes como en casa.
La chica que dirige la posada es amable y atenta, además nos recomendó un lugar superbonito para ir. Si buscas tranquilidad y estar agusto este es un buen sitio.

Gente muy amable, las habitaciones bien, pero el desayuno para mí un poco justo con mucho dulce y nada salado, el wifi no llegaba a la habitación, pero repetiré, buen sitio.

Fantástica para pasar un fin de semana o una semana. Nosotros la cogimos entera y teníamos lo necesario para 15 personas. En frente un parque, ideal para las dos niñas que teníamos.
Pueblo tranquilo, cerca de Laredo y de sus playas.
El trato de los dueños fantástico

Me encanta, paz y tranquilidad a pocos minutos de la playa. Lo recomiendo para desconectar, en plena naturaleza. Cantabria es hermosa!