Posada El Mirador

Hemos pasado unos magníficos días en la Posada. La familia que lo lleva es encantadora. Desayunos insuperables. Indicaciones perfectas para visitar la Comarca. Volveremos.

Una posada con una atención familiar. Rafa enciclopedia de Cantabria. Angelines muy buena cocinera- Celia encantadora. Cuando podamos repetiremos-

La posada es muy acogedora y el sitio inmejorable. Quiero destacar a los grandes anfitriones que tuvimos. El trato es muy hogareño, en todo momento nos pusieron facilidades para que nuestra estancia fuera lo más cómoda posible. Todos los días se sentaban con nosotros a recomendarnos zonas que visitar y sitios donde comer y comprar productos riquísimos. Fui con un amigo hacer deportes de aventura durante 3 días y no dudaría en volver tanto con la familia como de vuelta hacer monte. Todo un descubrimiento. Gracias por todo

Una posada con encanto, un trato muy familiar, tanto Rafa como su hija encantadores y no escatiman en nada
Volveré en otra época para hacer las rutas, que hemos hecho

Batalla entre placas solares y posada.
Aspectos positivos: La limpieza del w.c. Y toallas y sábanas es correcta. El resto de la habitación mejorable. Trato amable de las mujeres de la casa. La casa tiene muchas posibilidades pero está desaprovechada. Necesita reformas (por ejemplo: nuestra habitación tenía la pintura desconchada y manchas de humedad).
Aspectos negativos: Son en realidad dos negocios: placas solares 70% y 30% posada. Más o menos. Y todo está lleno de cachivaches: entrada, parking, etc. Y nos gustan los perros, pero no entendemos que los dos que tienen estén justo en medio de la entrada a la posada. A veces es complicado entrar. Total, que al final sólo puedes estar cómodo en tu habitación. Y la nuestra era muy pequeña. El precio de nuestra habitación fue excesivo para lo que realmente resultó.

Habitacion grande con una espléndida terraza, los dueños muy amables y gran conocedores de la zona, que estarán encantados de recomendarte sitios increibles

Un lugar que respira historia y tradición. Habitaciones cómodas y bien equipadas, buen precio y excelente atención personal gracias a Rafael y su mujer, y especialmente la simpatia y conocimientos de la tierra de su hija Celia. Un encanto.

Un sitio acogedor, donde los dueños y la hija, agradables, que te hacen sentir a gusto. Amanecer con vistas a la montaña, es algo impagable, reparador. Un comienzo de desayuno a base de quesada pasiega, mantequilla casera y leche de vaca cántabra, eso es energía pura. Volveré por supuesto, merece la pena y muy mucho la posada y los collados del Ason.

Es confortable, muy buen precio, a un paseo de la Cascada del Ason, y pegada prácticamente a las cascadas del Rio Gándara y su mirador. Los propietarios son excelentes personas y de trato muy familiar.

Es un sitio estupendo para disfrutar de la naturaleza y relajarse, el paisaje te transforma y te da bastante tranquilidad! Estuvimos mi marido y yo 3 dias y lo pasamos muy bien. Lo recomendamos a todas las personas que busquen desconexión, rutas turisticas, paisajes naturales.el trato con el personal fue inmejorable, son muy agradables, tienen un trato individualizado y acorde a lo que necesites, además de un gran ambiente hogareño. Sitio inmejorable en trato, calidad y precio.

Me a encantado el sitio, todas las vistas son dignas de ver estamos muy contentos mi familia y yo de haber estado allí, el trato estupendo muy acogedor y los dueños muy agradables.

Una auténtica posada cántabra. Nuestra habitación El Mirador preciosa y acogedora. Sus dueños Rafael y Angelines, y su hija Celia son encantadores y hospitalarios. Rafael te enseña mil rutas por la zona. Muy recomendable

Esta todo muy limpio, y los dueños son geniales, muy agradables y muy atentos, está en toda la naturaleza, es una esperiencia muy bonita, un lugar estupendo

Me borran las reseñas pqra q no os entereis del tipo de gente que son. Tienen la maquinaria pesada en frente del hostal contiguo para hacer competencia desleal. Los del pueblo, no como ellos recien llegados, no les caen bien por el tipo de trato que difunden a sus vecinos en general. No son buena gente no os gasteis un duro alli.

La ubicación de la posada es genial, tiene grandes vistas y prados verdes por todas partes. Los dueños súper amables, siempre dispuestos a ayudar y a aconsejarte lugares para visitar. La habitación siempre lista y todo limpio. Recomendable para hacer excursiones por la zona.

Me regalan una experiencia y decido elegir el mirador de la posada. Después de estar esperando casi 24 horas para que me dieran la confirmación y no recibir nada. Decido llamar y me lo cojer una señorita que ella no me puede decir nada y que la persona que lo lleva va por la tarde o noche. Bueno pues decido esperar. Y al cabo de seis horas me llama un señor con un trato muy desagradable, diciendo que si había elegido eso por elegir algo, que desde donde llamaba. Y va y me dice que si no lo quiero.
Pues claro que no lo quiero le dije con esas formas de tratar a la gente por teléfono quién va ha querer ir a su establecimiento.
Me alegro de no haber ido.
Pongo una estrella porque no me deja seguir. Pero no se merece nada.

Me parecio de pena y super mal q estos dueños se quedaran con mi dinero y sin darme otra posibilidad.resulta q mi familia me hizo el regalo de una noche de hotel en unas cajitas de estas q se venden en muchos lugares pues bien tenia planeadó este fin de semana utilizarlo llamo al hotel le reserbo me dice q le de codigo de mi caja y se lo doy asta ahi todo bien.pues no habia pasado ni una hora y por temas de salud tuve q llamar y anularlo y el señor me dice q se tienecq quedar igual con mi regalo q no me lo puede devolver.en fin q una decepcion.señor dueño espero q mi dinero le aya sido de utilidad.

La Posada "El Mirador" se encuentra en una zona tranquila para descansar, desconectar y disfrutar de la naturaleza. Estuvimos en la habitación del mirador, muy amplia y con una estupenda galería para descansar y contemplar el paisaje.
Rafa, el dueño, te informará de todo lo que necesites para tus rutas por el lugar. Es bastante "persuasivo" porque es gran conocedor de la zona, tanto de Cantabria como de Burgos.
Lo mejor del desayuno, las mermeladas de Angelines; muy rica la de manzana y Kiwi, pero hay que probarlas todas.
No dan cenas, pero enfrente de la posada está el "Bar Rufaco". Nosotros cenamos varios días. Tienen una buena carta de raciones y platos combinados, a buen precio. ANA