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A 200 metros de la playa de Langre.la mejor época para ir.en primavera.fuera del local en las mesas de que dispone.se está de vicio.en verano mucha gente
Estupendo sitio para alojarse unos dias en un sitio tranquilo, muy cerca de la Playa de Langre y con un trato y atencion del personal inmejorable. Buen lugar para desayunar y comer. Volveremos sin duda.
Perfecta ubicación cerca de la playa de Langre. El camarero o dueño es un tipo muy atento y agradable. Te hace sentir súper a gusto. Se come bien bocadillos y raciones. Recomendable.
Raciones algo pequeñas, buen sabor, personal agradable y ágil, eso si, si eres algo tiquis miquis no vengas porque hay una graja con vacas a 150m y huele un poquito.pero bueno esto es Cantabria.
He pasado unos dias fantásticos en esta posada, es super familiar, los dueños nos han hecho sentir como en casa, sin duda volveremos este verano cuando el calor apriete por Madrid
Un placer picar algo en la terraza disfrutando del entorno rural, recomiendo los calamares, muy ricos sobretodo a nuestros hijos les encantaron, la atención de los camareros simpática y agradable, he estado por la zona y definitivamente me quedo con este rincón.
Hemos estado una semana de vacaciones, no hemos podido estar mejor atendidos, te hacen sentir como en casa y te ayudan con cualquier cosa que necesites. Las habitaciones amplias y la cama muy cómoda, la situación inmejorable y la playa de langre (epspectacular) a 5 minutos andando. Gracias chicos.
Casa rural tranquila, la habitación cómoda y limpia. Encantadores los dueños, tuve un problema para ir los días que había reservado y me ofrecieron otras posibilidades enseguida, solucionado casi instantáneamente. El desayuno bueno y las raciones que sirven en la terraza muy bien. Además está muy cerca de la playa, 10 minutos caminando. Volveremos sin pensarlo en cuanto surja otra ocasión.
El lugar es curioso y agradable y relajante, a pesar del olor de excremento de vaca que hace. De vez en cuando ves pasar por delante a los surfistas cargando sus tablas y en el fondo las vacas de una granja que está situada en frente. Un buen lugar para tomar y picar algo después de disfrutar de la playa de Langre o de hacer una excursión por las costas de Ribamontán al mar y haber disfrutado de sus paisajes.
Es lo mas cercano a la playa de Langre, paramos a comer y el servicio es lento y solo puedes pedir entre 6 raciones, 4 bocadillos o entre 3 pizzas. No acceden ni siquiera a preparar una tortilla francesa para una niña de 2 años. Sin aire acondicionado dentro. Tortilla? Fría, ni siquiera la pasan por el microondas. Aunque al final te acostumbras, hay que tener en cuenta que está al lado de una granja de vacas y el olor es bastante fuerte.
Cierto que si huele un poco a vaquería pero Castilla también y no por eso dejamos de visitarla xD. Es un lugar muy agradable y ciertamente una vez dentro del edificio ya no hueles nada. El trato fantástico y los dueños muy majos Repetiría sin dudarlo!
Tiene cerca la playa en donde se puede hacer surf sin molestar a nadie andar por la mismísima con unas vistas magníficas en días con buen tiempo y en días de mala mar podemos ver la mar en todo se esplendor
Alojamiento rural, nada de lujos pero cumplen sobradamente su propuesta. Muy buena atención y amabilidad, siempre dispuestos a atender las peticiones. Y, sí, cerca hay dos establos con vacas y fuera del establecimiento a veces huele, pero dentro no se nota nada.
Un lugar lleno de tranquilidad, con la playa y lugares donde pasear con tu mascota, un lugar al que no ir solo una vez, amigos de las mascotas y buen trato