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Estuvimos varios dias a finales de Agosto. Como digo lo mas destacable es la casa, muy bien cuidada, un jardin delicioso y una gran tranquilidad El precio (85 Eur/Hab) tambien es muy correcto Lo peor, y lo eche mucho en falta, es la FALTA DE AIRE ACONDICIONADO El Desayuno, incluido en el precio es francalente mejorable
Fatal, el lugar no tiene nada que ver con lo que se vende, sin ascensor y nos dieron una habitación en la tercera planta, en ningún sitio te menciona que no hay ascensor, no puedes comer allí, esta situado en un barrio que da miedo, 112€ por dormir, que tampoco pudimos gracias a la plaga de mosquitos y el ruido del agua de la cisterna del WC, la limpieza deja mucho que desear, el jardín muy descuidado y bastante sucio, no lo recomiendo para nada
Es una habitación de casa particular para decirlo de alguna manera la casa de los horrores, aparte de suciedad olor a humedad plaga de mosquitos e insectos varios como las cucarchas que está llena de trampas por donde mires, no deja de ser la casa de la dueña que ofrece las habitacione, eso sí la 32 no te duches si no quieres una piscina en la habitación con moho en la ducha y suciedad en la misma y más algún fluido por hay yetc. Lo que se dice desayuno lo trae de su casa un bizcocho un termo de café barra de pan cortado y fruta que no está en la nevera que la tiene por allí en unas cestas (muchas podridas) a y no tiene carnet de manipulación de alimentos ni certificación de sanidad para dar comida conclusión disposición intestinal al canto al mediodía doy fe vendito fortasec yo y mi mujer. No es lo que vende ni se ve en las fotos, las reseñas positivas ni las creas xk son falsas o de amigos a lo de centro del pueblo nada está a más de 2km y aún te dice si quieres agua bebe del grifo del WC PERDONA, NI WIFI QUE NO HAY NO COMIDA QUE NO TIENE Y las bebidas que hay por allí tiradas por el suelo, son de su casa que te las vende o eso creo porque no pregunte. Limpieza nula sábanas manchadas normal "las limpia"en su casa o a saber lo más problemático eses desayuno ni carnet de manipulación de alimentos ni certificado de trazas ni. Medidas sanitarias ni nada
Conclusión una TIMADORA DE CUIDADO VOSOTROS MISMOS QUIEN Vaya si quieres dormir en la casa de la dejadez o peor k la casa de cuéntame versión mala allá tu es tu lugar eso si luego no te quejes.
Posada ideal para desconectar y cargar pilas, está en un paraje precioso el interior de Cantabria y a 8 kms el mar de Laredo y la playa de Berría en Santoña, Rosalía su dueña te informa muy bien y cuenta toda la historia de su casa.desayuno continental muy rico, jardín muy cuidado, habitaciones amplias, el único pero es q No tiene ascensor y nos tocó la 3°Planta subir con maletas a pulso unas escaleras muy empinadas.por lo demás perfecta para pasar unos días en familia ó con amigos.
Excelente casa rural. Muy buen trato y muy tranquilo. El jardín es estupendo para pasar un buen rato con los niños. La ubicación está muy bien, cerca de Laredo y muchas rutas cercanas, si bien es preciso ir en coche.
Rosario y Rafa unos auténticos encantos, son muy atentos y da alegría escucharles hablar! Estuvimos en la habitación 32 y es espectacular! Y como no, el desayuno buffet fetén! Un saludo de parte de Ali y Alex. Repetiremos. Un abrazo!
Casa rural perfecta para juntar a familias o amig@s. Aparcamientos en la puerta. Grandes y bonitos espacios en el jardín. Zona de salón aislada de las habitaciones en los pisos superiores. Baños en todas las habitaciones. Aviso: mala conexión a Internet. En el salón ni wifi ni datos.
Un sitio ideal en un entorno paradisíaco. Muy agradable y extralimpio. La habitación huele a limpio y desinfección en cuanto la abres. Los propietarios encantadores.
El hotel es muy viejo, las habitaciones de madera con suelo inclinado son incomodas y generan mucho ruido en cualquier momento del día. El WiFi no llega a las habitaciones y tampoco funciona la calefacción. No tiene piscina aunque en las fotos aparezca. La habitacio sucia, llena de arañas. El desayuno mediocre ý vimos a una rata pasearse por la comida. Nada recomendable, una pena por el entorno.
Entorno espectacular. Mala educación por parte de la gerente. La habitación no es lo que aparece en la foto. Ruidos, suelo inclinado, telas de araña, etc. Si por un momento al ver las fotos has pensado que tiene piscina, NO! Es una fuente. Detalles comos las telas de araña o las ratas paseando por el bufet resultarían indiferentes y comprensibles al tratarse de una localización en pleno campo, pero ante la mala educación de Rosalía, la empatía es nula. No tiene wifi, tampoco nevera.
Sitio muy acojedor en plena naturaleza, totalmente para desconectar, colchon super comodo, y bañera amplia, desalluno tipo futbeff y los dueños muy simpaticos y agradables.
En un lugar estupendo para pasar un tiempo en familia de reposo y agradable con los gerentes, gente agradable y con dedicación tanto al establecimiento como a sus huespedes. A cinco minutos de Ampuero la villa del encierro y al Santuario De La Bien Aparecida y a tan solo diez minutos de La Villa Pegina De Laredo y Santoña.
Gracias Rosalia por esperarnos para el chekin pues. Llegamos casi sobre las 23: 45. La Posada muy bonita, con un jardin de lujo, gatito, rumba, buen precio y buen desayuno. Recomendable 100%.
Un lugar espectacular dentro de la montaña y cerca del mar; lleno de pequeños detalles que hacen la estancia muy cómoda. Merece una nueva visita para seguro descubriendo rincones
Es una antigua casa del año 1910. Recientemente se ha reformado y convertido en pensión. Los propietarios son muy agradables. Sirven un desayuno buffet muy rico y variado. Las habitaciones están muy bien decoradas, con muebles clásicos bien restaurados. Son cómodas, aunque se escuchan ruidos de los pasillos. Muy recomendable. El jardín es encantador. El único problema es que no tiene ascensor.
Bonito sitio, lejos del turismo de la zona y muy cerca de Potes. Pedimos un desayuno para llevar (para ir a FuenteDe temprano) y lo hicieron con mucho gusto. Desayuno/cena abundantes.
Muy buena estancia. El trato de Rosalía fue inmejorable, desayuno muy rico! Lo único que diríamos de mejorar es el colchón y la almohada pero por lo demás estupendo
Es una casa enorme, típica casa cántabra donde la madera y los amplios jardines te dejan alucinada. Si es cierto que la habitación tiene toque antiguo y eso hace que parezca dejada. Consta con wc de hidromasaje, las vistas con balcón al jardín que tienen un curioso barquito iluminado por la noche. Un salón amplio dónde los desayunos son espectaculares, desde fruta fresca, embutidos y dulces típicos de la zona. Merece la pena pagar un poco más y disfrutar de ellos. La cama y almohada no es cómoda, pero para pasar unas noches es pasable. La propietaria un encanto de mujer, te informa de todo y tiene un trato personalizado para asegurarte una buena experiencia por la zona. Sin duda, habrá que repetir y explorar más esa zona con ese encanto que tiene Santander.