Posada Rural Mar de Santillana

Desgraciadamente mala experiencia.

Reservamos esta posada para mi familia de cuatro miembros a través de otros huéspedes que nos animaron a ir a pasar unos días de vacaciones en la zona.

Al proceder a la reserva directamente con el contacto de Beatriz la dueña del lugar, nos indicó que estaban llenos y que sólo nos podía ofrecer dos habitaciones contiguas a un precio de 100€/noche como extra. Suponía encarecer hasta los casi 650€ tres noches, cuatro personas.

La sorpresa fue que al llegar, se nos asignó la habitación suites. Desconocemos el motivo por el cual no nos dieron la habitación reservada pero a nuestros amigos les dieron una habitación mucho más pequeña (a menos coste) que nada se le parecía evidentemente. El caso es que a ellos se les ofreció dicha habitación eliminando la reserva de Booking para ahorrarse la comisión cuando en realidad lo que se hace es pedir anular la reserva de Booking y hacer la reserva de una supuesta habitación mejor, que no lo es. En nuestro caso no fue así, pero el coste es realmente el de una suites que no pedimos. Esto son "tejemanejes".

Desayunos, calidad baja (todo bollería industrial y embutido de supermercado a salvo de una tortilla al día que hace las tres personas encargadas de la posada) y del montón. Las cuales siempre indican no conocer condiciones de venta de lugar, puesto que es la dueña quien procede con ello.

Adjunto, un par de fotografías donde se ven manchas en las sábanas y el estado deteriorado del sifón del lavabo que a pesar de estar así consideraron no arreglarlo. ¿En una suites aprox 216€ la noche?

El lugar de la posada está rodeado por una ganadería importante y un pueblo, Ubiarco, muy pequeño que tiene su encanto pero es una pedanía de 200 hab.

En nuestra opinión, la posada no vale la pena a pesar de ser bonita y con encanto, pero es que debería cambiar la forma de gestionarse el lugar, tanto por la gerencia como por los empleados que están totalmente desvinculados y no tienen la motivación necesaria como personal del hospedaje para garantizar un servicio de calidad y una experiencia satisfactoria para los clientes.

La posada es un sitio muy agradable. Su dueña, Beatriz y todo su personal, muy amables. Las habitaciones muy acogedoras. Las zonas comunes muy cuidadas y con muchos detalles. El jardín estupendo. Y el desayuno bastante completo.

Our reservation was cancelled a few days before our trip with a lovely message from the hotel: "overbooking". We made this reservation a few weeks in advance: (

Un NO absoluto!
Mis padres hicieron una reserva de la suite. Cuando llegaron se dieron cuenta que no era lo que habían pagado, con lo que al llamar a la dueña (Sra Beatriz) les dice que “total, para dormir ya está bien la habitación que se les ha asignado”.
Al reclamar la habitación que habían pagado, les responde que solo les puede dar esa habitación, y que si no están de acuerdo, que se vayan, que ella tenía el derecho de admisión y que “les podía echar cuando quisiera”.
Después de una larga conversación por teléfono y varios audios a mi padre donde le decía que “parecía buena persona, pero que seguro que su señora (mi madre) era la instigadora que le comía la cabeza”, decidieron irse a otro hotel.
Indignante que alguien trate así a sus clientes.
Por favor, evitad absolutamente este hotel!

Viajamos a principios de agosto en familia, muy buena atención, amables y siempre atentos a nuestras necesidades. Volveremos!

PARA LLAMAR A LA GUARDIA CIVIL, NO RECOMENDABLE. Dueña desequilibrada, mal educada, déspota e insulta a sus clientes. Esto fue lo que le dijo a mi hijo de 6 años ayer "este niño es un maleducado que lo toca todo y le voy a dar un bofetón que se le van a caer los dientes que aún no se le han caído". Además de insultar a mi padre por no querer hacerse una foto con ella. Entre broma y broma se mete con los clientes y al final ha hecho llorar a mis hijos pequeños tras subir el tono a niveles exagerados y nos ha amargado las vacaciones. Una pena los empleados porque no sabían donde meterse tras la salida de tono de la dueña que incluso me llamó hhpp mientras me preparaba la factura. Lo nunca visto y experiencia para olvidar, sin duda informaremos a turismo de Cantabria porque es una pena que traten así a la a gente. Y lo malo es que no somos los primeros ni seremos los últimos según nos dijeron los empleados.

Algo subido de precio pero muy buenas instalaciones, habitación muy cómoda y amplia. Desayuno variado. La amabilidad del personal es destacable: Simon y su equipo son bellísimas personas. Muy recomendable.

Realmente la peor experiencia que he tenido en alojamiento…
La propietaria muy déspota, tanto con los empleados asi como con los huéspedes.
Si pueden buscar otra opción por la zona para quedarse ni duden en cambiar la reserva.
Pésimo

Hemos estado la última semana de julio. Un hotel rural muy bonito y cuidado. Un sitio tranquilo para ir a descansar, y muy cercano a varios sitios que merece la pena visitar.
Destacar el trato cercano y cariñoso del matrimonio que se encarga de todo.
¡Muchísimas gracias!

Sitio espectacular, pero más espectacular aún el trato de los encargados, Simón y Karina. Gracias por todo y os deseamos lo mejor en la vida. Saludos¡¡

El lugar está en una ubicación muy buena, cerca de Suances, Santillana Del Mar y Santander a unos 45 minutos aproximadamente. Entorno tranquilo y con buenas vistas. La habitación tiene buen tamaño, para una pareja con un hijo está perfecta, el baño limpio y ducha buena presión. Los chicos de recepción y el comedor para los desayunos son súper amables, te ayudan en todo y hacen por conseguir lo que necesites. Tienen un jardín precioso y a los niños les sacaron una portería y un balón para que jugaran. Seguro que alguna vez repetiremos.

Totalmente recomendable. Bien situada entre Suances y Santillana del Mar. Ideal para visitar estas poblaciones y las playas de alrededor. Precioso entorno. La casa muy acogedora y bien decorada. La habitación estupenda y bien equipada. Simón y Karina una pareja encantadora que atienden la casa y a los huéspedes con suma amabilidad y diligencia. Un gusto conocerles. Repetiremos seguro!

Muy acogedor, el servicio muy amable, se necesita coche para todo puesto que está en medio el monte aunque hay granjas y pueblos bastante cerca.
Playas preciosas en pocos km

Atención amable y buenas instalaciones en definitiva acogedoras con buena relación precio calidad

Hemos pasado unos días muy buenos en Cantabria con alojamiento en esta posada. Muy bien ubicada de sitios de interés en Cantabria: a 30 min en coche de Santander, o de San Vicente de la barquera. A 5km Santillana del Mar. Zona muy tranquila, a las afueras del pueblo. Le daría 5 estrellas si hubiese tenido bañera y cama de matrimonio, como especificaba la reserva.

Hotelito rural con mucho encanto. Zona tranquila, cerca de la costa y lo suficientemente cerca del centro de Santillana del Mar. Buen desayuno y buena limpieza.

La gerente, una señora rubia que no nos dio su nombre, de unos cincuenta años, nos trató déspotamente, nos amargó la estancia cambiándonos de habitación sin dar explicaciones, lo siento por el personal que nos trató bien pero por esta mujer y por la escasa limpieza de su posada mi puntuación y recomendación es negativa.
Edito: adjunto justificante del pago en efectivo que hicimos, nos hizo una factura manuscrita por la susodicha sin sello ni validez a efectos de declaración, se negó a emitir una factura formal.

Preciosa casona rural en un entorno único. Decoración exquisita, habitaciones a detalle. Jardín agradable. Ubicación perfecto para visitar varios sitios de Cantabria.

Experiencia desagradable.

Dormimos sin calefacción y nos la estuvieron quitando cada hora después de avisarles 2 veces de que no teníamos. Intentaron cambiarnos a una habitación sin luz apenas y de categoría inferior a la que teníamos hasta que nos dieron una parecida "con calefacción" que luego quitaron y pusieron cuando fui a poner la hoja de reclamaciones diciendo que me lo estaba inventando. Estaban avisados de que trabajaba ese día desde allí y necesitaba una habitación medianamente caldeada, no tener que pasar frío.

Después de esto hubo faltas de respeto diciendo que era una niña y que me faltaba mucho por aprender en la vida, una amenaza diciendo que tenían todos mis datos y que procederían a lo que hiciera falta por irme 1 día antes de lo que yo había reservado. Pagué todo lo que pidieron aun así y el trato fue una vergüenza.

Por cierto, en las fotos podéis comprobar que me dieron una habitación que no estaba lista para alojar clientes.

Una posada que no vale lo que cuesta y una atención bochornosa si les exiges comodidades que deberían estar garantizadas. Ningún cliente que paga merece la actitud de prepotencia que recibimos.

En un pueblo pequeño, tranquilo, rural, aunque todo pilla cerca y si quieres ver algo hay que moverse.lógico la posada esta decorada con buen gusto, antigua y muy cuidada, la dueña es muy agradable y sincera, aunque vinimos con temor a otros comentarios para mi hasta hoy no hemos tenido ningún problema.

Recomendado a gente poco exigente en cuanto a limpieza que valore más la apariencia que la calidad y que esté acostumbrado a tratar con gente prepotente y soberbia como la mujer que nos cobró la estancia (parecía ser la dueña), por lo demás tuvimos buen trato por parte de los empleados que no tienen la culpa.