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Me encantó en el minito uno, desde la recepción hasta la despedida. Un ambiente muy agradable, excelente trato al cliente y al producto. Pedimos muchos platos, reciones estupendas y todo riquiiiiísimo. Fijo que vuelvo
Estuve allí hará algo más de un año, y sin embargo no puedo olvidarlo. Lo encontré como turista, buscando buenos restaurantes en Santander.
Viajaba yo solo, así que al llegar a la hora de la reserva, me sentaron en una mesita individual muy acogedora. Desde ese momento, fue puro placer. La chica que me atendió, quizás la dueña, me guió a traves de su carta, en base a mis gustos, con una atención exquisita y trato personalizado.
Siendo yo solo, temía poder degustar solo un plato o dos, pero ofrecen medios tamaños para la mayoria de ellos, por lo que pude probar más variedad, y es lo mejor que pude hacer; productos magníficos de temporada y proximidad, combinados con unas elaboraciones de puro genio que no los enmasacaraban sino que los hacían brillar todavía más.
De verdad, a cada bocado que daba, queda más satisfecho y sorprendido que con el anterior. Mariscos, pescados, carnes y verduras que se entremezclaban los unos con los otros en harmonia. En todo momento me sentí acogido, pudiendome perder en la experiencia.
Por ultimo y más material, estaba dispuesto a pagar con gusto un precio elevado pero totalmente justificado por la excelente comida que había tomado; imaginad mi sorpresa cuando veo que lejos de tener sobreprecio, este estaba totalmente ajustado teniendo en cuenta el producto y el servicio detrás. Quise probar todo lo que pude y en mi caso terminé pagando algo más, pero en condiciones normales, especialmente si van dos o más personas, es un precio que no difiere de cualquier otro restaurante común, a pesar de ser este sobresaliente en todos los aspectos.
Creo que puedo decir sin miedo a equivocarme, que es la vez que mejor he comido en mi vida. Este será mi lugar predilecto cuando vuelva a Santander.
Un desastre. A veces no entiendo cómo hay lugares con tan buenas críticas y que luego me decepcionen tanto. Quizás en la vida lo más importante es tener suerte. Para empezar el local es cutre, viejo con una mano de pintura y un olor a rancio que en los baños es ya absolutamente desagradable. La atención muy seca, rozando la antipatía. En cuanto a la comida, pedimos media ración de berenjenas con mole poblano.dos trozos ridículos y un mole que ocultaba totalmente el sabor del ingrediente principal. Las alcachofas parecían de bote, nada especial. Lo peor, sin duda, un plato fuera de carta de boletus, huevo poché y otras 25 cosas más.vomitivo, presentado en un bol de cereales y realmente repugnante.devolvimos el plato. Un lugar nada recomendable.
Mi pareja y yo descubrimos este sitio en nuestra primera visita a la ciudad y desde entonces siempre que vamos a Santander reservamos ya sea para comer o cenar. Es un local pequeñito en el que se respira un ambiente muy tranquilo y familiar. El servicio es excelente y la comida aún mejor. La oferta de la carta es muy original, con producto excelente y sabores complejos. Aunque tiene en su carta varios platos fijos suelen ofrecer alguna opción más basada en la disponibilidad del producto de temporada. En mi primera vista al restaurante me hicieron el mejor risotto que he probado nunca. Aunque todo lo que hemos probado de la carta hasta ahora no ha gustado deben tener una mención especial las zamburiñas, el tartar y la sardina ahumada. Los postres no se quedan atrás, aunque no seas muy amante del dulce si vas a comer te recomiendo guardar hueco para probar la torrija ya que siendo un postre tan simple y popular consigue sorprender. Se ha convertido sin lugar a dudas en uno de mis restaurantes favoritos.
Muy buena cena. 50 por cabeza, fuimos dos. Pedimos el tartar, las zamburiñas, los ravioli, gambas de Denia fuera de carta, y el magret. Lo mejor fue el magret muy bien cocinado con unos buenos trozos de foie, y las zamburiñas. El tartar rico pero la salsa de ajo le quita sabor al atún. El postre es el cremoso de maracuyá muy rico y original.
Ci siamo trovati molto bene, l'ambiente é molto accogliente (si nota il tocco femminile nel decor) e la cameriera/padrona é stata gentilissima. Ci ha aiutato con il menu, e ha subito indicato i piatti vegetariani. Tutti i piatti hanno l'opzione 1/2 porzione, il che é ottimo per provare un po' di tutto. Vino bianco locale consigliatoci ottimo. Prezzi onestissimi e in linea con la zona.
Restaurante céntrico con un comedor más bien pequeño. La carta es variada y la atención del personal fue eficiente. La cocina estaba bastante bien. En relación al precio, algo caro, pero depende del presupuesto de cada uno, personalmente para ocasiones esporádicas.
Espectacular, comida original, exquisita, carta variada y cambiante según temporada, muy creativa. El espacio es precioso, íntimo y con un personal muy dedicado y amable. Sin duda, una experiencia gastronómica de diez.muy recomendable
Un sitio de referencia en Santander. Una cocina muy actual, pero cuidada, sin grandes florituras. Lo de siempre, pero bien hecho y actualizado. No hace falta mucha parafernalia cuando la esencia, que es comer, es el atractivo. Repetiremos sin duda Gracias
Estaba todo muy bueno, a resaltar la berenjena con mole. La zamburiña está buenísima también. De la sardina ahumada lo mejor es el gazpacho de jalapeño pero no repetiría y el tartar también estaba bastante rico. Los principales no me convencieron tanto, aunque lógicamente están ricos, el rodaballo muy bien y el pastel de rabo también aunque un poco por debajo. El único fallo de todo fue el punto de Magret de pato que para mi gusto estaba muy pasado, fallo mio no haberlo puntualizado expresamente pero al ser para compartir no lo hice y tampoco preguntaron. Los postres muy bien, he probado 3 y los 3 ricos.
Cocina excepcional, atención muy buena. Alérgenos e ingredientes controlados. Saben sacar el sabor a todos los platos. El ambiente muy tranquilo y en silencio.
Es un restaurante tipo francés donde puedes hablar y el ambiente con los camareros es especial! Cuidan mucho las alergias y te atienden como antiguamente, un lujo! Ah y raciones generosas!
Fuimos mi novio y yo por casualidad, estábamos por la zona y buscamos un sitio donde comer con buenas opiniones, acabamos en Agua Salada y qué gran acierto! Comimos tartar de atún, sardinas ahumadas, mollejitas de cordero, curry rojo de merluza y de postre torrija de sobao, todo espectacular. Sin duda, volveremos en nuestra próxima visita a Santander.
The place was cosy and we'll decorated. The host was really courteous and her suggestions were great. The food was perfect and affordable. Highly recommended Michelin guide restaurant.
Restaurante pequeño con grandes sabores, todo está exquisito y preparado con cariño. Mejor reservar antes que ir porque hay pocas mesas y se ocupan enseguida. Muy recomendable.
Genious. Crazy value for money. We (2 pers.) had 8 dishes (half portions most of them, which was plenty by the way) and 2 bottles of wine for around 125 euro. The dishes were incredible, especially the Tuna tartar and the Octopus carpaccio. The wines were superb. Nothing to dislike, only love!
This place is foodie heaven. We would come back to Santander just to visit Agua Salada. The food and the service made it a very special experience. Cannot recommend it enough. A special thanks to Pilar as she made it extra special, always smiling and very warm.
Fuimos desde Málaga a celebrar mi cumpleaños a Santander y dimos con este precioso e íntimo restaurante donde saben mezclar perfectamente la amabilidad con el buen comer. Disfrutamos muchísimo de una cena de 10!
Probablemente uno de los mejores restaurantes que comí en mi vida en relación precio/calidad. Excelente presentación de los platos, excelente sabor y porciones abundantes. Se puede comer 2 entradas, 1 plato principal y un postre por 25 euros por persona. Aparece en la guía michelin como recomendado. La atención del personal es excelente.
Os pongo un tres y dar gracias! Estuvimos este fin de semana y a pesar de que la comida es excelente, la dueña-camarera amarga la cena a cualquiera que se digne a comer allí. Sus modales y forma de tratar a la clientela no es la adecuada y menos para un restaurante de esas características. Cuando se está cara al público como mínimo se ha de ser agradable si quieres que vuelvan…
E S P E C T A C U L A R Desde que llegas la señora te hace sentir que llegaste al lugar correcto. Las recomendaciones, brutales. Probamos 5 platos y cada uno mejor que el otro! Sabor, presentación.de 10!
Excellent rapport qualité-prix. Nous avons obtenu la dernière table pour deux car le restaurant était complet. Les Saint-Jacques étaient travaillées et onctueuses, le turbot et la louvine cuits à la perfection. Je ne mange habituellement pas la peau du poisson mais celle-la était croustillante grâce à une cuisson qui a su préserver la chair du poisson. La variation de chocolat en dessert était digne d’un étoilé, et la bouteille de blanc bio de Penedo à 18,5€ (!) parfaitement en accord avec les plats. Hautement recommandé. Pensez à réserver.
Buenas elaboracionee, bien pensadas y con sentido, sabores armónicos. Ofrecen medias raciones a un buen precio y con una cantidad más que suficiente, de modo que puedes pedir varias cosas. El trato muy bueno y el precio económico para la calidad que ofrecen.
Restaurante pequeño y acogedor que lleva años merecidamente entre los mejores de Santander, un lugar que siempre te sorprende, buena calidad, buena elaboración, buen servicio y precio contenido.
Vimos en trip que estaba número 1 y aquí estamos cenando, todo buenísimo, la verdad que nos ha sorprendido. Un restaurante pequeño pero acogedor, supongo que habrá días que solo atiendan reservas. Hemos cenado rabas, risotto, lubina, los postres torrija y lingote de almendra. Un 10!
Es un restaurante muy acogedor que propone una oferta de platos variados con toques internacionales y con mucho sabor. Todo lo que elegimos fue de nuestro agrado, especialmente el salmón marinado, los fideos y el lingote de almendra. El servicio fue rápido y amable. Cumplen las medidas Covid, aspecto que valoro bastante en los tiempos que corren. Repetiré seguro.
Fuimos a comer cuatro personas. El servicio muy bueno. Pedimos 3 primeros para compartir, cuatro segundos y un postre. Estaba todo delicioso y todos disfrutamos muchísimo de la comida. Sin duda repetiremos. Un restaurante muy pero que muy recomendable.
Excelente restaurante, imprescindible si quieres darte un homenaje en Santander. Comida muy sabrosa, trato agradable. No es barato pero pagas con la tranquilidad de haber disfrutado.
Sitio pequeño, para mi gusto mesas demasiada juntas, me resulta incómodo. La carta y la comida se corresponden con el precio. Me esperaba sabores más potentes.
Restaurante pequeño y aunque no llama la atención desde fuera merece mucho la pena. El servicio es atento y agradable, la comida elaborada y muy bien presentada. Es de agradecer poder comer sin bullicio, permite medias raciones lo que hace que puedas probar varias cosas, con ganas de volver para probar todos sus platos
Lugar íntimo, bonito y muy agradable. En cuanto a la comida, simplemente perfecta. Buscábamos una cena especial, pescaíto rico y han cumplido todas nuestras espectativas. Volveremos sin duda. Ahhh se me olvidaba, la atención estupenda.
Visité Santander y me recomendaron el sitio. Bastante tranquilo: sábado noche y solo había 3 mesas llenas así que fue bastante agradable cenar sin bullicio de gente. Cena de 4 personas, una de ellas celiaca y nos dijeron que platos había en la carta sin gluten. El salmón, marinado por ellos, con naranja tenía un aroma intenso, como no me gusta la naranja me pareció excesivo pero a los otros comensales les gustó. Los raviolis de cigalitas sabían más a camarón pero la textura, cantidad y presentación correcto. Las zamburiñas…ufff…. Podría haberme comido 500. DELICIOSAS. El curry muy bueno y el rodaballo ESPECTACULAR. Es una maravilla el pescado en Santander y su calidad. El postre de chocolate de texturas no me pareció nada del otro mundo pero la torrija de sobao era tan contundente como riquísima!
Si quieres una cena exclusiva y de calidad, no puedes dejar escapar este sitio.
Por cierto el local muy sencillo, limpio y un trato por parte del equipo impecable.
Buena cocina, pero lo echo todo a perder gracias a la señora camarera que nos atendió haciendo comentarios inoportunos sobre nuestra vestimenta, aún así enhorabuena al cocinero
Had lunch there on my last day before flying home. Couldn't have asked for a better send-off. A terrific menu and extremely well-made, delicious food without being in any way fussy or pretentious. Highly recommended.
Una grata sorpresa! Me lo habían recomendado y mucho mejor de lo que me esperaba, armonía y equilibrio en sus platos, toda una caricia al paladar. El servicio atento y cercano. Os lo recomiendo.
Lugar frío d ambiente como d comida. Curry rojo falta sabor. Yo diría q falta "corazón". Hay q cocinar con amor. El rabo mejor. Postre d fruta d la pasión, poco sabroso. Personal poco comunicativo. Quizá más amable con extranjeros y clientes. O es q es el carácter montañés! Habrá q probar resto de la carta. Precio acorde con la comida.
The half portions are quite big and offer an excellent way to sample within one visit most of the small, but exquisitely executed and presented menu. Of the 6 dishes (halves) ) we had, 5 were outstanding and one was just very good).
Reserving a table in advance is essential. (Works quite well online too)
A small and cozy restaurant, where the food is number one and also the service is good and they speak English. En most of all the have a choice for someone with a diet of gluten and lactose free. Highly recommend the restaurant
Llegamos a las 13: 27 y estaba un señor anotando el menú del día en una pizarra exterior. Hacia frío y le preguntamos si podíamos entrar a comer y nos contestó de mala gana que no se abría hasta y media. Motivo suficiente para no pisar más.
Espectacular: sitio acogedor, buen servicio y platos muy bien elaborados. Había leído buenas críticas pero en algunas ponía que había cierto olor a tubería. Tengo que decir que nosotros no percibimos ningún olor desagradable. Para volver
Muy buena calidad de los productos y un trato muy correcto. Respecto a la cantidad, escasa y el precio bastante alto. Está bien para una visita esporádica pero antes optaría por otros restaurantes de la ciudad.
Buena comida y trato agradable pero raciones algo escasas. Sobre todo la cabra que era un pescado muy pequeño y los postres fuera del menú caros. Por lo demás un sitio muy agradable.
Pedimos carpaccio de pulpo con pistachos y salsa de lima, pastel de berenjena con rabo de toro, risotto con tomate y espárragos y alcachofas frescas con jamón. Todo estaba increíblemente delicioso y salimos llenos.
Hemos comido aquí hace sólo unos días y he quedado encantado, tanto por el local, como por su carta. Es un viaje al sabor, al producto bien tratado y al verano en pleno invierno. Prometo volverles a visitar a mi regreso a Santander. Gracias!
Un sitio acogedor, una atencion super amable, una cocina exquisita, con unos detalles q no son normales en la mayoria de los sitios podria poner varios detalles, servilletas de tela, te cambian los cubiertos en cada plato y el colmo es q si se te olvidaron las gafas te traen una colección para q pruebes cual te va, TODO UN DETALLAZO. Lo recomiendo de todas todas, lo q advierto es q hsy q reservar pq si no seguro q no tienes mesa. Si teneis oportunidad probarlo, yo lo recomiendo al 100x100 al y unos precios fantásticos. Probadlo no os defraudara y q conste q yo no lo conocia hasta hace unas semanas. ¡Espero os guste y lo disfrutarlo!
Tengo que decir.k ha sido una sorpresa super recomendable. Riquísimo el tartar de Atún, el carpachio de pulpo, los Noodles y el Rabo de toro. Los postres de nivel. Vino ecológico en la cena. Todo expectacular. Relación precio_calidad 8 sobre 10 Una pega. El desagradable olor a desagüe que habia en la sala, probablemente por estar sentados jumto al baño. 7 personas. 8 platos, 2 botellas d vino. 2 de agua. 4 postres. 1 cafe. 7 chupitos. 30€/persona. Para repetir.
Estamos comiendo hoy y el trato es inmejorable la comida muy rica y las raciones muy buenas está todo perfecto y detalle del taburetito para el bolso un detallazo lo recomiendo al 100% cuando vuelva a Santander sin duda comeré aquí
Muy recomendable! Tanto la decoración del restaurante, como la amabilidad y la atención del personal y por supuesto la calidad y sabor de todos los platos que hemos probado ha sido de 10. Los Ravioli de Langosta están increibles, el risoto de cachón y el cochinillo deliciosos, y el broche final son los postres. Esperamos volver.
Media Ensalada de gambones, aguacate y mango, ravioli y media de raya. Postres torrija de sobao y lingote de almendras y de beber agua 50€
Las raciones son exageradamente escasas y a la vista son muy llamativas pero no nos ha gustado mucho. La ensalada y la raya mejor pero no repetiriamos. El lingote de almendras no nos ha gustado, la torrija si.
El precio muy elevado, por ejemplo 16€ por 6 ravioli. No lo vale ni por cantidad ni por estar bueno.
El servicio y la atención son buenos. El sitio bonito y acogedor.
Si buscas un lugar acogedor en el centro de Santander para comer o cenar, y por ejemplo estás con tu pareja, te recomiendo este lugar. Es una delicia para los sentidos, la cocina es de alta calidad, el lugar acogedor, el recibimiento y el trato es excelente, el tiempo parece pararse en la mesa, te sientes recompensado por estar allí, una experiencia pidas el plato o el vino que pidas, puedes volver muchas veces porque allí no solo se va a disfrutar de la comida sino a recargarte de energía. Lo descubrirás y volverás
Ambiente agradable y servicio correcto. Las raciones son de tamaño medio, una por comensal está bien. Sugiero acudir y compartir para poder probar mas cosas. Precio adecuado, excepto los postres que son caros. Merece la pena la visita a este restaurante.