Restaurante Casa Victoria

Comida original y sabrosa. Mezcla de sabor tradicional y comida moderna. Toda una sorpresa a un precio más que recomendable. Desde luego volveremos.

Fuimos el otro día a comer allí y la verdad que fue todo un acierto.
Puedes pedir raciones más pequeñas de algunos platos y eso nos permitió probar diferentes sabores.
La verdad que todo estaba muy bueno, además de ser platos originales.
Mención especial a la Buta Siciliana. Impresionante !
Nos quedamos con ganas de probar algún plato más, así que tocará volver.

Teníamos muchas ganas de ir a probar el ramen lebaniego. Aprovechamos que veníamos de viaje para ir a comer. Nos decantamos por el menú degustación (35€/persona) para poder probar varios entrantes. Las croquetas y los postres increíbles. El ramen nos desilusionó, no se correspondía con el aspecto de fotos que habíamos visto, estaba bueno pero sin más. La bebida del menú es muy escasa, entra 1 copa de vino, 1 botella pequeña de agua o una caña. Al final pagamos 77,9€: 2 menús, 1 copa de vino extra, pan! y 2 cortados

Increíble. Un sitio espectacular con buena comida (mucha sin gluten) todo trabajado y casero, la cocinera y la camarera muy simpáticas. Que pena no tener un menú para poder ir más a menudo. Pero la calidad precio es perfecta. Muchas gracias chicas

Sitio pequeño pero con mucho encanto.
Camarera muy atenta
Comida espectacular
Parece una fusión entre asiática y local
El ramen lebaniego muy bueno
Canelones exquisitos
Croquetas espectaculares y sin palabras la torrija de sobao pasiego

Aparte del servicio muy lento y de las raciones escasas, pedimos atún al punto y nos vino una suela muy fina. Tras devolverlo volvió frío y casi sin descongelar, en fin. Deberían mejorar porque algún otro plato, croquetas costilla
y burrata estaban bastante bien

Fuimos a comer en familia, para una celebración familiar. El sitio lo podemos denominar como un estilo fusión, con recetas tradicionales a las que se le da un toque de otras cocinas.

La comida nos resultó contradictoria, algunas de las varias raciones que pedimos estaban bastante bien, y otras no eran para nada lo que se esperaba. Por ejemplo las manos de cerdo, gustaron mucho, pero la costilla de ternera a baja temperatura nada (la pieza no era costilla, era vacuno eso si). El precio no es económico y las raciones no son especialmente grandes, tampoco es que sean muy pequeñas.

El servicio correcto, un poco lento a ratos pero, bastante correcto. La chica que nos atendía se prestaba a solucionar dudas.

Al entrar en el comedor, en el que nos tocó era un pequeño junto al bar, (no se si hay más dentro o fuera del local) había un olor muy fuerte al ambientador. A mi es algo no que no me gusta, especialmente en un sitio que voy a comer. En el bar se juntan algunas personas a entonar sus canciones y tonadas, lo que hacen que por muchos momentos "su emoción" suena como si les estarían atropeyando.no a todo el mundo le resulta agradable, de hecho, las 2 (de 4) mesas que estábamos en el comedor coincidíamos comentando lo mismo.

Ya lo conocíamos desde hace 3 años y ya nos parecía recomendable, pero este año nos ha encantado, su menú degustacion muy apetecible y si haces picoteo también triunfa.además la atención inmejorable.o sea.no os lo perdáis

1 botella de agua pequeña,
1 botellin sin alcohol
2 huevos fritos con gambones
3 canalones de vaca vieja
1 porción de tarta de manzana con media bola de helado
44 €

Los postres muy buenos, pedimos la torrija de sobao que estaba tremendísimo y el brownie, que también estaba rico. El servicio bueno y aquí se tiene que comer bien, eso sí, el café estaba malísimo.

Lo que parecía ser un bareto del pueblo ha resultado toda una experiencia gastronómica. Tienen una carta de lo más chic, y con resultados exquisitos. Todo un acierto. Muchas gracias por sorprendernos!

El servicio muy correcto y la comida muy sabrosa. Ha sido una agradable sorpresa encontrar este lugar.

Buena comida en general, fuimos con ganas de probar el ramen lebaniego y no había, el Milhojas de cordero lechal a baja temperatura manzana y foie, no lo repetiríamos, ni rastro del foie ni del cordero, los baos y las croquetas muy buenas, el postre de torrija todo un acierto. El servicio muy atento y rápido.

He ido con unos amigos estas navidades y perfecto. Era la primera vez que iba y tras algunas recomendaciones decidimos ir a probar. Nos dejamos aconsejar por la persona que nos atendió y gran acierto, al final como éramos unos cuantos, pedimos opciones variadas para probar lo máximo posible y quedamos todos encantados.
Los entrantes nos sorprendieron, las croquetas de gorgonzola una delicia, las gyozas de gambón muy ricas y los nachos parecían caseros tal y como nos dijeron y muy ricos. Pedimos unos cubitos de rabo de vaca que fueron una sorpresa y una especie de milhojas de patata que estaba muy rica.
Los platos principales más tradicionales como la carrillera, la costilla o el codillo estaban muy buenos, carnes muy bien cocinadas y sabrosas.
Pedimos también platos más innovadores como las manitas de cerdo con gambón, vieria y salsa de langostinos que estaban riquísimas, el ramen lebaniego muy bien de cantidad y sabor, los pan bao de pulled pork muy ricos también y la hamburguesa smash burguer se la recomendó la chica que nos atendió a un amigo y yo no la probé, pero dijo que estaba muy buena la carne y la hamburguesa muy jugosa.
Y cuando parecía que todo era perfecto, llegaron los postres.y que decir, INCREIBLE la torrija de sobao, me atrevería a decir que el mejor postre que he comido en mucho tiempo. El crumble de frutos rojos y las gyozas de manzana estaban muy ricos también.
Pedimos todo a la carta, pero seguro que con menú del día no fallan.
Sin duda repetiré para probar algunos platos que me quedé con las ganas y sin duda para comer esa torrija de sobao.
Grata sorpresa en Arenas de Iguña que mezcla cocina tradicional con sabores nuevos.
Muy buena atención por parte de Diana y Alicia, muchas gracias.

Estupendo sitio. Comimos croquetas de pollo con curry extracremosas y riquísimas, fritos de vaca vieja que nos llenaron de sabiduría, unos boquerones en vinagre que saltaban del plato y la torrija de sobao exquisita que remató la faena. Y un personal muy amable. De la diez.

Comida escasa, hemos ido un buen grupo de gente y hemos salido con hambre. La atención y el sabor de la comida muy bien, pero las raciones extremadamente pequeñas

La comida esta buena, pero relación de cantidad y precio. Te esperas otra cosa.
En el comedor hacia frio.

Estuve tomando algo y solo había tapas para los del pueblo los forasteros pedimos raciones o torrenillos

Una propuesta menos común que lo habitual, alta calidad en la comida y el servicio.
Como para volver.

The waitress was fab, really nice and helpful. Food was excellent, very earthy, Spanish traditional food.

El lugar es carisimo para la calidad de comida que te sirven y el trato deja mucho que desear claramente no volvería a este restaurante.

Dice tener servicio a domicilio pero cuando vas a pedir te contestan que tienen servicio de cenas y no hay domicilios, el resto de días no abren de noche, osea, no hay domicilios

Comida de autor, el mejor sitio donde comer o cenar algo fuera de lo común en el Valle Iguña. Comida excelente, buen trato. Precio normal tirando a elevado por la zona que es, pero merece la pena 100 por 100 por la elaboración de la comida. Para repetir.

Pretencioso. Platos a priori llamativos pero mal ejecutados. Servicio poco amable la verdad, no busco amistad con los camareros pero algo de contacto visual y respuestas amables. Croquetas aceitosas. Nachos también aceitosos ¿? Con salsas de bote. Ramen insípido y sardinas marinadas saladisimas. No experimentamos con los postres visto lo visto.

Un sitio con cierto diseño y con una cocina muy aceptable. Una pena que las alubias blancas, tipl cocido montañes estuvieran mal, pastosas
.

Servicio extremadamente lento estando el local vacío, y relación calidad-precio desorbitada. No lo recomiendo, ni repetiría.

En un pueblo tan pequeño hemos encontrado un tesoro. Sorprendente. Aconsejo los nachos no recuerdo como se llaman en la carta pero se que tiene pico de gallo. Excelentes. El respeto de los platos tambien

No está mal, al contrario, muy selecto, pero esperaba encontrar un restaurante más al uso en esta localidad no muy grande. Es bastante selecto, con un precio un poco más elevado.

El restaurante no dispone del personal suficiente ni la atención debida para la carga de trabajo que soportan. Solo atienden en el interior. Si deseas estar en la terraza tienes que sacar tus propios platos o bebidas. Pedimos rejos que estaban buenos (6,5€) además de mano de cerdo con zamburiña que estaba bien hecha pero la salsa no tenía textura. La ración pequeña y el precio elevado (para lo que dan 15€) Carrilera de vacuno al vino que adolecía de lo mismo. Bien hecha pero, en mi opinión acompañada de una salsa muy líquida y poco sofisticada 11€)
Opino que si no se tiene personal suficiente o cocina más amplia quizás no debieran atender servicios que no se puedan dar a satisfacción de los clientes, pese a que ellas te advierten de la espera y del “autoservicio”.

Local con opciones para comer en las mesas del patio interior a cielo abierto, y las que están dentro del local. Carta con platos tentadores, bastante bien presentados y cocinados: buñuelos de bacalao en salsa de tinta de calamar, atún en vinagreta de manzana, cachón en su tinta, escabeche blanco de pollo picantón, y costillas de cerdo iberico fueron los platos que pedimos.
Muy buenos los buñuelos y el atún, las carnes quizás precisaban un poco más de cocción pero estaban bien, el cachón perfecto. Los postres muy bien, caseros y contundentes: tostada pasiega von higo y helado y crumble de manzana.
En bodega, se pueden escoger vinos de varias denominaciones Duero, Rioja, Rías Baixas, etc. La cuenta final, 86€.
Una pena lo limitado del horario, la cocina cierra a las 22: 30h, y el local a las 23;00h.
La atención de la camarera, correcta.
Es una opción interesante en la zona, no lo conocíamos y repetiremos entre semana para probar el menú del día.

Excelente atención, producto de primera calidad, platos preparados de alta gastronomía, junto con sus postres realizados en el mismo restaurante con gran categoría y calidad también.
Ambiente muy agradable con grandes detalles de atención hacia el cliente.
Para volver en cualquier momento.

Lastima que desde que entras parece que eres un fantasma, no te atienden, tardan eones y parece que te están haciendo un favor por atenderte. Supongo que las 3 personas que nos hemos encontrado hoy, con el restaurante prácticamente vacío, no tenían muchas ganas de trabajar.

Hemos estado un día entre semana y nos han atendido fatal, con una tranquilidad pasmosa y sentándonos en terraza cuando amenazaba lluvia. Una pena el trato pésimo al cliente porque la comida no estaba mal, pero muy incómodos por las largas esperas y eso que no había apenas gente.

Bien dice cocina a fuego lento. Para comer un simple menú del día, desde que nos sentamos en la mesa, hasta que pudimos comer el primer plato, pasaron 40 min y para traernos el segundo otros 30 min. Total 2 horas mínimo para comer. No es para ir con ningún tipo de prisa.

Hemos comido un menú por 12€, callos, unas alubias, y de segundo carrillera y una albóndiga con una crema de queso y trufa. Bueno, estaba todo increíble. En el menu entra bebida y postre o café. Además nos han puesto un pequeño aperitivo de bienvenida super rico. Para repetir!

Toda una sorpresa. En medio de Arenas de Iguña, lejos de la sofisticación de la ciudad, encontramos este establecimiento que pone lo mejor de los restaurantes de bandera por la mitad de precio. A eso se suma una atención excelente y un local modesto decorado con mucho gusto y cariño.

Muy recomendable, comida casera y muy buena, trato espectacular, los postres exquisitos, nosotros repetiremos seguro.

Buena comida, es pequeño el local y a partir de las 22.30 horas no hay cocina. Se equivocaron en las croquetas, en vez de queso nos puso de pollo. Nos hubiese gustado que tras decírselo, y comprobarlo, por lo menos nos comentara el error.

Absolutamente perfecto. Comida de toda la visa buenísima, mejores postres, servicio amabilísimo y precio genial. Salón pequeñito, pero éramos 14 a comer. ¡Pequeño gran descubrimiento! Nos lo apuntamos para futuros viajes a Cantabria.

Una atención esmerada. Una cocina que sorprende, con propuesta muy elaboradas, con mucha profesionalidad. Y un precio que sorprende aún más. Imprescindible.

Sitio clásico y acogedor combinado con una cocina tradicionalmente moderna y exquisita, además de un trato por parte de las trabajadoras agradable y cercano. 100% recomendado

Comida casera y los mejores postres.
El mejor sitio para comer en Arenas. Atención única por las camareras

Estuvimos el fin de semana del 28 al 1 de Marzo por Arenas de Iguña y comimos un menú del día aquí. Quedamos tan sorprendidos y maravillados de la buena comida que decidimos hacer las cenas de los dos días también. Comida casera y riquísima, el Ali-oli impresionante de bueno con los calamares rebozaditos y las patatas con salsa brava un lujo. Las carnes extraordinarias. La verdad que da gusto encontrar un restaurante con esa comida de tan alto sabor y calidad a un precio asequible. Nuestra más sincera Enhorabuena a las dos chicas que nos atendieron ese fin de semana.

Hemos comido en este pequeño restaurante y repetiremos. Merece la pena por su calidad, presentacion y buen trato. Hasta pronto!

El mejor bar-restaurante del pueblo y con bastante diferencia. Menú del día por 15€ muy curioso y con opciones veganas.
C
ensalada de pollo y de segundo alitas y secreto con patatas y salsas de queso y barbacoa. De postre ofrecieron arroz con leche y helados, aunque me quedé sin probar una tarta de crema de orujo que tenía pintaza.

Los platos de carta prometen, pero a mí con el menú me sobraba. Camarera 11/10.

Después de un viaje muy agradable con gente entrañable, nos encontramos con una camarera muy desagradable.

Me sorprendió, lugar acogedor y con una comida casera y muy rica. Menú del día por 15€ con 4 platos de cada para elegir. Carta con raciones muy apetecibles, regresare a degustarlas. Recomendable.

Comida casera a muy buen precio. El comedor de abajo es pequeño pero muy acogedor. La atención también es de 10 y además tienen el detalle de poner un orujo casero muy rico. 100% recomendable.

Fuimos a merendar, porque nos dijeron que tenían un montón de postres caseros, probamos la torrija de sobao tarta de crema de orujo, y las croquetas de arroz con leche y estaba todo buenísimo volveré si dudarlo

Para repetir. Siempre me sorprenden sus postres, ya era rica la tostada de sobao pero ahora le supera la torrija también de sobao. De la carta, a mi me gustan unas cuantas cosas, pero creo que me quedo de momento con las manitas deshuesadas con salsa de langostinos y zamburiñas mmmmmm. Relación calidad precio muy buena

El mejor restaurante a mi manera de ver de Arenas de Iguña.
El comedor, por lo menos en el que non coicaron las 2 veces un poco pequeño.
Todo bien preparado y rico

Muy mal servicio parece q les bas a pedir regalado si no les gusta su trabajo que cambien las chicas con mala cara no dan ganas de volver.