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Un restaurante único con un trato espectacular una comida excelente, el precio del menú es muy barato para la calidad de la comida. Un restaurante recomendable.
Muy buen sitio para comer o cenar, la ensalada de ventresca con anchoas espectacular, y la tarta de queso la mejor que he comido nunca, muy recomendable.
Un menú del día asequible (13€ con pan, vino tinto de cosecha/rosado y casera, con postre). El arroz con langostinos rico, suelto y sabroso. Los langostinos bastante secos, se nota que no están hechos con el arroz. El clásico bistec con patatas, estaba tierno. La sorpresa grata fue el postre. La tarta de queso muy rica, así que la recomiendo! Tienen carta y había bastante gente un jueves lluvioso, por lo que está claro que saben atraer con la comida. Un buen servicio.
Aconsejable, todo muy bien organizado, la comida por encima de lo esperado en un menú de ese precio. Muchos detalles en los platos en donde se nota que alguien pone amor en la cocina.
Paramos a comer por las reseñas que tenían. Menú muy económico, 13€ por persona. Relación calidad precio muy buena. Además, los camareros muy amables nos cobraron el menú y nos invitaron a los cafés aún cogiendo postre.
Buena cocina, pero el servicio fatal, falta un control de las mesas y comandas de fuera. Estuve allí y pedí con unos amigos un menú que estaba bien, todo perfecto. Eso si, tarde en comer dicho menú entre plato y plato más de una hora. Falta control, como digo, de las mesas de fuera y coordinación con cocina
Comimos allí de paso hacia Suances. Estaba lleno, como se espera de cualquier sitio en agosto. Comimos en la terraza. No esperábamos gran cosa, pero se nos quedó muy corto. Timbal de verduras, aceitoso y soso. Arroz negro nada bueno. Postres.pedimos cornetos, ya que no había nada que nos gustara. El menú, muy corto, poco para elegir. En definitiva, nos sirvió para poder llegar a destino ya comidas.
Reservamos una paella de marisco para 7 y unos entrantes que elegiríamos mientras se hacía la paella, todo esto reservado por teléfono para las 14: 30. Nos sentamos a las 14: 15, restaurante llenándose, nos tomó la comanda el que parecía ser encargado. Nos comenta que las raciones de paella son tan abundantes que no pidamos muchos entrantes porque no vamos a poder con ello. Y asegura que mientras nos sacan los entrantes, 10 minicroquetas, tomate y medio con aceite y sal y docena de pimientos verdes, en 15/20 minutos está la paella. Han pasado 45 minutos y le pregunto por la paella y los 20 minutos ya doblados, a lo que me responde aparentemente enfadado que hay mucha gente, comemos pan. Finalmente a los 50 minutos aparece la supuesta super paella de marisco, un langostino y dos mejillones por barba, rellena 7 platos y deja un octavo similar a los anteriores por si queremos repetir. Nos quedamos con hambre, la verdad, la ración que por teléfono era a 15€ por persona se cobra a 16. La ración de pan a un euro por persona.
Lo mejor: El punto del arroz, Los postres, que nos quitaron un poco el hambre. El camarero que nos trajo los postres y cobró la cuenta, profesional y servicial.
Lo peor: La tardanza y cantidad que el encargado nos prometió y que finalmente nos dejó con hambre. La poca amabilidad del encargado al que si se le dice que las cosas no van bien, creo que con razón, no sabe encajarlo. Ese baile de precios entre lo presupuestado y lo cobrado.
Hemos venido a comer por las buenas reseñas y el sitio no defrauda en absoluto. Restaurante acogedor que dispone de menú de fin de semana con varios primeros y segundos a elegir. La comida muy rica y muy bien presentada, el trato de los camareros ha sido muy bueno en todo momento (no se el nombre del resto pero Santi que también nos atendió fue muy amable). Cuidan mucho los detalles, hasta te traen la cuenta en una cajita muy mona y se preocupan de que el cliente esté agusto. La tarta de chocolate estaba riquísima. Un buen sitio para repetir sin duda
Estuvimos muy agusto en la terraza y la comida del menú de fin de semana nos gustó mucho. Fuimos 4 personas y comimos un poco de todo: cocido montañés, ensaladilla, arroz con almejas, merluza, entrecot. Había mucha gente y los camareros estaba a tope, pero aún así fueron muy amables
Relación calidad precio difícil de encontrar hoy en día. Yo he comido cocido montañés riquísimo y una lubina impresionante, gran tamaño y bien preparado, nada grasiento. Y el precio muy bueno tambien, menú de fin de semana 22€. Trato amable al teléfono y en persona.
El menú de 12 e no tiene ninguna calidad, al menos lo que yo probé. Merluza con salsa verde, la merluza no sabía absolutamente a nada y la salsa verde era blanca y gelatinosa, y también insipida
Menu del dia flojo. Su precio 12e persona. Los macarrones al horno eran una plasta super pasados. Las carrilleras muy mejorables. El bacalao bien, aunq me lo sacaron sin patatas en otras mesas lo vi con patatas. Y el postre tarta de queso incomible de lo dulce que estaba. En resumen no nos gusto este menu.
Un servicio de 10 y la ensalada y zamburiñas (volandeiras) riquísimas. Nos aconsejaron la comida según la calidad de producto que tenían. Muy contentos.
No ha sido una grata experiencia. La comida por debajo del nivel exigible por 12 euros, lentitud desesperante, camareros con poco oficio, Una pena con lo que fue.
Tiene variedad en la carta pero como había mucha gente hemos decidido ir al menú fin de semana por complicar menos y la verdad que estaba todo muy bueno, verduras a la plancha, entrecot y merluza.muy bien.recomendable
La comida se podía comer, pero encargamos una paella a las 14,30, llegamos a las 14,15 y aunque pedimos unos entrantes hasta las 15'20 no nos sirvieron la paella, íbamos con críos y no se puede hacer esperar tanto, o les faltaba personal o el personal estaba verde
Entre Castro Urdiales y Laredo hay mucha vida. Tanto es así que en Liendo hay un jardín botánico muy interesante, pero no sólo la botánica alimenta al hombre. En esta villa hay, que yo sepa, dos restaurantes donde reponer fuerzas: uno en el pueblo, El Ambigú, y otro en la carretera, que es del que hablamos en esta ocasión. Sorprendiome que las rabas estaban muy bien fritas y que la cerveza era Alhambra. Blanco y en botella: aquí trabaja gente de Graná. Buena suerte a mis paisanos andaluces
Comimos menú del día, calidad-precio muy justito. Hay muchos restaurantes por la zona con mejor producto al mismo precio. La única pega reseñable e importante es que al entregar o recoger los platos hay que hacerlo con más cuidado, el camarero derramo en varias ocasiones comida y bebida.
Había mucha gente, fuimos sin reserva y los chicos muy atentos nos prepararon una mesa. El arroz negro con ali olí. Espectacular y todos los camareros, incluidos los de la barra.súper majos y agradables. Muchísimas gracias
Volveremos sin duda. Buena comida, buen precio, buenas raciones y los camareros de 10, super majos, atentos, eficientes. Nos sentimos como si fuéramos alli de toda la vida y era la primera vez. Muchas gracias!
El menú de 21€ es perfecto. Comimos Alubias con compango muy ricas y la ración más que generosa. PERFECTO. Rabo al vino tinto muy rico. Y unas Zamburiñas (volandeiras).
Buena atención. Buen producto a muy buen precio. Volvería sin duda.
Hoy e estado comiendo con mi madre y todo perfecto, hemos cómido un menú y yo e pedido un cocido montañés que estaba de muerte, el trato de los camareros perfecto
Hay un antes y un después. Antes era un restaurante de diez, comida casera, exquisita y bien presentada. Trato amable tanto del cocinero como de los camareros. Y si querías invitar a alguien a comer y quedar bien, siempre les llevaba allí, éxito asegurado! Ahora ha cambiado de dueño y de camareros, y es un restaurante de cinco, mediocre. Comida regular, no mala, pero regular, y que te llega a la mesa ya fría. Camareros que van como pollos sin cabeza, que se olvidan 40 minutos de coger la comanda de una mesa, que sirven la mitad de los platos y se olvidan del resto, que no te traen las bebidas ni el pan. Tardamos más de dos horas en comer, porque entre platos pasaba más de media hora, y además luego nos llegaban los platos fríos. Las raciones de pescado minúsculas, una colita sólo. En fin, me produce tristeza ver que un restaurante que era uno de mis favoritos, se ha convertido en un lugar así. No sé si volveré o no, pero sin ilusión.
Hasta hace poco, el propietario era una persona mal encarado y soberbio, y los camareros estában condicionados por el, y el ambiente era muy tenso. La comida era correcta, pero eso pasaba a segundo término. Por fortuna ha cambiado la gerencia, servicio, y se nota positivamente! La comida, menú del día muy digno, tanto en precio, servicio y calidad.
De lo mejorcito de la zona. Raciones muy generosas, todo muy cuidado y un trato excepcional. Precio muy ajustado en comparación con lo que hay por los alrededores. Fer.
Me alojaba a 17 km. Estube horas mirando algo con calidad-precio y no daba con nada. Todo de mala calidad hasta que encontre El Roble. Las reseñas, la pagina web y las fotos me animaron a ir a cenar en pareja. Reservamos. El lugar limpio y un comedor donde se ve que cuidan al comensal. El trato del personal excelente, muy profesional y educados como tiene que ser tanto del camarero como el chef que salia a peguntar que tal la comida. Comimos de entrantes almejas con salsa y luego solomillo y rabo de toro al vino tinto, de postre flan de cafe y tarta de la abuela. Todo casero y muy buen sabor. Merecio la pena, salimos satisfechos. Volveremos. Recomendable. No dudeis. Zona de aparcamiento afuera y porche tambien para los que fumeis.
Llevamos unas cuantas veces comiendo en ese local y la verdad es que nos sorprenden con sus exquisitos platos. Unos platos de primera, bien preparados, colocado todo con elegancia y con un sabor tremendo. El personal muy amable.
Preparan rabo y Carrilleras maravilloso y los menús de lunes a viernes están muy bien, comida casera muy limpia y sana, no te cae nunca mal y la relación calidad/precio es muy buena, así como la atención del dueño y del personal.
La atención y el servicio es estupendo. Hay unas maravillosas rabas y otras cosas. Hemos ido 30 a comer pero nos ha decepcionado el salpicón de marisco por frío, duro e insípido. El mero estaba duro, seco e insípido, probablemente por un descongelado acelerado. La peor tarta de queso de la opinión de todos, la tarta de la abuela pesada y de escaso sabor. No todo ha estado mal, pero llama la atención que unos platos muy ricos y otros más que malos. Muy ricos cocido montañés, entrecotes y ensaladas. Volver si, para mejorar o empeorar la puntuación.
El lugar es agradable. El menú, en nuestro caso, no ha sido un acierto. Arroz mal elaborado. San jacobo de elaboración industrial. Las costillas sabían recalentadas. Podría mejorar muchísimo. Un menú también se merece una buena elaboración aunque no sea una carta.