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Típico "bar" más que restaurante, situado en el antiguo pueblo pesquero (pero sin vistas al mar) muy masificado y con comida aceptable en relación calidad/precio
Experiencia de 10. Comida muy buena, servicio perfecto. Las sardinas a la brasa y las zamburiñas para repetir. Por un error al darnos la mesa nos invitan a una botella de sidra, en pocos sitios se ven estos detalles.
La comida es normalita pero es que la atención al cliente es lo peorcito que he visto en mucho tiempo. No solamente se burlan en tu cara por llegar a las 20 a cenar (cuando me dieron reserva días antes a esa hora sin ningún problema), sino que encima te hacen esperar porque no tienen el salón preparado y el camarero que nos atendió era mal educado, grosero y desagradable. Volvería por la sardinas, que era lo único decente, pero con tal de no ver a semejante espécimen pago por no volver.
Al acceder, dadas las dimensiones, ringurrangos del inmueble y número de camareros, crees percibir un aura mezcla de desconcierto, desorden y cierta anarquía: error, se trata de una maquinaria bien engrasada y experimentada. Iniciamos las hostilidades con unas anchoas de Santoña (magníficas, aún cuando un tanto saladas), para proseguir con unas almejas a la sartén (extraordinarias de calidad y punto), y finalizar con un "machote" a la plancha (parecido a lubina con más sabor), sobresaliente en frescura y tiempo de plancha). Maridamos tamañas viandas con un albariño, Mar de Frades, amarillo pajizo, ribetes acerados y manzana verde en la retronasal. El servicio empático y buen conocedor de su praxis, y del que merece una mención especial el "ruso". En resumen, merece ser visitado nuevamente, aunque, tal vez, fuera de la época turística.
Me ha gustado este restaurante han sido rápidos a pesar de que había mucha gente, la paella estaba muy buena y la merluza del menú no me ha gustado mucho, de postre flan casero estaba muy bueno.precio del menú 20 euros de lunes a viernes
La mariscada super salada y nada que ver con lo que era antes. Donde están la almejas, los mejillones y las navajas? Nos tocó una sala super ruidosa donde no puedes disfrutar de la comida. Les tuvimos que llamar la atención nosotros. Quizás una paella hubiese sido mucho mejor que la mariscada.
Es un restaurante que aplica medidas de apartheid. Lo importante para ellos es que estes no que tengas la cartera llena para consumir ni que seas una persona educada.
La comida ha sido espectacular. Calidad precio inmejorable. El servicio de 10, con un único"pero", al parecer que metían un poco de prisa para dejar la mesa al otro turno.
El local bonito pero la comida tardó mucho en servirse y estaba fría. Parecía congelada, no casera. Se lo comentamos al camarero y nos contestó con tono irónico. Sin duda, no volveremos
Una mosca en uno de los platos que pedí, y con la cara de responderme aún siendo en broma, que más proteína es bueno. No me parece una broma acertada. En fin no pienso volver.
Se come de muerte, fuimos a cenar el dia 16 de este més y los platos que pedimos todos fueron fantásticos, cabra, croquetas, rabas, cachopo, etc. Lugar muy recomendable. Volveremos!
Escribo como empleado de esta casa desde hace 20 años y lo primero a toda esta gente q esta escribiendo sin saber ni enterarse de nada, decirles que para opinar de un restaurante como este, es importante venir a el ya que desde la distancia, es muy fácil opinar y hacer daño. Aquí lo único que pedimos a nuestros clientes es rellenar una hoja, la cual NOS OBLIGA SANIDAD, lo pongo en grande para que se enteren algunos ya que los veo un poco despistados. Repito que nos obliga y es por facilitar el trabajo a los rastreadores en caso de contagio, que por cierto nos visitan cientos de personas y no ha habido ninguno. Así que dejar claro que aquí no pedimos pasaporte covid porque no nos lo exige el gobierno.
Llevamos años yendo a comer a los peñucas, unos años mejor y otros peor. En esta ocasión el camarero fue muy desagradable, pero que te cobren 23€ por un "bonito encebollado" y te sirvan lo que muestro en la foto.desmigado y bañado en medio litro de aceite con sabor a fritanga. Según el camarero argentino, es normal el exceso de aceite al sacarlo con la espumadera. No volveré.
La comida muy buena como siempre, pero una vez sentados, nos tardaron mucho en tomar nota, atendiendo a otras comensales q llegaron más tarde, antes q a nosotros.
Quiero deciros q si deseáis buenos productos y con una cocina exquisita, no dejéis de aprovechar q ahora hay menos gente, pues es dificil conseguir mesa. Lo q desmerece es la limpieza, sería bueno q dedicaran algo de €, para mejorar el local
La comida muy buenaa, el pulpo a la gallega y la.merluza rellena, el salpicon, etc fuimos un sabado y estaba lleno, tienes q ir temprano para encontrar mesa, el menú sobre los 25 euros
Buen restaurante en pleno barrio pesquero de Santander, con buenos platos básicamente del mar, aunque se puede comer de casi todo. Recomendable las paellas a la brasa que hacen continuamente en el exterior, todo con buenos precios. Comimos un Menú por 18€, con un plato de paella de marisco, y un segundo, pan, bebida y postre o café. El personal profesional, muy amable y simpático. Recomendable.
Comida excelente, conocimos a una pareja del lugar que luego les vimos comiendo en este restaurante por lo que el producto debe ser excelente durante todo el año. Pedimos unas croquetas de bacalao, pulpo con patatas y chipirones especial y todo estubo riquísimo, las zamburiñas tbn buenisimas pero eché de menos algún tipo de mojo verde que se les suele añadir. Buena tarta de queso y buena atención.
Si tenéis la oportunidad recomiendo comer en este restaurante. El pescado y el marisco es fresco y delicioso. Además el servicio es muy correcto, nos hicieron unas recomendaciones muy acertadas y fueron atentos y rápidos. Sin duda repetiria!
Estuvimos alguna noche y no me disgusto incluido el ambiente pesquero.pero invitamos el otro día a unos amigos a comer y quedamos muy descontentos tanto con la comida de picoteo como con la atención del camarero.no vamos a volver.
Buena calidad de comida y buen servicio. No le doy 5 estrellas porque no me parece bien que su política de empresa no deje tomar café y licores si hay gente esperando. Creo que tras pagar una importante cantidad de dinero por comensal una comida se debe hacer sin ningún tipo de prisa o requerimiento
Restaurante de los que parece llevar tiempo y la gente conoce. La paella es imprescindible, aunque les salió un poco salada y la salsa del solomillo también. El menú por 18€ me parece que está muy bien. Lo peor del sitio es que hay MUCHA gente esperando. Hay que ir con reserva sin duda. Estuve en septiembre y ya estaba llenísimo y habiendo cola.
Ademas de una nuy buena comida que en la zona norte no es dificil encontrar, y que nuestras felicitaciones a la cocina. Dar las gracias al servicio. Un trato exquisito, agradable, simpático, sin palabras. Muchisimas gracias por vuestra atencion. La karateka del mousse de limon
Nos tocó esperar un buen rato, la verdad no teníamos reserva. La comida bien, he estado varias veces a lo largo de los últimos 15 años, y para el lugar, alejado del centro y relación calidad-precio se han subido un poco. Lo mejor la paella.
No esperes un restaurante ideal o coqueto en un barrio pesquero con encanto. Se trata de un restaurante de batalla en un barrio humilde. Yo creo que es mejor ir a comer por aquello de que haya luz. Cierto es que yo soy muy miedosa. El servicio fue muy bueno, nos atendió un camarero encantador que estuvo atento y pendiente en todo momento. La calidad de la comida buena, unas cosas mejores que otras. Tomamos una centolla que esta muy buena, unos percebes que estaban "sin más", unas zamburiñas exquisitas, un chipirón especial, magano se llama, (fue sólo uno porque no les quedaban más), y que estaba excepcional y unos chipirones encebollados muy, muy buenos. La relación calidad-precio correcta, aunque el precio es un pelín elevado teniendo en cuenta el conjunto de lo que ofrecen y cómo
Nada que ver con lo que era hace años. Varios platos y pescados de la carta no los servían y la puntilla, no sirven café cuando tienen gente esperando eso sí, tardan en cobrarte el tiempo de tomarte tres cafés con calma. El servicio atento y amable. Precio alto para lo que es.
Un sitio que ya he repetido en todas las ocasiones que he viajado a Santander. Tuvimos que esperar unos 40 minutos pero la espera merece la pena. Todo lo que pedimos estaba riquísimo, mejillones en salsa, zamburiñas plancha, pimiento relleno, coquetas y sobretodo el arroz marinero estaba espectacular. Un sitio muy recomendable. El trato del personal bastante bueno.
Perfecto lugar para disfrutar de pescado fresco y arroces exquisitos en el puerto de Santander. Los precios son muy asequibles y el servicio fue bueno y rápido.
Simplemente delicioso todo! La espera merece mucho la pena! Y el precio es más que justo dada la calidad del producto. La próxima vez a por una buena parrillada de marisco!
Llegamos, no está nuestra reserva, tampoco la de otras 4 familias, tuvimos que acceder a comer dentro.
Para colmo, intentamos pedir un café y no se puede en interior, después de que un camarero nos regañase claro "ustedes no tienen un camarero? Se lo piden a el", literal, tras esperar al nuestro que no llegaba y con 20 minutos las raspas en la mesa.
Todos peleándose en el pasillo.muy mala organización.
Comid excelente, precio correcto, los camareros andaban algo perdidos con el servicio, pero estaba a tope y es comprensible. Las mejores sardinas sin duda. Volveré.
Siempre nos gusta ir porque tiene ese encanto de la tradición, además las zamburiñas, el bogavante y las gambas estaban buenas, eso sí el centollo vacío y el pan se lo podían haber ahorrado, es mejor no ponerlo.
He comido el mejor lenguado de mi vida, y he comido muchos. Las zamburiñas, las almejas y el Protos muy ricos. El servicio, la atención de los camareros excelente, muy amables.
Fuimos por recomendación y ha sido con diferencia de las mejores comidas que hemos hecho por Cantabria. Precio muy correcto para unos platos que sabían muy pero que muy bien. Fuimos con dos perros y tuvieron el detalle de ponerles agua. Se agradece de corazón.
El vino rueda que venden con la paella de bogavante es un full.de DO Rueda no tiene nada, verdejo el nombre solo, blanco sencillo.personal muy agradable y atento
Se come fantásticamente, las mariscadas de 10, todo el producto fresco y de calidad, hay que reservar siempre está lleno, son familia del exjugador de futbol Iván de la Peña. Si vas a Santander lo recomiendo.
Una visita sin conocer uno de los sitios en El Barrio marinero de Santander y nos quedamos encantados de disfrutar en este restaurante. Todo lo degustado fue total y el trato magnífico. Experiencia buena y repetiría sin dudarlo.
Todo un descubrimiento. Aunque no seas de la zona, te sentirás cómodo porque son gente muy servicial que cuida mucho al cliente con detalles de todo tipo. El entorno tiene un encanto especial y ayuda a crear una atmósfera de sencillez y muy poco lujo, pero la calidad es inmejorable. Volveré seguro!
Hemos comido el menú del día por 18€. Muy rico, la paella de las mejores que he comido y la lubina riquisima. La atención muy buena y rápida. Lo recomiendo totalmente.
Tomamos una raciones de cosas sencillas, estaba relativamente bueno, pero tampoco tan espectacular como lo pintaban en los comentarios. El vino de la casa, bastante malo y el precio por persona al final subió mas de los esperado, por la sencillez de las raciones pedidas, mejillones al vapor, rabas y boquerones fritos.
Muy buena calidad en un sitio peculiar. Comimos de forma informal en la zona de la barra de dentro el día de Nochevieja y no había mucha gente. Las vieiras, las rabas y los mejillones (en salsa ligeramente picante) estaban riquísimos.
Muy buen marisco! Pedimos una mariscada para dos y nos cambiaron las almejas y zamburiñas (por alergia) por más gambitas. El camarero que nos atendió muy atentos con nosotros y con nuestra pequeña.
Su fuerte son las paellas que las ves como las hacen ala brasa en mitad de la calle.los demás platos dejaron mucho que desear Ami me tocó el pulpo duro AAAaaa y las zamburiñas también estaban buenas.
El arroz estaba bastante bueno, el marisco no era de mi agrado, igual soy yo el especial no se, punto a su favor, la cocina abierta y ves lo que hacen, punto negativo, el mismo.vi como hacían unos chipirones que luego pidió mi mujer y.no.
Qué decir de Los Peñucas que no se haya dicho ya. Toda una institución en el Barrio Pesquero. Qué pescados, qué mariscos, qué paella de marisco.seguid alegrando la vida a este cántabro que está lejos de la tierruca. Un abrazo a todos.
Magnífico lugar en el puerto para comer el mejor marisco. Muy bueno también su arroz. Trato muy amable y servicio muy rápido. Buena relación calidad-precio.
Estuve comiendo y puedo reseñar que la paella de marisco está francamente deliciosa, hecha a la brasa, con eso ya digo mucho. El arroz estaba en su punto ideal. Por no decir de las zamburiñas a la plancha exquisitas y las sardinas estupendas y sabrosas que preparan en esa brasa que lo deja todo de 10. El servicio siempre correcto y muy atento en el trato.
Hoy repetimos restaurante y como siempre espectacular. La paella increíblemente buenisima y comimos también una mariscada para dos y buenísima también. La verdad es que impecable todo. Seguiremos repitiendo.
Excelente relación calidad precio. Comida exquisita y personal atento. Quizás le falte más variedad en su carta de vinos, pero restaurante totalmente recomendable
Un clásico de Santander y mi favorito. Se come de lujo. Cocina abierta en la que se puede observar cómo trabajan en pleno servicio y es alucinante. Son unos máquinas
Mariscadas a buen precio totalmente recomendables, le daría 5 estrellas si el sitio no fuese tan caotico los fines de semana (aunque tambien tiene su encanto).
Nos habían recomendado otras, pero acertamos plenamente con este local. Personal amabilisimo y simpático. Producto de primera calidad a precio más que razonable. A recomendar.
Les conozco de hace años, siempre que voy a Santander como en el Barrio Pesquero. He probado en varios sitios más y me quedo con éste. Comí con unos amigos en plan picoteo, lo típico en un puerto de mar, mejillones, almejas marinera, rabas, zamburiñas y alguna cosa más. El pulpo mejorable, lo demás fenomenal. La atención buena a pesar de estar abarrotado. Me apellido como el dueño. Hay que volver más días.