Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Platos de cocina clásica italiana, incluidas las pizzas, con raciones muy abundantes, bien presentadas y muy satisfactorias de textura y sabor. (A los 4 comensales de la ocasión les bastó un solo plato, lo que incide en el precio medio que se indica). El local interior (también tiene una terraza exterior cerrada) es reducido pero acogedor. Servicio atento y rápido (en un día laborable sin lleno total).
No he comido pizzas peores que ésta. Estaba dulce y la masa ni siquiera se parece a una auténtica masa de pizza que puedas comer en cualquier otro lugar. Demasiado caro para una comida tan mala. Definitivamente no volveré más a este restaurante.
Cenamos varias pizzas. A mí, personalmente, no me gustó ni la masa ni el relleno. Lentitud en el servicio. Lo más asombroso es que nos cobraron el agua filtrada de grifo. Que yo sepa, eso es ilegal. No volveré.
Comida recién hecha, buena calidad, camareros amables y buen vino y servicio. Especial mención a los papardelle al fungi y los saccetti rellenos de pera y queso con salsa carbonara Regados con un vinito fresco de rueda…recomendable!
On vous fait payer l’eau alors qu’elle vient du robinet, quand aux pizzas elles n’ont aucun goût car tous les ingrédients ne sont pas frais (congelés ou boîte de conserve pour les champignons par exemple).
Muy mala experiencia, el atendimento muy poco profissional, es más bien tirando a tasca. 5 personas y ambos pedimos platos diferentes, cada uno peor que el otro. El risoto a la marinera era el único que estaba más o menos bien, junto con la pasta con gambas que estaba carregada de aceite y ajo, los tortellinis a la boloñesa nada tiene que ver, el risotto de champiñones, fue todo para trás, era el peor plato de todos mas parecia arroz redondo passado con nata a top, la pizza era de la marca blanca del Eroski. No vuelvo seguro. La gente que le pone mas de 3 estrellas es que no tiene ni ideal de los que es comida italiana de verdad.
Nos sentamos porque era la única terraza con sitio libre en el paseo. Pizza malísima, con masa congelada. Casi casi podría adivinar hasta la marca. La pasta correcta pero tampoco nada especial. Lo único que mereció la pena fue el postre (tarta de queso casera). No repetiría, prefiero hacerme la pizza en casa.
Típico Italiano en pleno paseo marítimo. No es gran cosa pero te salva de un antojo de pasta o pizza. Mucho ojo al pedir agua, te la sirven en botella de cristal con el logo del restaurante pero tan solo es agua de grifo filtrada (rellenan ellos mismos la botella con el agua de grifo vamos) y te cobran nada menos que 2.20€ por ella. Me parece un abuso así que sólo por ese detalle no vuelvo.
Ofrecen bastante variedad de pastas y pizzas. La pasta está buena, y te atienden y traen la comida rápido. Aunque la pizza sencilla no es especialmente grande, no fui capaz de terminarla porque viene muy cargada, por pintas no tiene nada que ver con Italia. La masa es más o menos gruesa (puro pan) y está un poco cruda; da la sensación de que es comprada, o que la tengan congelada. Por no hablar de que te cobran por una botella de agua de cristal de 70cl que rellenan ellos mismos, lo cuál me parece un detalle feo.
Les lasagnes sont vendu sans pâtes mais avec des tortillas, sans sauce tomate mais avec une bonne couche de béchamel, et pour fini la viande a un goût étrange, les pizzas ne sont pas bonnes, la pâtes est certainement congelé et évidemment pour clôturer tout ça l'eau coûte 2,20€ alors que l'eau provient du robinet.
Se come muy rico, especialmente la milanesa pérgola y la pizza de relleno de lasaña. Además los postres están muy ricos y son grandes, como pega la pasta un poco pequeña
Comida muy rica como siempre y a buen precio. Siempre pido risotto porque me gustan todos los que tienen pero esta vez he probado el Parpadelle con gamba y ajo y riquísimo también. Lo único la camarera un poco despistada pero los demás estupendos.
Todo riquísimo y sobretodo la amabilidad de quien nos atendió. Las pizzas buenísimas y todo en general. Ahora con el covid la puerta abierta y las normas perfectas
Fantástico, muyyy buen restaurante, las pizzas que es lo que hemos comido están para volver a repetir, aparte de una carta muy variada una elaboración exquisita, acompañado de una sangría deliciosa, en definitiva totalmente recomendable.
El risoto no lo es, es un arroz con tomate y cosas. El resto de comida (lasaña de carne y pasta, normalitas). Personal muy amable y comida decepcionante.
Un restaurante italiano con unas vistas preciosas al puerto de Castro. Comida de excelente calidad a muy buen precio. Recomiendo las pizzas, la lasagna de verduras y los espagueti a la carbonara
Pagamos 10€ por (literalmente) 6 macarrones y mucha salsa para rellenar. Lo mismo con la pizza: 11€ por una que tiene la misma pinta que la que te haces en casa congelada. Tamaño muy muy pequeño (y se supone que es una pizzería). Relación calidad-precio deja mucho que desear.
Buenísima la lasaña y ración generosa. Pizzas muy buenas, aunque la pequeña lo es demasiado. Un pelín más grande para los casi 10 euros que cuesta sería perfecto. Trato amable y sabor casero. En general muy bien.
Muy bonito lugar para comer pero e pedido un helado para la niña y menudo robo 4,50 por una cuchara de helado no había más tal como suena te roba a los postres cuidado
10 euros por una pizza de menú infantil. La masa estaba impregnada en aceite, pedí la pizza Natural. El servicio lento y discutían en la barra las camareras con la cocinera.
Decepcionada con el servicio, la encargada de la terraza, mujer borde y prepotente Cenamos bajo presión pues casi nos quitan los platos con la comida aún incluso, me gustaba esta pizzeria pero ahora deja demasiado que desear su atención al público, yo también trabajo de cara al público y no se me ocurriría tratar a un cliente asi
Es un restaurante a la orilla del mar, está bien situado y la comida es de buena calidad y con un precio justo. De postre tome un Focus, típico que estaba de muerte. La camarera que nos atendió fue muy amable y nos explico un poco como era su ciudad y que ver en ella. La pena fue que nos estuvo lloviendo todo el día y eso deslucido la visita.
Un lugar magnífico estuve ayer noche cenando con mi pareja y nos les faltó un detalle, un chaval creo que se llama Pablo un encanto de persona y súper atento detallista estaba pendiente de todo y nada decir que la pasta hay ensalada que como en mi vida la e comido mejor exquisito, mi más máxima enhorabuena una pena no ser de por aquí para poder venir más a menudo pero vamos cada vez que pase por aquí iré a comer o cenar sin duda, y también lo recomendaré pq se lo merecen.
Es un restaurante situado en Castro Urdiales cerca del puerto donde ofrecen comida italiana, correcto. Ofrecen gran variedad de platos típicos italianos bien presentados y con calidad. He visitado este establecimiento en varias ocasiones y siempre han sido amables (te ofrecen algo para picar mientras esperas etc.). Por otro lado: no se puede reservar.en alguna ocasión nos hemos quedado sin sitio y hemos tenido que esperar.
Las pizzas están muy ricas y la milanesa es muy recomendable. Los platos en general son abundantes.
Quizás como mejora les propondría añadir nuevos platos o mezclar estilos.
Que pena, como ha cambiado este sitio. Hora y pico para comer un plato de pasta y una pizza. Solo éramos 2 comensales, y se han confundido en el pedido. Los papardelle. Parecían de antes de ayer, y la pizza cruda. La camarera más perdida que Wally. Lo dicho una pena.
Madre mía madre mía. No se puede describir con palabras, porque en el diccionario español todavía no ha sido inventada. Pero en Ceará diríamos. Só o mí disbuiado. Que es lo mismo que cojonudo. Cena, deliciosa, postres los mejores que he probado, atención del personal incomparable. 5 estrellas? Porque no 10.
La comida es de baja calidad, por la tarde el estómago muy revuelto, el servicio es bastante desagradable, el local es pequeño, ruidoso, cargado de humo y sales con muy mal olor en la ropa.
La verdad es que llevaba un tiempo sin ir y me ha decepcionado bastante. La pasta extremadamente sosa, la pizza habia mermado desde la uluima vez y el trato del personal casi peor.como si les debieses dinero. Y eso que la ocupacion no erade agobio.
Casi una hora esperando para una cena corriente, sin más. Buena ubicación para el verano si cenas en la terraza como fue nuestro caso.pero a las doce de la noche de un viernes de agosto ya estaban medio apagando las luces.adiós sobremesa. Lasaña mediocre y las pizzas correctas, una de ellas pasada de sal. Al apagar las luces se nos quitaron las ganas de postre.adiós muy buenas!
Es un restaurante muy agradable, cerca del paseo marítimo. La camarera que nos atendió fue muy simpática y atenta. Yo pedí spaghetti carbonara y estaban riquísimos. La cantidad es más que aceptable (te quedas hasta arriba), el precio asequible y además la pasta era casera. Repetiría una y mil veces.
Mala atención 20 min para pedir la comida y otros 45 min para comer.señalo que el local cuando llegamos no estaba muy lleno y gente que llego después comió antes.
La mejor pizzeria, sin duda, con la que me he cruzado. Iratxe, la camarera nos atendio a la perfeccion. Profesional y rapida. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia ella. Las ensaladas son enormes, las pizzas son exquisitas y la pasta.no puedo describir lo buena que estaba. Los espaguetis caseros han sido una experiencia única y la salsa para no parar de untar pan. Un descubrimiento que sin duda no se me olvidará. Sitio de referencia en Castro Urdiales. Gracias por darnos tan bien de comer.
Excelente restaurante italiano. Los gnochi con funghi y gambas estaban deliciosos. La pizza cuatro quesos salió un poco quemadilla y los spaguetti a la napolitana estaban ricos (la salsa tirando a dulcecilla, muy natural). Te ponen una salsa ali-oli de tapeo que estaba muy rica. La cerveza y el café son buenos. El servicio excelente. Muy amables y atentos. La terraza está genial y no te ponen pegas al ir con perro. No probamos los postres porque los platos son grandes, pero tenían muy buena pinta. El precio es el típico de un italiano (unos 10-15€ por cabeza).
La principal pega de este bar es una señora con gafas que trabaja como camarera. La atención al cliente por su parte es nula, te lanza la carta a distancia, ni te mira y pasa totalmente de ti. Es una pena ya que el resto de camareros que se han dirigido a nosotros han sido amables. La comida es normalita. Recomiendo la pizza de pollo y bechamel o la pasta de pera.
La pizza estaba muy buena, con la masa finita. Los espaguetis en cambio no merecieron mucho la pena. Cenamos dentro, pero también hay opción de cenar fuera, en la terraza. La pena es que no puedes llamar para guardar mesa, tienes que acercarte y preguntar.
Restaurante italiano de larga trayectoria en la ciudad. Tiene una carta no demasiado grande comparado con otros. Destacan básicamente las pizzas y la pasta. Mejor lo primero que lo segundo, aunque el nivel es bastante digno. También tienen ensaladas, pero prescindibles a no ser que el médico le haya obligado a comerlas a diario.