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Me veo en la obligación de poner esta reseña negativa ya que el trato no ha sido el adecuado. Hemos llegado dos amigas con la intención de tomar un café con hielos y un Nestea. Al llegar e ir a la barra le hemos indicado lo que queríamos a la camarera y cual es mi sorpresa cuando al decirle con estas palabras a la camarera: Tenéis bebida vegetal? De avena.de soja? Su respuesta es pausada con un simple "si". A la espera de que me informe de las opciones vegetales que tienen, ya que hay muchas de ellas hoy en día en el mercado, insisto y la pregunto de nuevo; "y que bebidas vegetales tienen entonces? " y me contesta " pues avena y soja como has dicho, para que mas". Decido dejar de lado la contestación recibida y le pido que me ponga la de avena. Entonces vuelve a repetirnos lo que queríamos y me contesta que dos cafés uno de leche y otro vegetal y el Nestea la corrijo y cual es su contestación: "que eso es lo que ha dicho que estoy dormida" cualquiera puede imaginarse mi cara de sorpresa. No creo que sea formas de atender a una clienta y menos si no se conoce. Pago y me contesta que me acerca la bebida a la terraza salimos esperamos y llega con el café, el Nestea y azúcar blanco, le pido azúcar moreno y me dice en un tono muy poco adecuado y repipi " claro que si azúcar moreno para la señorita" no se pueden imaginar como me ha hecho sentir esta persona, no creo que sea la manera adecuada de atender a los clientes y aunque no he pedido ni hoja de reclamación ni me he levantado y me he ido siento que debería haberlo hecho. Llevo muchos años viviendo en castro y el único sitio que me ha hecho sentir asi de mal es este bar.lamentablemente y viendo el trato recibido no se lo recomiendo a nadie mientras esta señorita siga trabajando ahí. Aquí queda constancia mi mala experiencia. Un saludo.
Hemos estado ésta tarde en la terraza y hemos tomado un cafe super rico y después una copa de helado que estaba de vicio. Nos atendió primero una chica jovencita y después una señora, ambas encantadoras cosa que se agradece de veras. Tenían también pastelitos y alguna tarta casera con muy buena pinta para merendar, volveré para probar más cosas seguro. La terraza estaba limpia y recogida y tiene buen toldo con unas bombillitas muy chulas que encienden al atardecer. La ubicación estupenda en pleno paseo. Sitio muy recomendable para desayunos, meriendas y cafés.
Los desayunos son increíbles, tanto los pastelillos, como los Croissants plancha, con la tostada con tomate y jamón. La camarera que atiende terraza es un amor y super rápida.
Llevo años viniendo aqui y para mí es el sitio más fiable para desayunar, la tortilla está genial y son muy rápidos y eficientes. Mención especial a los cruasanes a la plancha con glaseadito de naranja, impresionantes.
Te atienden como si les sobraran clientes, un local enano, se percibe que tienen más ganas de que te vayas que de que llegues. Quizás tienen miedo de que se llene de clientes. Cantidades escasas en las bebidas y cafés.
Las tortillas muy ricas, probamos la de gorgonzola y nos encantó. La pulguita de jamón muy rica y un pastelito (no sé cómo se llama, si es de nata o al menos se parece mucho al pastel de Belem, un poco más alto) delicioso, las infusiones son de baque muy buena marca, un lugar donde volveremos cuando visitemos de nuevo Castro Urdiales. El pueblo muy bonito también.
Me encuentro muy cómodo en este lugar, capto el esfuerzo que realiza La gerencia por renovar la imagen dl local, tv externa, terraza Calefactada. Yo no le veo pegas, lo recomiendo100%
Nos sentamos en la terraza de esta cafetería y pedimos 2 cafés mi mujer y yo. El hombre que nos atiende, (qué no merece el trato de Camarero, que para mi es una dignísima profesión a la que está persona no se acerca en lo más mínimo), según está depositando los cafés en la mesa nos espeta sin mirarnos: " tres veinte en la mesa, por favor", y se va. No sé si es el dueño, encargado o empleado del establecimiento pero en mis 51 años, es la primera vez que me atienden así. Es una pena que te tengas que quedar con un recuerdo de ese tipo de un pueblo tan bonito como Castro Urdiales. Gente así, sobra en hostelería. A nadie le gusta trabajar, a mi tampoco, pero en el caso de este maleducado, yo me dedicaría a otra cosa. Y más, después de la experiencia vivida durante la pandemia por este sector. El cliente es sagrado y hay que tratarlo con un mínimo, mínimo de educación.
Esta es mi valoración tras esperar en la terraza ver cómo atiende mesas que han llegado después. Decírselo al camarero, te mira y te dice un momentito, vuelve a atender a otra mesa, recoge otra mesa y te sigue dejando la tuya sucia y nada…. Ya le salta el orgullo a cualquiera, te levantas y te vas. Se ve que al camarero le importa poco el negocio.
Editado como respuesta a la empresa. Nos ha ocurrido esta mañana, a la hora del desayuno. Sabemos que es agosto pero cuando se advierte a un camarero que está atendiendo a mesas que han llegado después y te lo vuelven a hacer en tu cara, ya no queda otra que levantarte y salir corriendo.
Muy buen sitio para tomar un café. El interior está decorado de manera original con sillones que hacen que la experiencia sea aún más agradable. El café muy bueno y los bizcochos que tienen también. ¡Totalmente recomendado!
Pequeña cafetería, con amplia terraza exterior, donde un cortado es un arte, un orujo, placer de dioses, una cerveza un placer inenarrable. Sus gestores tienen traza de maestros y por lo que hacen, puede que lo sean. Si ustedes se acercan a Castro, busquen este café en el paseo y disfrútenlo.
La atención fue correcta, pero desgraciadamente el desayuno no estaba bueno. Un "Colacao" (sin dar el sobre suponemos que sería cacao o chocolate a la taza) quemado, un croissant muy seco, otro croissant vegetal con un relleno de surimi innecesario y un té afortunadamente aceptable.
Servicio de terraza escaso y lento (1 camarera) un domingo con buen tiempo. Ubicación perfecta, precios habituales en el paseo pero sin duda que el servicio del día de hoy, resta puntos.
Siempre encontrarás un amigo, dispuesto a servirte y complacerte. Sitio precioso de encuentro; echad la cabeza hacia atrás, cierra ligeramente los ojos, estás en Castro, qué bonito es esto. De
Los baños eran antihigiénicos totalmente. El aspecto era de dejadez, y en los tiempos que corren con el tema de desinfección no da ninguna tranquilidad ver la falta de limpieza que hay en todo el local. Además, pedimos la cuenta y no nos trajeron el ticket, aunque sea un café y un agua me gusta saber cuánto pago.
Servicio pésimo. Más de media hora para ser atendidos, para que luego nos dijeran que en 15 minutos cerraban. Y tanto la chica que atendía en terraza, como el chico que estaba en barra tenían la mascarilla mal puesta. A los de la mesa de al lado les sucedió lo mismo.
PARA NO VOLVER! Despues de esperar 35 minutos en la terraza a ser atendidos entramos al bar a pedir y nos dicen que en 20 minutos cierran, asi que nos van a quedar unos 15 minutos para tomarnos las copas, y que ellos nos sacan las copas a la terraza. Despues de 10 minutos esperando entramos a ver que estaba pasando. Y nos dicen que no les quedan vasos limpios, que enseguida teníamos nuestras copas en la terraza. Evidentemente nos fuimos. Sin comentar que ni la camarera de la terraza ni el camarero de la barra llevaban la mascarilla bien puesta.
Gente sin mascarilla en terraza y person sin llamar la atención. Volveré cuando acabe la pandemia. Clienta que entra al baño sin mascarilla y soy yo la que llama la atención. Me costará volver
Muy mal. El JEFE, un impresentable maleducado que ademas no admite criticas sobre su mal servicio. Te pone unos chupitos que cobra a 2,50 y vamos.se te queda bajo la lengua, eso siii.te pone un hielo bien gordo para que suba el nivel y parezca algo. En fin. PARA NO VOLVER NI RECOMENDAR
El jefe es un inpresentable después de decirle que la consumición me parecía absurda y muy poca cantidad. Me dice que si no me gusta y estoy a disgustó que me vaya, pues dicho,
Baños sin jabón ni papel en pleno coronavirus, camarero de barra dando el peor servicio y atención que he visto, y encima nos cobran el café a cada uno a un precio. Por lo menos el café era bueno.
Enfrente del Parque Amestoy, bar pequeño pero mono con sofas en el interior y terraza exterior. El servicio es bueno. Con el café te ponen una pequeña magdalena o similar. El pincho de tortilla está rico. Pone que tienen desayunos pero por dos cafés y dos pinchos de tortilla nos cobraron 6 euros asi que deduzco que nos cobraron por separado todo sin considerarse desayuno. No obstante lo recomiendo. Es un lugar tranquilo.
Desayunos, aperitivos, almuerzos, picoteo de tarde/noche, un sin fin de opciones para disfrutar de uno de los mejores ambientes de Castro. Magnífica terraza desde además, se puede disfrutar viendo el deporte. Sin lugar a dudas un lugar muy recomendable.
La puntuación de 1/5 es debido a que en la web indican que tienen todo tipo de productos sin gluten. Cito "También ofrecemos gran variedad de platos sin gluten". Tras consultar con el camarero, éste nos ha dicho que sólo tenía cerveza sin gluten y que no éramos los primeros en preguntar.
Turístico y local. Buen café y barra de pinchos surtida a precios buenos. Los camareros dispares. Uno regular otra muy profesional y atenta. La terraza abierta a unas magníficas vistas es de las más cómodas de la línea del marítimo