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Quedamos gratamente sorprendidos con este lugar. Fuimos a cenar y tengo que decir que tanto la comida como la atención fué una maravilla. Comida muy buena, abundantes platos, todo casero. Repetiremos y recomendaremos sin duda.
Una parada obligatoria! Llegamos ahí por casualidad al bajar de Fuente Dé. Trato impecable, sitio muy agradable tras una jornada de frío, calentito y acogedor. Sopa espectacular, croquetas con sabor y crujientes, el solomillo de tudanca de otro mundo, lo más tierno que he probado nunca. Recomendable por todo, comida y personal. Gracias!
Nos han atendido de lujo, hemos ido sin reserva y hemos tenido la suerte que Justo se ha cancelado una mesa, si no hubiese sido imposible. Es un restaurante de comida tradicional, así que hemos elegido el menú típico de cocido y caldo lebaniego. Acierto total, perfecto. Los postres tanto la tarta de queso como el canónigo (postre típico que no conocía) muy bien. Repetiría sin dudar. Gracias.
Paramos ahí volviendo de Fuente Dé hacia Potes, donde originalmente teníamos pensado comer. Menos mal que el horario nos obligó a parar antes: el Vicente Campos fue una grata sorpresa. Todo exquisito, sólo subo fotos de los postres porque el hambre imperaba, pero tanto la escalibada como las albóndigas y el solomillo a la piedra estaban excelentes. Repetiré seguro cuando vuelva a Cantabria.
Lugar espectacular en pleno valle de Camaleño. Comida casera y riquísima. El trato desde que entras súper familiar, muy educados y pendientes del cliente. Si volvemos por la zona, repetiremos!
El cachopo traía el plástico del queso. Lo señalé y dijeron que era imposible a pesar de enseñárselo. Me lo cobraron igualmente. Ni volveré a ese sitio ni lo recomendaré.
Su atención al cliente va más allá de lo estandar, la comida está buenísima y las raciones son perfectas para quedar bien satisfecho. El personal es super atento y hacen muy buenas recomendaciones. Sin duda volveremos!
Habrá gente que como ve el Masterchof ese de m***** y ya se cree Ferrá Adriá, echará de menos la goma xantana y el nitrógeno líquido, pero si quieres comerte Kantabria a bocaos, este es un lugar imprescindible: caricos y chuletón, ambos E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R-E-S. Si a eso le sumamos un servicio atentísimo y profesional y un enclave único, pues la experiencia es casi espiritual y el broche de oro después de bajar del teleférico de Fuente Dé.
Precioso entorno para un restaurante lleno de encanto su personal muy profesional y simpático la comida buenísima los postres inolvidables es uno de los mejores restaurantes de la zona los precios adecuados a su calidad. Volveremos
Da gusto encontrar sitios así todavía, comida casera buenísima como la que hacían nuestras abuelas Personal muy agradable y atentos en todo momento Para volver cada dia
Sitio muy recomendable pequeño pero acogedor, fuimos sin reserva y nos atendieron sin problema. Comimos el cocido lebaniego y era completamente casero. La cantidad era perfecto incluso nos ofrecieron más cantidad.
Ha sido una gran sorpresa. Hemos ido sin reserva, no se debe de hacer, y tuvimos la fortuna de poder cenar. Se probaron diferentes platos, seis, y todos muy buenos. En cantidad y calidad. La cocinera, de Díez. Íbamos sin haber estado nunca y acertamos plenamente. Nos sentimos muy a gusto. El precio perfecto.
Buenísima experiencia, pedimos albóndigas, croquetas y filetes con cabrales y estaban riquísimos, lo de los postres ya no tiene nombre estaban increíble pedimos la pavlova y el arroz con leche. El trato del personal muy muy bueno, la señora que nos atendió estuvo atenta y cariñosa, nos dio hasta una manta para el frío. Muy profesional y educada en todo momento. Un 10 Gracias
Fatal pedimos cabrito y estaba recalentado pasado de asado, el pan nos cobraron 1,60 y nos dieron 3 trozos de pan, un poco vergonzoso la ensalada de quedo de cabrá, un poco escasa también, lo único que se salvo la tarta de queso, estaba muy buena perorelacion calidad precio muy caro nos cobraron 70 €por esto, no es para recomendar
La comida muy buena. Tarta de queso espectacular. El camarero joven con gafitas no tan bien, seco, muy lento, poco atento rayando bordería, razón por la que pongo un cuatro estrellas, creo que los demás eran de cocina y sin embargo, mucho mejores.
Restaurante agradable, con atencion exquisita y comida bien elaborada y presentada. El tomate marinero (con anchoas) riquísimo, el chuletón de 10 y de postre no puede faltar las natillas lebaniegas (canónigo).
Restaurante agradable y con el clásico estilo lebaniego. El cocido lebaniego exquisito… como para repetir y no parar Pedimos el cachopo de segundo y estaba muy bien, patatas fritas caseras muy ricas… Todo muy correcto, la atención muy formal. Lo único que el comedor no tenía un hilo musical que es lo que le faltaría para hacer la comida más agradable y relajada…
Sitio espectacular, personal amable y atento y comida increíble. Hemos pedido albóndigas de tudanca y filetes de ternera con salsa de queso picón Las albóndigas con salsa, muy ricas y sabrosas con patatas fritas y sal en escama Filetes de ternera, se desasen en la boca de lo tierno que están, con pimiento de píquelo y a patatas con sal en escama. Riquísimo todo. Muy recomendable, por si buena calidad precio
Estuve ayer, atención calidad de comida 10 todo espectacular, que cecina que chuleta que croquetas la pena es que mañana marcho pero si está abierto vuelvo a comer.
Comimos en este restaurante. La comida era riquísima y las porciones muy generosas. Pedimos cocido lebaniego, sopa de cocido, el cachopin y las croquetas. Muy buen trato de los camarones. Volveré a este sitio si estaré por allí.
Comimos una tabla de quesos que estaba espectacular y un cocido lebaniego impresionante de bueno. Los postres como veréis no defraudaron jjjjj. Recomendable 100% Volveremos sin duda. El trato del personal maravilloso. Gracias.
Me trataron de maravilla y la comida buenísima, la tabla de quesos con cantidad y calidad, el consomé para resucitar a un "muerto" y las albóndigas estupendas, las que me sobraron me ofrecieron un tupper y al día siguiente frías estaban igual de buenas. Un descubrimiento de sitio.
Todo perfecto! Dimos con este sitio por casualidad, nos pusieron un queso de aperitivo espectacular, la chuleta a la piedra, el revuelto liebaniego, todo buenísimo, a destacar la tarta pavlova, de 10. El trato del personal exquisito, volveremos sin duda
Hace años que comimos en este restaurante y nos pareció que la relación precio calidad era buena, cosa que no ha ocurrido esta vez. A la ensalada la sobraba lechuga y la faltaba de todo. Pero lo peor fue un plato de cabrito asado muy escaso y seco como la mojama que al precio 21 euros.
Comida muy buena, camarero joven bastante seco e incluso desagradable, se ve que es de la familia propietaria. No se le saca una sonrisa y una palabra agradable ni con agua caliente. La comida muy buena. Comimos cabrito y cocido liebaniego, y raciones generosas y calidad excelente. Los chicos unas hamburguesas estupendas. Un poco de simpatía por el chico del jersey y camisa que sirve, sería un perfecto
Me encantan las gulas con huevo, siempre que vengo a Liebana, es parada obligada. Las croquetas de cocido también estan riquisimas. La atención es excelente
Restaurante en la falda de los Picos de Europa que no te puedes perder. Para aparcar, no es de lo mas fácil en plena temporada, pero fuera de ella, se puede aparcar casi en la misma puerta. Una vez entramos nos damos cuenta de todos los motivos típico de la zona cántabra. Confortable y el personal es súper servicial y muy amable. Su especialidad, tal y como ellos mismos comentan son las carnes. Cuando pides los platos te traen para ir haciendo boca un queso cremoso para untar en un pan espectacular y casero. Es queso es también casero. Para empezar una cecina hecha por ellos mismos con pimientos asados. Es espectacular notar la finura de la carne de cecina que deja un sabor en boca duradero. Seguimos con unas croquetas de Compago del cocido Lebaniego. Espectaculares y cremosas con rebozado atípico. Se deshacen en la boca. De segundo, unas albóndigas de buey Tudanco, una raza autóctona de Cantabria y que es un ganado robusto, de carácter bravo. Tiene una cornamenta muy característica, tanto los machos como las hembras. Las albóndigas son consistentes, muy sabrosas y bañadas con salsa. Se acompañan de patatas fritas. Asimismo, una chuleta de vaca a la piedra, servida con pimientos del padrón y pimiento escalibado. Traen una piedra muy caliente en la que puedes ir haciendo la chuleta al gusto de cocción. Para terminar, una tarta casera de queso acompañada con galleta crumble, arándanos y frutos rojos. Durante la comida se ha acompañado un Ribera del Duero Legaris, joven pero consistente. El precio medio por persona con cafés es de unos 35 €.
El trato súper agradable y muy cercano. La comida un gran espectáculo, con unas vistas dignas de los mejores documentales. Lo recomiendo sin lugar a dudas, pidas lo que pida es un acierto seguro.
Increíble restaurante, sin lugar a dudas si vas a los picos de Europa es parada obligada para comer, la ensalada buenísima y asado de pierna y el chulenton sin palabras, vale su precio. Recomendado al 100%, vais sobre seguro, además de ser un restaurante muy acogedor
La cocina excelente, los dueños super profesionales, aconsejando las cantidades, para no tirar ni comida ni tu dinero, no todos son así, gracias por el trato recibido
Fabuloso, estamos de vacaciones por Cantabria y hemos comido allí de casualidad, buenísimo el cocido montañés el cachopo de cecina y queso y las croquetas de jamón, y el servicio amable, además agradecer que bajamos muy tarde de los Picos de Europa y aún así nos atendieron, para repetir seguro siempre que volvamos por Cantabria.
Decepcionante al entrar tiene buena pinta pero la comida, fuimos a cenar y boronos de la zona secos muy fritos, la tabla de quesos no esta mal, el pan recalentado de esas barras de supermercado congelado con el buen pan que hay en esta zona.y encima te lo cobran, decepcionante no vuelvo mas
Excellent lunch at this friendly restaurant - tasty, fresh and well cooked. Good value with the set menu. Amazing home cooked desserts. And service was friendly but professional.
Muy buen restaurante con buen servicio del personal, con mucha paciencia, lo único malo, destacar que estaba a tope con la barra cerrada porque no daban a basto y un señor que parecía el responsable del restaurante se sentó a comer solo delante de todos los que estábamos esperando mesa, entraba a la barra a por su cerveza y todos mirando.sedientos. Hablo mal al personal de cocina en un par de ocasiones. Deben cuidar estos detalles para que la valoración sea de 10.
Acierto total: lugar limpio, moderno y con una variada carta con platos elaborados con productos típicos de la tierra. La carta de vinos también muy amplia. Merece la pena ir hasta allí, solo está a poco más de 10 minutos de Potes.
Tengo la sensación de que durante mucho tiempo me he estado perdiendo algo muy bueno, que me va a costar descubrir, porque probar todos sus platos no tarea de un dia. El trato de Asun espectacular, y las viandas no menos espectaculares. El estofado de buey fabuloso, y las manitas escepcionales, el resto de la carta para otro dia Al final sucumbimos a la tentación del. Cocido Lebaniego Sin Palabras!
Muito bom restaurante. Uma salada muito bem empratada e uma das saladas mais saborosas que já comi. Pratos todos muito bons e muito apresentaveis. Muita simpatia e atenção do pessoal. Aconselho
Trato muy bueno, y comida de gran calidad. La carne a la piedra super tierna y el canónigo del postre era genial. Para los niños unos escalopines también muy buenos
Excelentes! Entramos por casualidad y ha sido todo un acierto! Comimos cocido montañés, cabrito y cachopo y tenemos que decir que todo riquísimo! De postre os recomendamos que probéis el pan perdido! Trato y atención muy buena!
Comida exquisita, trato agradable, precios asequibles. Lo tiene todo para hacer un restaurante de 10. Recomendaciones ensalada de rulo de cabra, cocido y la tarta de queso, magnífico! Nos recuerda a la cocina familiar.
Local coqueto y acogedor a las puertas de Los Picos de Europa. Muy buena atención al cliente y comida de calidad con buena relación respecto al precio.
Recomendable restaurante montañés para llenar la andorga saboreando con deleite. Buenos potajes y mejores cocidos, excelente género local y cocina casera tradicional donde las haya. Escandalosos y riquísimos cachopines de campeonato, y una extraordinariamente abundante tabla de quesucos del valle que merece mención especial Vicente Campo, un nombre a tener muy en cuenta en la zona
This was an amazing dining experience. They had a cheese made in the restaurant that was light and delightful. The sopa de verduras was perfect. We tried the carrot cake which was also made at the restaurant and it was perfect balance of flavors. Also, they had a local tea infusion made from local herbs, it was amazing. I visited this restaurant when I was not planning to have a large meal and ate superbly. I hope to come back.
No esperes 5 tenedores. Pero si puedes esperar un restaurante con comida casera y estupenda. Un trato muy agradable y muy amable por parte de los que lo regentan y para mí un sitio cálido y muy bonito además de limpio. Lo mejor de lo mejor para mí gusto.