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Es mi bar de "cabecera" en Cedillo del Condado. Ambiente familiar. AVISO no tienen cocina, pero de tapa suelen poner migas, y si no quedan ya te ponen algo rico.
La poca simpatía de la camarera hace que se pierda clientela.
Llegamos a las 22: 32 de la noche de un sábado al bar, se acaban de levantar las personas que había en la terraza. Vimos que la camarera estaba recogiendo las mesas y las sillas.
Nos extrañó porque era temprano para cerrar un bar, pensamos que igual recogían terraza, pero seguían con el bar abierto sirviendo dentro, como hacen algunos bares.
Mi chico le preguntó: ¿Estáis cerrando? A lo que la camarera, bastante seca, contesta: No, estamos abriendo pa' atrás.
La verdad que nos quedamos un poco parados con esa respuesta, no sabíamos si era de broma, pero no dio más explicación, siguió recogiendo y se metió dentro del bar.
Nos fuimos a otro bar, por supuesto, ya sabemos donde NO HAY QUE VOLVER, ni recomendar, con ese trato a unos clientes no que conoces, ni tienes confianza para hablar en ese tono.
El hombre que había con ella si fue amable. Él mismo nos indicó otro sitio que podría estar abierto en el mismo pueblo. Al menos hay alguien simpático en el bar.
No he visto bar mas guarro, que pido una coca cola y me pone el vaso sucio y el trato chulesco del camarero, aparte de caro. No lo recomiendo ni para comprar tabaco. Ni se me ocurre volver.
Hemos estado varias veces cuando salimos con la bici, a los peques les encantan las migas que les pone para recuperar fuerzas. Un 10 para Miguel por su trato perfecto.
Hemos parado un grupo de ciclistas y nos han atendido súper bien. Camareros muy agradables y educados. No conocía el sitio pero pienso volver sin duda.