Bar Soho

Las cocineras son especiales. Lo que preparan sabe súper rico. Comida sencilla pero que gusta. Para comer ideal. Por eso se llena con trabajadores a los que les gusta comer bien. Muy atentos. Y para café en las mañanas también ideal.En el mismísimo centro de Cuenca, ideal para acercarse o quedar. Decir en el Soho es decir punto de quedada.

Trato muy familiar, muy acogedor y los precios calidad precio imbatible.
Gerencia superior. Muy recomendable

Al de la reseña que dice auténtico bar español, camareras y cocinera de Republica Dominicana, poco español el bar.

Es un bar muy económico, tienen un desayuno montado + caña o refresco por 3€. La atención es buena, si no estás acostumbrado a ir a lo mejor pasas de alto por la apariencia pero se come bien.

El bar está demasiado sucio y los camareros unos bordes sin educación no atienden desde luego no vuelvo

Tapa solamente en la primera ronda, después queríamos cenar y pregunté a la camarera su tenía medias raciones y salió el jefe de muy malas formas diciendo
" Medias raciones no hacemos" así que pagué y me fui por la mala educación de dueño. Debe ser que no quieren turistas. Así que nuestro dinero no era bienvenido.

Buen sitio para tomar y poder comerte un buen picapollo unos torrenos y haburgesas completas hechas con un buen sabor espero ir mas veces muchas gracias

Las mañanas de cada día se llena con los desayunos, buenos precios y tapa con cada cerveza, los jueves gachas.

Bocadillos, hamburguesas y raciones para picar todo muy bueno y a buen precio.
Atención muy cercana.
Recomendable los desayunos.

El trato del personal de barra ha sido nefasto, la comida estaba fría y la camarera no llevaba mascarilla

Típico bar de provincias, comida rica y a buen precio. Raciones copiosas, como debe ser.

Buen lugar para tomar algo (incluso comer con ración).

Precios normales tirando a caros teniendo en cuenta que te ponen de aperitivo aceitunas mientras el camarero (un hombre mayor muy borde) se come delante tuyo los aperitivos calientes. No creo que repita.

Me tomé una hamburguesa grande y me quedé saciado. Lo que me animo a entrar fue ver el precio (razonable) en un cartel a la entrada, ya que cuando voy de nuevas no me gusta llevarme sorpresas. Otro punto que se agradece es que tuviesen sintonizado "Saber y Ganar" en la tele.