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Hemos tenido una estancia fantástica durante el fin de semana pasado. La casa es impresionante, con todas las comodidades. Decorada con mucho estilo. Cabe destacar el trato de los anfitriones, atentos en todo momento y con muchas ganas de agradar. Sin duda lo recomendamos.
Una experiencia verdaderamente asombrosa. La casa rural es maravillosa y las vistas son impresionantes. El lugar estaba muy limpio y cómodo, perfecto para una estancia en la naturaleza. El anfitrión fue muy amable y servicial, y nos brindó recomendaciones de lugares de interés cercanos. Volveremos.
Hemos disfrutado mucho de nuestra estancia en La Perla. La casa muy bonita y acogedora, con mucho encanto. La habitación super limpia con su cuarto de baño .Muy agradable. El desayuno muy bueno. Gracias a los consejos de Isabel hemos hecho unas excursiones preciosas y hemos descubierto productos de la zona. Muy recomendable para descansar y descubrir paisajes sorprendentes y variados.
Un fin de semana fantástico. Estuvimos en familia un fin de semana entero y la experiencia fue genial. Isabelle nos asesoró en todo momento sobre la zona. La casa está al detalle tanto las zonas comunes como las habitaciones. Todos en la familia se quedaron con ganas de repetir
Si te vas a quedar por la zona es tu sitio. El marido te informa de todo lo concerniente a rutas y que hacer por la zona y la mujer es encantadora y cocina genial. Yo me he sentido como en casa. Súper recomendable
Obligatorio tener que dejar una reseña para ésta casa rural. La casa es magnífica, los dueños encantadores, el personal de limpieza muy agradable, todo está limpio. Tranquilidad y turismo a partes iguales en un entorno perfecto. Sin duda para repetir una y mil veces
Pulcra y decorada con excelente buen gusto, La Perla es una casa rural donde se cuidan los detalles. Dispone de un jardín lleno de encanto y de una piscina ideal para el rigor del verano. Nos asignaron una habitación sencilla, pero coqueta y funcional. Aconsejamos degustar el desayuno y la cena, con una sabia y sabrosa mezcla entre lo hogareño y lo profesional: productos tratados con esmero en un comedor íntimo y tranquilo. Isabelle es una magnífica anfitriona, dispuesta a atender cualquier necesidad, y una buena conocedora de la zona que ofrece múltiples sugerencias para disfrutar de su belleza. Volveremos,
La casa es preciosa, silenciosa, salón con chimenea y música clásica que invita a descansar. La habitación limpia, cómoda. Isabelle encantadora, cocina genial! Desayuno y cena deliciosos. Esperamos poder volver.
Pequeña habitación. La cena fue 15 euros, muy sencilla y con solo una copa de vino y agua del grifo. El desayuno no fue incluido. Para mi no buena relación calidad precio.
La dueña muy amable. Pedimos la cena allí. Todo muy rico y en buena cantidad. Hay una construcción independiente de la casa para cocinar, estar, comer. La cocina bastante bien provista de tostadora, batidora, microondas, La pega es que el sofá que tienen allí es bastante incómodo. Las habitaciones muy confortables y con baño. Incluidas las toallas, sábanas y el jabón.
Nuestra anfitriona nos preparó unos desayunos buenísimos y nos informó de actividades a realizar, siempre con una sonrisa. La casa está impecable y era la segunda vez que nos alojábamos allí. Ojalá la tercera sea pronto.
Regular. La habitación es pequeña y básica. El bañó está bien en general aunque el plato de ducha es pequeño. La posada no tiene nada adicional así que una vez llegas solo te queda estar en tu habitación. La calefacción la apagaron durante la noche así que fue dormir con mucho frío. Puede servir para pasar la noche si estás de paso.
Estupenda base de alojamiento y descanso para tus viajes y vacaciones en las comarcas del norte de Guadalajara. Especialmente para encontrarse con los famosos pueblos negros o para conocer el parque natural del Hayedo de Tejera Negra. También para conocer de primera mano el arte románico rural de la región. Tierra de fronteras. El alojamiento de primera. Limpieza, silencio, trato. Isabelle es una anfitriona muy profesional que conoce extremadamente bien la región y siempre te puede orientar en tus excursiones.
Hemos pasado unos días en familia deliciosos, el trato de Isabelle y los suyos ha sido estupendo y las posibilidades de hacer rutas y conocer los Parques Naturales Sierra Norte y Barranco de Río Dulce muy accesibles. Destacar lo limpias, cuidadas y al detalle que están todas las instalaciones, salón incluido. Para repetir
Tiene varios atractivos: un jardín de película, con flores, algunos árboles y plantas; una piscina climatizada, y una sala con cocina independiente; una atención profesional y muy cercana; un riguroso cumplimiento de las medidas anti-Covid; unas habitaciones cuidadas hasta el último detalle y un entorno único en cuanto a naturaleza y historia minera. Los dueños pueden proponer múltiples rutas para pasear a pie en bici o en coche. El pueblo y la casa invitan a un relax lejos del bullicio de las ciudades y aseguran un estancia inolvidable.
Un lugar excepcional! La casa cuidada y preparada con todo detalle, y una limpieza excelente. Todo precintado, y preparado para la situación actual. Los anfitriones encantadores. Repetiremos sin duda!
La casa está muy bien, acogedora y muy bien atendida por los propietarios que tienen un trato excelente a un precio razonable y con un toque y ambiente distinto a otros alojamientos rurales. El sitio está bien situado para hacer excursiones y conocer la zona.
Formidable un lugar absolutamente delicioso Isabel la persona que lo gestiona es una chica encantadora que está pendiente de todo cuánto necesites sin importunar en lo más mínimo un lugar realmente recomendable la ausencia de puntos es debida al habla por micrófono
Lugar para gente encantadora porque el sitio es precioso, la dueña, encantadora, el trato exquisito. Los detalles de la casa y el trato de la dueña hacen de este lugar una casa con encanto y digna de pasar, no uno, ni dos fines de semana sino, si se quiere disfrutar, todos los fines de semana del año
Isabel un 10 una excelencia como anfitriona. El lugar embriagador, apacible (igual con nosotros no tanto). Está un poco lejos de todo y cerca de dónde quieres estar. Lo recomiendo 100%. Queremos volver con toda la familia, Un placer Hasta pronto.
Hotel rural con mucho en encanto. Desayuno delicioso con productos totalmente caseros y todo cuidado con mucho detalle en un pueblo en el que destaca el restaurante Sabory con buenos asados y las mejores patatas bravas del mundo.
Habitaciones super limpias y muy “cuquis”. Los dueños (franceses) muy amables. Y las comidas caseras dios míos qué rico todo! Lo recomiendo encarecidamente!
Un lugar con mucho encanto, no le falta detalle, además limpian con productos tolerados para personas con sensibilidad química, los jabones ecológicos y el desayuno con productos caseros. Nosotros además, nos dimos unos masajes que nos relajaron por comoleto, muy recomendable.
Casa con encanto y dispuesta con mucho gusto en una zona de interés por la historia de las minas de plata y la arquitectura de los pueblos. Maravillosa anfitriona que te ayuda y te informa en todo momento.