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Espectacular, comida y trato inmejorable, hemos estado hoy, todo de diez, te hacen sentir como en casa, aconsejo que vaya a todo el mundo, es comida Magnífica y te tratan como si fueras familia.
Hemos disfrutado mucho nuestra cena en esta bodega familiar. La comida estaba realmente deliciosa, nos encantó el cordero y el pulpo a la brasa. Los postres también muy buenos. Sin duda repetiremos
Un sitio a visitar y para degustar sus buenos y delicados vinos. Los productos típicos y sus carnes a la brasa exquisitas nos hacen volver a la infancia con esos sabores de la abuela! Una bonita historia, una buena bodega y un buen producto. Bravo por vuestro trabajo
Una cena entre amigos, productos de la tierra y una atencion profesional pero atenta y cariñosa. Gracias por hacernos disfrutar del talento y una huerta magnifica!
El sitio es precioso. La relación calidad-precio me sorprendió de lo buena que es. La comida está riquísima, la cantidad en los platos es muy generosa. Enamorada de este sitio, volveré más veces.
Fenomenal experiencia. Bravo Daniel lo que estás logrando en este proyecto personal y familiar. Bodega con interesante visita, cata y explicación detallada. Además cena muy sabrosa atendidos de primera en terraza tranquila. Volveremos.
Es un lugar espectacular muy buen servicio. Y atencion, trato de primera y k voy a decir de la comida todo buenisimo sin escepciones siempre l venimos repetimos y recomendamos trato muy familiar recomiendo 100%100
La primera vez que fui me resultó agradable, nada del otro mundo, pero normal. Por poner alguna pega, el pulpo sabía a cordero, pero por lo demás normalito, pero bien echo. Lo peor fue la segunda vez que fui. Reserve por teléfono y al hacerlo nadie me informó de que era un menú cerrado. Luego resultó serlo, 50€ por un menú elegido por ellos y un grupo cantando. Hasta ahí bien, no era lo que yo había reservado pero bueno. Lo decepcionante fue (aparte de la comida, un poco de pisto para seis, una carne de cordero cruda y un vino que no se tragaba. El tinto era vinagre y el blanco un poco mejor porque estaba frío) Más tarde quise comentárselo al dueño y lo primero que me dijo en mitad de un pasillo lleno de camareros y gente entrando y saliendo del baño, me dijo que si pretendía que me regalara la cena. Llegó incluso a consentirle a un camarero que me faltara al respeto, dirigiéndose a mí con malas formas y diciéndome que lo que pretendía era que me regalara la cena. En conjunto una mala especié cía. No repetiré
Ambiente idílico en verano, fresco, naturaleza, carne asada y un buen vino. En invierno es un lujo cenar en el cubo, con esa chimenea tan acogedora. Buena cocina y buen trato. Siempre prestando atención a los detalles, se pasa el tiempo sin darte cuenta.
Una experiencia tremendamente agradable la de conocer la elaboración de vinos en tinajas de barro como se elaboraba en la zona muchas décadas antes así como la voluntad de mantener la tierra local y dar vida a la España rural en proceso de envejecimiento y abandono en muchos parajes. Para rematar, la oportunidad de disfrutar de los diferentes vinos y de una fantástica cena al aire libre con una brasa espectacular cierran una velada de 10!
Somos una familia valenciana pero con raíces en Pozoamargo y ayer comimos en el restaurante de la bodega de las Calzadas totalmente recomendable tanto por la comida que estaba todo buenisimo como por el trato recibido. Para volver y recomendar.
Estuvimos cenando cuatro personas y salimos muy satisfechos. El tomate con ventresca lo recomiendo pues los tomates los cultivan en el lugar y se nota. Bacalao confitado y carne a la brasa bien elaborados y en cantidad mas que suficiente. Degustamos en vino Tinácula X, de elaboracion propia, como no puede ser de otra forma, con ese toque de la tinaja que lo hace algo diferente y muy aconsejable para salirse de los robles y maderas tan habituales. La cena se hace en el patio de la bodega, al aire libre y la bodega está abierta lo que hace la experiencia sea muy agradable y recomendable. El precio también aceptable
Bodega-restaurante acogedor, rodeado de naturaleza, con sus viñas y su huerto de donde recolectan sus productos y te los sirven directamente a la mesa. Tienen también una tienda para comprar sus productos de elaboración propia. Buen servicio y la comida hecha a la brasa brasa muy buena.
Una experiencia fabulosa, el lugar es precioso, un trato súper agradable por parte de todo el personal, la comida deliciosa. Sin duda un rincón que hay que visitar, volveremos.
Buena experiencia gastronómica en este lugar que combina, la ubicación de una bodega artesana, con buenos caldos madurados en tinajas de barro, lugar pintoresco, con edificación típica (májano) donde se puede cenar o comer en su interior. La carta, los productos de calidad y el servicio son correctos, la atención por parte del servicio de camareros, la cocina y el propio dueño son muy agradables. La terraza es amplia y bien atendida. Todo muy bueno, recomendado el tomate troceado de su huerta solo o con ventresca, todo el mundo lo pide, ja, ja, exquisito. Relación Precio-Calidad-Servició Muy Buena. Según la época se amenizan las veladas en ocasiones con algún artista invitado, a precio menu cerrado. Consultar. Volveremos otra vez.
Quería dar las gracias por la fabulosa visita que nos hicisteis. La explicación fue muy buena además de la forma de elaboración totalmente artesanal y la profesionalidad con la que nos realizaron la cata de vinos. La comida muy buena además del encanto de comer en el comedor de piedra. Además la comida destacable también. Muy contentos en general. Si podemos, volveremos
Es un sitio acogedor con una atención sencilla y exquisita. Precio adecuado a la calidad y a la frescura de sus productos: brasa y productos de la huerta. Volveremos seguro
Servicio excelente, buena comida a la brasa y de calidad. Un poco caro, sobrerodo los rorreznos, que nos los han puesto de bolsa y pensabamos que serian a la brasa, por 6€ Lugar cerca de la salida de la autovia, a la entrada de el pueblo de Pozoamargo. Con zona grande de terraza, rodeado de viñedos. Y con un original cubículo donde hacer las ctas de vinos. Al terminar, el dueño de la bodega nos ha explicado muy amablemente como hacen los vinos y consercan en las tinajas, cosa poco habitual en este siglo.estás viendo en todo momento como elaboran los platos a la brasa. Recomiendo el pulpo a la brasa, y los postres caseros, como el tiranisú y el flan de queso. Y los vinos tinácula, el blanco nos ha encantado.
El sitio muy bonito, pero la cena un desastre. No se si fue porque estaba lleno. Tardaban muchísimo en servir, incluso alguna cosa había que pedirla varias veces. El pulpo no estaba hecho del todo. Los lomos de bacalao sin hacer, estaban hasta congelados por el centro. Al cortarlos te costaba y se veía hielo. Al comerlo estaban fríos por dentro al estar congelado. Las chuletas no estaban mal. Lo mejor de la cena fueron los tomates de la huerta. Un poco desilusionada porque tenía buenas referencias de este sitio.
Fantástico lugar y trato inmejorable por parte del camarero. Los tomates con ventresca, el pulpo y el lomo de orza estaban increíbles, pero el chuletón trinchao y la paletilla de cordero exquisitas y en el punto perfecto. Tienen además una tienda de vinos típicos de la tierra, imposible ir y no llevarte ninguno. Es la segunda vez que voy y volveré a repetir sin duda. Recomendable 100%.
Fui a cenar ayer y tienen unas carnes exquisitas y el cocinero Gonzalo le dio una textura perfecta. Pedimos un chuletón que se cortaba perfecto y se desacia en la boca. Y unas chuletas de cordero con un tostado dorado perfecto. Y una ensalada de tomate con ventresca, donde se notaba que el tomate era un tomate de huerta kilómetro 0 y una ventresca tierna con el aceite y la sal justa. El vino espectacular pedimos un vino tinto recomendación de Dani que además es enólogo y creador del vino. Toda esta cena termino con un postre con una panacota casera muy buena y un tiramisú. Toda la cena estuvo muy rico todo tanto la ensalada, la carne y el postre. Un 10
La atención de esta familia trabajadora y cuidadora de su producto hizo q nuestra experiencia fuera de 10, los vinos excelentes y la comida casera y tradicional. Un día inolvidable
Poder disfrutar de este lugar es una suerte enorme. La comida magnífica, el vino exquisito y la familia es la gente más encantadora que te puedas imaginar. Fuimos en familia hace un tiempo y disfrutamos muchísimo. Que no te suene poco convincente, no los conocía más que por boca de mi suegro y por su vino, y la visita fue lo mejor. ¡ah! Y el precio por lo menos para nosotros, una pasada de barato para todo lo que comimos y bebimos.
Concertamos visita guiada a la bodega además de comida. Espectacular la visita, empezamos con subida a la ermita donde se ve toda la comarca y el pueblo y luego a las viñas a pie de campo. Posteriormente pasamos a la bodega con explicaciones al detalle sobre el proceso de elaboración del vino en tinajas para finalmente pasar al comedor muy peculiar con cata y la comida que estuvo exquisita. Recomendable al 100%.
Bodega joven con buenos caldos producidos en tinajas, sistema anterior al barril de madera y nada al uso hoy en día. La visita guiada fue muy interesante, la cata mejor y recomiendo ir a cenar a la propia bodega. Concertar telefónicamente.
En un principio le iba a poner 5 estrellas. El sitio es agradable y acogedor. La calidad de la comida es muy buena pero el servicio fue algo lento. Cambiando lo demás es un sitio de 4-5 estrellas
Un sitio bonito para comer o cenar muy a gusto. Todo lo que pedimos estaba muy bueno, en especial el tomate, el pisto y los platos de parrilla. El servicio, muy atento. Muy recomendable.
Excellent endroit plein de charme avec une culture atypique de la région. Voici une manière de faire du vin d'un autre temps, en maintenant toutes les propriétés gustatives des vins. Daniel vous fait visiter et vous explique en détail les procédés viticoles. Il y a sur place une salle de dégustation et possibilité de gouter d'autres produits locaux. L'été il est également possible d'y dîner.
En general la experiencia está bien. Muy interesante la parte del tour por las viñas que se hace con el padre de Daniel y la historia de las tinajas. Los vinos muy ricos y la comida tb muy buena. Puedes comprar en tienda sus vinos, aceite, y otros productos allí realizados. Como único pero, y es ínfimo, si se os cita a entre 11 y 11: 30, significa 11. Llegamos a las 11: 40 por el tráfico de salida de Madrid y nos tuvimos tiempo para hacer el desayuno porque el timing es algo rígido hasta llegar a la comida. No le dimos mayor importancia a este aspecto porque no lo tiene, pero como critica constructiva para mejorar poco a poco, hacerlo un poquito mas relajado (la gente esta de fin de semana) hará mejorar la experiencia 100%!:)
Un descubrimiento tan grato y un saber hacer, del que dará mucho que hablar en un futuro, por parte del joven enólogo Daniel Sevilla (curiosidad coincidir en apellido), que he incorporado la distribución de todos sus vinos a mi empresa Prima Vindemia.