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Segundo año consecutivo que vamos a la casa rural. Somos una familia grande, con varias "minifamilias" y la casa se ajusta perfectamente a nuestras necesidades: Comedor amplio para comer todos juntos, salón con separación para poder hacer dos ambientes, habitaciones separadas de la zona de ocio para no molestar a quien quiera descansar y prácticamente un baño por habitación o cada dos. El trato muy servicial, amable y cercano. No nos ha faltado de nada y, si en algún momento hemos tenido algún problema, lo han solventado rápidamente. Estamos encantados, de hecho, volvemos!
Llevo con mi familia pasando la Nochevieja en esta casa dos años y siempre hemos disfrutado de unos momentos únicos en ella. Sin lugar a dudas Ana es la parte fundamental de la casa, siempre disponible y dispuesta para todo lo que hemos necesitado. Agradecida de la atención y del paraje increíble que ofrece la finca.
Mi familia y yo hemos alquilado esta casa para Nochevieja ya dos años consecutivos porque estamos muy a gusto. Somos más de 20 personas y hay sitio de sobra. Las habitaciones son cálidas y acogedoras, las zonas comunes también, nos gusta montar fiesta después de la uvas y allí no molestamos a nadie, los perros tienen sitio de sobra para correr por ahí. Sin duda, volveremos.
Gran casa rural para pasar un tiempo agradable y fantástico con familia y amigos. Ana es encantadora y a la mínima que la necesites, ahí está para ayudar y solucionar los problemas. Es un sitio muy tranquilo, perfecto para desconectar de la ciudad y estar en contacto con la naturaleza. Las habitaciones están bien y cada una cuenta con su baño incluido. Las instalaciones están genial, cuenta con cocina totalmente equipada, zona de barbacoa, piscina, paellero, etc. Es el segundo año que estamos y sin duda no será el último.
Hemos pasado la nochebuena una familia de 20 personas, ha sido una experiencia increible, una casa super amplia, con todas las comodidades, con tiempo para estar todos juntos y tiempo para descansar en privado sin que el resto molestara, y gracias a Ana, no nos ha faltado de nada y a estado atenta en todo momento. Para repetir.
La casa es grande desde luego y la piscina enorme, pero las habitaciones son bastante antiguas. Lo que nadie te dice es que en las mismas te vas a encontrar un olor naseubundo a fosa septica (durante el día no lo notas porque tienen un ambientador programable) que te va a amenizar la noche y que como tengas poca suerte te van a comer las pulgas (verles fumigar a primera hora de la mañana debió darnos la pista.
Fuimos unos 20 amigos y está muy bien. La piscina es muy grande y le da el sol la mayorías del día. Las habitaciones son amplias y rústicas. Hay algunos baldosas de los pasillos que se mueven. La única pega es que no nos avisaron de que el horno no funcionaba y un día queríamos hacernos pizzas y que no hay un espacio exterior en el que haya hueco para 20 personas. Pero bueno, nada que no se pueda solucionar moviendo sillas y mesas de arriba a abajo. Algo muy positivo es que es la única casa rural de las que encontramos que está tan alejada y, por tanto, no molestas a nadie. Nosotros tuvimos la música muy alta (la pobre dueña que paciencia.) y ella no nos dijo nada. Muchas gracias Silvia y Carmen! Volveremos
La casa rural es muy grande, el jardín muy bonito y en la piscina se está de lujo. También tiene productos propios, vino y queso, que están de lujo. Muy recomendable