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El bar tiene un ambiente especial, parece que se realizan actividades culturales y conciertos continuamente, la atención es muy buena y la música me encantó. Volveré sin dudarlo.
Desde que bebía de la teta de mi madre y vivía en San Anton iba a ese bar que parecía un antro más que un pub. El señor potorro, un hombre chaparraete el cual tenía que poner en el suelo palés de madera porque no llegaba a la barra del bar y mal humorado, siempre que se refería a mi padre deciendo "el marica de tu padre". Se echa de menos.
Ahora lo llevan unas personas un tanto curiosas, esta bien decorado aunque algo sobrecargado con la huelga feminista. Lo mejor es cuando ponen música indie o hacen conciertos de estilo libre y te dejan tocar algo con ellos. Lo que menos me agrada son los aperitivos. Por lo demás buena gente.
Lugar de intercambio de experiencias en Cuenca. Actividades varias; yoga, cantos, mantras. Al tiempo que bar para disfrutar de unas cervezas. Combinación perfecta!
No llegamos a entrar, pero nos quedamos con muchisimas ganas. No puedo deciros si es un sitio agradable, si tiene buena música o buenas copas, pero hay que tenerlos cuadrados para ponerle ese nombre a un garito. Enhorabuena. Es solamente un pub no?