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Sitio guay. Ambiente informal y variado, con bastante gente joven, pero también gente algo más mayor. El personal es muy amable. La comida modernita y muy, muy rica.
Atención excelente, amplio horario para comer (llegamos casi por la tarde sin encontrar lugares abiertos) y comida muy rica. Recomiendo la hamburguesa, estaba de escándalo
Lo siento. No me ha gustado.antes estaba muy bien. Ahora, nada bien. Es pequeño, quieren aprovechar espacio y te sientes incómodo. Tampoco me gustó el servicio. Lo siento. Es lo que vi.
Poca variedad en carta, servicio muy lento en servir. Se ve poca profesionalidad. Muy feo el detalle de la camarera, comentando que a las 22;45h ya la cocina no funciona, coaccionando a pedir todo
INCREÍBLE! Lugar con mucho encanto donde l@s camarer@s son muy agradables y cercanos y la cocina que decir excepto increíble e inspiradora. Voy mínimo una vez a la semana y siempre me sorprende con algún plato fuera de carta, a cada cual mejor. Todo un acierto para ir con amigos, familia o con tu pareja, es de esos sitios que siempre aciertas si tienes algo que celebrar o solo quieres disfrutar de una buena comida. No puedo quedarme con ningún plato en especial porque todo lo que he probado me sorprende por su originalidad y sabor, se nota que trabajan un buen producto y los postres son de otro planeta. Si vas no dudes en dejar hueco para pedir uno o dos. RECOMENDABLE 100%
Espectacular! Mi sitio de referencia en Cuenca. Los camareros muy amables y la comida muy rica y original, platos bien montados. Buena relación calidad-precio. Los postres de lo mejorcito!
Sorprendido con los platos y la presentación! Fui invitado por una amiga y me pareció todo delicioso. Desde el salmorejo de remolacha con sardinas ahumadas (en serio las sardinas eran ambrosia) hasta los berberechos Thai con toque picante. Muy amable el servicio y todo limpio.
Todo de 10, la atención del personal y la comida. Las flores de calabacines muy buenas, y el tataki de salmón espectacular. Comimos en una mesita exterior de pie porque estaba completo, pero nos atendieron de 10.
Nivelazo. Se agradece la carta corta porque todo está ESPECTACULAR, el nivel de la comida es muy alto. El ciervo o la flor de calabacín es para ir más de una vez. Más de 6 vinos blancos y 6 tintos por copa de alto nivel, para poder probar. Un sitio para descubrir. La camarera nos ofreció media ración para poder probar más cosas. Volveremos a Cuenca!
No te dan comida en las mesas de la calle, porque “es invierno y la comida se enfría, es complicado no lo entenderéis” y a mi que me importa que esté fría.
Me faltan estrellas para valorar la experiencia. Entramos a este restaurante por casualidad y nos llevamos una grata sorpresa. No teníamos reserva e hicieron por que tuviésemos una mesa para poder comer. El sitio es pequeño y un poco caro, pero pagamos gustosos por el trato recibido y lo buena que estaba la comida. Nos dejamos aconsejar por la camarera, que acertó al 100%. Pedimos los Berberechos como entrante, y los ravioli de morcilla y el solomillo de ciervo de principales. De postre, de nuevo por recomendación, el chocolate con sal y naranja, y su versión de Happy Hippo.
Aunque la comida estaba buenísima y es la principal cosa a destacar, el trato de Helena fue lo que nos dejó un maravilloso sabor de boca. Siempre atenta, agradable y respetuosa con las medidas de seguridad y las maneras de algunos clientes.
Ojalá viviésemos en Cuenca, porque repetiríamos mil veces más.
Pasión por la cocina, es lo que se respira en este pequeño local. No es un restaurante económico, pero merece la pena cada uno de los céntimos que pagas.
Excelente ubicación en el centro de cuenca y muy buen ambiente. La atención de maravilla, y súper rápida. La carta es muy variada y creativa, todo estaba buenísimo! En particular el Pulled Pork, las Vieiras y de postre la Torrija (de las mejores!)
El mejor descubrimiento de Cuenca. Los camareros son encantadores y muy atentos. Y la comida exquisita un lugar de 10. Los puerros un plato que tenéis que probar y la tarta de quedo se dioses
Es nuestra primera vez en Cuenca. Llegamos hambrientos a este lugar sin encontrar ningún sitio abierto a la redonda, a las 8 de la tarde. La camarera nos atendió divinamente. Nos aconsejó esperar a la hora que abría la cocina y nos ayudó a buscar una mesa entre las disponibles que quedaban (todo reservado cuando llegamos) : Las bravas, exquisitas. La hamburguesa al punto, jugosa y fresca. El lingote de cordero, madre del amor hermoso. El servicio, impecable; y la paciencia y cariño de la camarera, se nota en la calidad del servicio que esta gente trabaja con dedicación y ofrecen lo mejor de ellos. Volveremos!
Una cocina extraordinaria. Aunque algo pequeño, pero ha merecido mucho la pena probar algunos platos, como las alcachofas, chipirones con sobrasada, judías, y el postre más recomendable la tarta de queso. Todo con un servicio esmerado y muy rápido. Un sitio genial.
Es chiquitín pero muy bien ubicado cuando bajas del casco antiguo de Cuenca. La atención es magnífica, son rápidos y los platos de la carta están excelentes. Y no es nada caro. ¡Recomendado!
Un sitio diferente para tapaer, un 10 a las cocineras y el servicio inmejorable, sobre todo la chica que nos atendió, un sitio para repetir sin duda. Las croquetas son un capricho de Dios! Uffff no dejéis de probarlas.
Servicio excepcional de atención al comensal, excelente formación al personal para que te asesoren qué cerveza probar. Comida de 10, con la camarera preocupándose por no tardar mucho (no lo hicieron). Como siempre un placer probar su carta volveremos cuando vayamos a la ciudad sin duda.
Bajando de la zona alta nos topamos con este bar con una apetecible terraza exterior. Quisimos tomarnos un vermú (tienen varios, el gallego está increíble) y estábamos tan a gusto que decidimos picar algo. Platos riquísimos y originales. Y para la calidad nada caros. Pedimos el yubiki de zamburiñas con mahonesa kimchi y los rollitos de magret de pato con salsa de peras y almendras. Hay que destacar la atención y simpatía de la camarera y su variada carta de vinos, tanto blancos como tintos. Repetiremos sin duda.
Merece muchísimo la pena. Cocina cuidada, sabores interesantes y un servicio superamable. Todos los platos deliciosos y una oferta de vinos y vermuths diferentes. Anótalo en tu lista de "must" en #cuenca El barrio también es animado.
Magnífico tanto en calidad de la comida como el servicio. La camarera muy amable, simpática y atenta en todo momento nos recomendó los platos a pedir y acertó de pleno. Servicio rápido, hay poquitas mesas por lo cual no es agobiante aunque se llene. El precio correcto acorde a los platos que sirven. Repetiremos sin duda, recomendable a cualquiera que le apetezca probar platos innovadores.
Un sitio ideal para cenar de tapeo, comida muy rica los baos geniales. La camarera que nos atendió encantadora muy agradable y nos aconsejo sobre que pedir.
Nos encantó, comida muy muy buena y el trato tb muy bueno. Recomiendo el tartar de atún y los baos de papada, pero sobretodo recomendable la tarta de queso.
Delicious food, fair prices.actually quiet cheap is you compare with Madrid prices. Cozy place with outstanding service.it is usually crowded so try to book or cross your fingers
La comida buenísima, el sitio es pequeño con poquitas mesas, pero la comida está para chuparse los dedos. Tendremos que volver a probar sus hamburguesas, ya que no pudimos hacerlo porque se habían terminado. Sin duda volveremos a repetir allí.
El local es un poco pequeño pero puedes salir fuera a tomarte el aperitivo, si el tiempo lo permite. La carta espectacular, no es muy amplia pero exquisita. Un poco caro pero merece la pena. El trato superamable. Lo recomiendo 100%.
Pidas lo que pidas creo que la satisfacción del cliente va a ser de lo más agradable, un sitio con decoración "old school" un ambiente muy tranquilo. Todo delicioso, el camarero súper atento y dedicado muy detallista y las cocineras dos primores que hacen de la cocina un verdadero arte.como único apunte la temperatura del vino era demasiado fresca a esa temperatura pierde sabores y aromas, por lo demás un descrubimiento al que volveremos sin duda. Recomendable 100%
Uno de los mejores lugares de Cuenca;para desayunar, Sandra hace el mejor café de la ciudad.y con mucho ️, tostadas y bizcocho casero Para comer o cenar tienen una carta muy diferente, muy buena y un precio muy aceptable. La vinoteca variada y estupenda. Cuidan mucho los detalles, flores frescas todos los días y buena música a todas horas. Es un sitio pequeño.pero es imprescindible y muy recomendable visitar y degustar.
Unas cañas, un buen vino y una riquisima cena. Calidad, buen servicio y buen precio. Platos riquisimos y producto y cocina fresca. Repetiremos. Recomendado 100%.
Un secreto escondido al pie de las escaleras que suben al casco antiguo. Cocina vanguardista con base de tradición. La torrijas de matcha y el pan con chocolate, los mejores postre que he probado en años.
A veces por alguna razón que se desconoce caes mal en un sitio y te tratan fatal. Eso fue lo que nos ocurrió aquí, fuimos a desayunar y el camarero parecía enfadado con la vida. Una pena, porque el local no está mal. Mala experiencia.
Un lugar bastante acogedor, con cada consumición te ponen una tapa, en nuestro caso un pincho de tortilla y pizza, el servicio muy amable nos aconsejo en la cena y acerto con los platos. Nuestra resultado: Fuimos a tomar una cerveza, nos gustó y nos quedamos a cenar y acertamos sin duda. Por cierto la música de ambiente nos encantó The Beatles
En el sitio todo lo que se come esta muy rico, pero los precios estan un poco disparados, una racion de 8 gambas con bacon 8€, una merluza no muy grande con pisto 17€, pero insisto que esta muy rico
Hoy hemos tenido la gran suerte de cruzarnos con este gastrobar. La experiencia ha sido fabulosa. Local muy acogedor, personal sensacional y una comida espectacular con platos caseros muy elaborados y sabrosos. 100% recomendable
El lugar esta bien situado, para tomar algo esta genial sobre todo si hace buen tiempo porque puedes quedarte fuera al lado del río en las mesitas de madera que apoyan sobre el muro (desconozco el nombre) pero te lo pasas genial. Lo que no me gusto es que a veces si no pides tu tapa, no te la ponen
Bonito, agradable, hay empiezan las escaleras y las cuestas para subir al casco antiguo de Cuenca, las cabezas de perro son de trapo, originales a tope. Muy bien atendido.
La calidad de los platos es bastante buena, y son originales e innovadores. Lo peor es que el precio es un poco elevado para lo que se recibe a cambio, y más teniendo en cuenta el resto de precios de los restaurantes de la ciudad.
Valoro la atención de los camareros. Me dicen que no me ponen caña que solo tienen tercio, y luego otra camarera tira tres cañas seguidas.poca alegria en su atención a los q con los clientes tendré que probar su comida.