El Refugio

Un apartamento de turismo rural decorado con mucha personalidad. Cómodo, confortable y con todo lo necesario. Una casa en un entorno de absoluta tranquilidad. Perfecto para desconectar.

Una experiencia muy agradable y tranquila. La casa perfectamente equipada para el frío y con todo tipo de menaje. Desayunar junto al río es un placer. Juan Carlos y Yolanda muy agradables y atentos. Repetiremos

Genial, Al lado del rio Cuervo, limpio, el pueblo muy bonito, Yolando encantadora y dispuesta a ayudar en todo momento, muy recomendable.

Falta mantenimiento en la casa, pintura, sillas atadas con cuerdas, cama chirría y la limpieza no es buena. Por lo demás bien la ubicación y la tranquilidad

Al propietario ni lo hemos visto por lo que no puedo opinar. La casa deja mucho que desear sobre todo en limpieza
No he podido ni ducharme por el estado en que se encuentra el baño.
La habitación igualmente sucia y los suelos igual de sucios
En el armario imposible guardar ropa. Pienso que no se ha limpiado en mucho tiempo.
Hemos pasado la noche porque íbamos con el perro y no sabía dónde me lo iban a acoger. Si no no duermo allí.
No se lo recomiendo a nadie

Las habitaciones y los salones eran amplios. A dos minutos andando de un bar donde sirven comida de la zona. La parte trasera da al río, con magníficas vistas. La casa está muy bien aislada del frío. Muy recomendado para una escapada de fin de semana al corazón de la sierra de Cuenca, junto al nacimiento del río cuervo.

Casa rural muy acogedora y el propietario muy amable. Hay un bar cercano donde puedes comer bien.

Muy buen sitio para pasar unos días desconectando de la rutina, situado junto a él nacimiento del río Cuervo y el nacimiento del río Júcar, muy bien situado, rodeado de naturaleza, Juan Carlos su propietario es una buena persona, te ayuda en lo que necesites, nos ha gustado mucho el sitio y de seguro repetiremos, el río Cuervo pasa junto a la parcela de la casa rural, el agua del río está limpia, por nuestra parte el sitio, la casa y lo que lo rodea totalmente recomendable

Una casa rural con encanto en un entorno único, Juan Carlos te trata y te mima como si fuese tu casa

Un lugar muy bonito y acogedor y el dueño un hombre super Amable y Atento volveremos otra vez en Primavera

Precioso rincón acunado por las aguas del río Cuervo en Vega del Codorno. Minimalista pero confortable con interior en madera. Magnífica opción para cualquier época del año si quieres conocer la Serranía de Cuenca y sus encantos.

Buena localización, buen trato y siempre bien informados de dónde podíamos comer y qué ver. Recomendable.

Una experiencia única. Sin duda, una casa muy acogedora, cuidada, limpia, calentita y con un sin fin de detalles que hacen que uno pueda desconectarse por completo. Es un alojamiento muy cómodo ya que tienes todo a mano y se duerme muy bien en las camas. Las vistas al río cuervo no tienen precio, así como el paraje en que se envuelve.

Juan Carlos es muy atento y nos dio mucha información de la zona para visitar más sitios además del Nacimiento del Río Cuervo, los cuales son incluso más impresionantes; es un gran experto en medio ambiente y nos explicó todos los atractivos que tiene el entorno; así como donde comer (en este pueblo todavía quedan barecitos donde se puede degustar auténtica comida casera directa del puchero a la mesa).

Sin duda una estancia inolvidable para los que nos gusta disfrutar de la naturaleza y del descanso, en una zona tranquila, con mucha esencia rural y muchas posibilidades para realizar actividades (nosotros hicimos senderismo y tenemos que volver a ver el deshielo, en otoño a coger setas, escuchar la berrea,).

100% recomendable!

Realmente genial. Una casa muy acogedora donde pasar un agradable fin de semana. Lo recomiendo totalmente.

Genial. Literalmente considerado un "refugio", donde poder esconderte del frío, la nieve o el mal tiempo y disfrutar de unos días tranquilos al calor del fuego! Y del paisaje ya ni hablemos.
Mi sitio favorito es el salón de madera. Muchas gracias a la amabilidad del dueño, Juan Carlos, por todo lo que ofrece y lo poco que pide a cambio.

Maravilloso, en un lugar genial, muy natural y tranquilo. Muy acogedor y calentito, las cámas muy cómodas.
Juan Carlos súper amable simpático y nos ayudó en todo lo que necesitamos.
Totalmente recomendable.