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Estuvimos este fin de semana disfrutando de un viaje en familia, después de mucho buscar este sitio nos llamó la atención y decidimos ir, y que acierto! A las casitas de madera no les falta un detalle , la limpieza de 10 y la comodidad no puede ser mejor! El restaurante es una pasada, la comida tiene una calidad que no la encuentras ni por la zona, ni por muchas otras zonas con más oferta, el trato por parte del personal es inigualable, atentos pero sin agobiar , la recomendación de postres caseros buenísimos, la tarta de queso espectacular! Pamela un 10!
Buen sitio y muy buena comida, todo muy bonito y cuidado al detalle en un lugar privilegiado, si estás en esa zona o pasas por allí un lugar muy bonito para ir. La comida es de gran calidad y el servicio es excelente.
Un restaurante auténtico con todas las letras. Comida de auténtica calidad. La carne en general es exquisita, difícil elegir una solamente, los medallones de ciervo como recomendación. Las bravas también buenísimas (no están en carta). Todos los postres excelentes. Obligatoria visita, eso sí, si vas en algún puente reserva o será difícil coger sitio.
Abrasador en la zona de los Montes de Ciudad Real con un espacio tranquilo y rodeado de campo libre. En esta ocasión no llegamos a alojarnos en las cabañas preparadas para una estancia confortable Sí que encontramos el restaurante totalmente acogedor y completo. Con un servicio súper atento, una carta completa, variada y de exquisita calidad Recomendable las croquetas variadas y el cochinillo al horno, en su punto y delicioso Es un punto de obligada visita para conocer los alrededores de la Mancha Se encuentra al llegar a Los Cortijos de Abajo, en la carretera local CR-713, a la derecha. Impresionante, imprescindible, ideal.
Hemos ido en varias ocasiones, es un sitio estupendo. La comida es espectacular, buenísima, la atención muy buena y Pamela (la dueña) es encantadora, si tienes dudas sobre q comer te asesoran. En mi opinión el solomillo de ciervo está exquisito, sin desmerecer al respecto de platos, no lo dudes es el sitio ideal para celebraciones, cenas de enamorados, comidas en familia, con amigos, disponen de habitaciones, piscina y barbacoa en verano con una terraza de ensueño.
Hemos pasado unos días en este emplazamiento y hemos disfrutado muchísimo. Las cabañas son una delicia. Cálidas, acogedoras, muy completas en cuanto a menaje, limpieza, y textil para que te sientas como en casa. Rodeándolas, hay manzanos, perales y unos vecinos emplumados que nos han acompañado las tardes junto a la refrescante piscina. Una piscina de la que hemos disfrutado muchísimo con los niños, así como del espacio libre, pista de fútbol, parque y campo suficiente para agotarlos. A dos pasos del pueblo y de un pequeño y encantador pantano, la única pega es que al haber ido en diario no hemos podido probar el restaurante, pero eso nos hará volver. El trato con los dueños fantástico, y como regalo de despedida nos han obsequiado una docena de huevos de sus “huéspedes” fijos. A hora y media de Madrid, tenéis un lugar único para descansar y recargar las pilas.
Un oasis en el pueblo, entorno incomparable, alta cocina a precios populares, acogedor, decorado con mucho gusto. Ideal para escapadas lejos del mundanal ruido.
¡Un lugar para desconectar de la rutina! Casitas unifamiliares muy completas y con mucho gusto.
Fuimos a una escapada de amigos del instituto y disfrutamos mucho. Las instalaciones están muy bien, con piscina y pista polideportiva. La encargada de su gestión, Pamela, es atenta y ofrecida a ayudar en cualquier inconveniente que encuentres.
Tienen un restaurante que, aunque no probamos, ¡tiene una pinta excepcional!
Hace falta refuerzo en fechas concretas, pues a pesar de tener sitio esperamos casi media hora para que nos atendieran y otra media para poner la bebida. Por lo demás todo genial.
El Rincón del Cerrillo es un lugar maravilloso para disfrutar de una buena comida con tu familia y amigos. Muy buen ambiente y comida de calidad. Aparte el trato de los trabajadores es magnífico, en especial Pamela, está siempre pendiente para que tu experiencia sea perfecta.
Además también tienen unas cabañitas para poder alojarte unos días con un entorno rural muy acogedor.
Excepcional en todos los sentidos, un lugar para descansar y disfrutar de la paz y la tranquilidad del campo. Las cabañas tiene todo lo necesario para que te sientas como en tu casa y Pamela siempre está pendiente, es un encanto. El restaurante pone la guinda a la estancia, muy buena comida en un lugar precioso. Volveremos seguro. Muchas gracias por todo.
Un sitio obligado para visitar, buen trato, buena comida, unas vistas excelentes, una atención de 10, si tienes chicos el mejor lugar, parque infantil, cama elásticas, pista de fútbol un buen plan para disfrutar en familia el fin de semana,
Un lugar encantador, su dueña súper atenta y su familia. Un paisaje bucólico y maravilloso. Súper recomendable. Te sientes como en casa, tienen animales para disfrutar de verlos.
Somos de Madrid y tenemos una casita en un pueblo de al lado al que venimos con mucha frecuencia. Cada vez que venimos el primer lugar que visitamos sin ninguna duda es el Abrasador El Rincón del Cerrillo. No hay lugar más idóneo para pasar un buen rato con familia y amigos. El ambiente es muy acogedor y familiar, destacando el trato de Pamela que está pendiente de todo en todo momento. La comida es muy buena y tiene inmensidad de variedad. Si tienes que visitar un restaurante de Ciudad Real, este es el mejor sin duda.
Super complacida con este sitio. Amplio, confortable, calidad de servicio y comidas como el que más, con un entorno idílico, natural, acogedor y sobre todo una esmerada atención, agradecida en especial con Vanessa, muy esmerada y atenta. Recomendado 100% en calidad y precios.
No puede ser mejor el enclave, el personal maravillosos Guille, Pamela, niquel, Miguel en definitiva todos la comida y tapas espectacular OS recomiendo un fin de semana en sus casas rurales Ana
Es un sitio de 10 para ir a comer o disfrutar de un fin de semana con la familia en plena naturaleza. Cada vez que estamos por la zona, no dudamos en ir allí a comer o a cenar. La comida está espectacular y cuidando siempre al detalle su presentación. La tarta de queso como postre es casera y está irresistiblemente buena! Añadir que además el trato de todos sus empleados es increíble y súper cercano. Es una familia increíble que no puede formar mejor equipo. Seguiremos yendo como lo hacemos ahora.
He estado por primera vez en el restaurante y volvere sin duda, comida muy rica y excelente atención. Luego he dado un paseito por las instalaciones y las cabañas estan en un entorno muy agradable.
Lugar con encanto por sus excelentes vistas, ideal para ir con niños también, la comida casera y riquísima, personal muy atento en todo momento y al finalizar en el postre detallazo. Recomendado. Nosotros repetiremos.
Restaurante rural con aspiraciones a "algo más". Me desplacé hace poco a este lugar para comer con la familia, en principio por lo idílico de los comentarios que se veían en internet pero las sensaciones in situ no fueron las que esperaba. La comida hay que reconocer que está bien cocinada pero en relación calidad/precio no me pareció que allí se estuviera degustando un menú de estrella Michelin ni siquiera aproximarse salvo el precio final. Todo empezó mal cuando al reservar parece que te están haciendo un favor por ponerte una mesa en exteriores pero una vez en el lugar te ofrecen una en interior por algún motivo que desconozco y seguidamente volvíamos a estar de nuevo en exteriores en un velador rústico a la sombra con un airecillo primaveral que invitaba a tiritar con una chaqueta fina. Aislados del resto del restaurante, la mesa más alejada incluso del resto de personas que en exterior tomaban cañas. Las mesas restantes de aquel velador parecían reservadas pero allí no venía nadie salvo nosotros. La mesa que nos ofrecen con un mantel de papel, platos y cubiertos. Nada de copas o vasos. Sillas de terraza de plástico. En resumen y como nos dió a entender una empleada "Es lo que hay, si lo queréis así bien, si no. " A punto estuvimos de la siguiente opción en ese momento. Tenían prisa por despacharnos inicialmente pero empezaron a atendernos relativamente tarde. No nos trajeron carta "física" donde ver precios, los menús que pactamos previamente por teléfono con la reserva cambiaron de ingredientes ese día. ¿Os imagináis que alguien de la familia fuera alérgico a algún nuevo ingrediente? Nos ofrecen para los niños unos platos combinados con 4 nuggets dos croquetas y patatas fritas caseras. ¿Los nuggets son de pollo? No, aquellos eran de cerdo. Las croquetas eran de pescado cuando lo normal es que a un niño se le ponga de jamón o pollo. Pues así, sin bebida incluida 10€ cada plato infantil. Pido un vino para maridar con uno de los platos elegidos y me ofrecen un Todo Paso blanco que suelo tomar muy a menudo en casa. Pues allí me sirvieron una copa de un vino que no se parecía en absoluto a lo que pedí. No me lo sirvieron en mesa con la respectiva botella, ya me lo en trajeron de barra en la copa. Al descambiarlo me dicen que es ese vino y que era yo quien me estaba equivocando, con malos modos y a regañadientes me sirven uno nuevo de la botella y ahora sí, sabía igual que el que yo tomo habitualmente. Antes de la comida pedimos una cerveza a la que acompañaron con una "tapa", pues bien, en el ticket pueden ver que nos cobran la tapa ¿Si no la pedimos? Al igual en que el pan de cortesía, nos cobraron 3 chuscos de pan que no pedimos en ningún momento. La amabilidad que tanto vi en los comentarios de otras reseñas no la estaba viendo por ningún lado. No nos estaban sirviendo, más bien nos daban de comer a cambio de dinero. A todo esto. El frío que allí hacía, sin alguna cortina o similar hizo que la comida se enfriara en minutos. A la hora de pagar vino la "sorpresa" que he comentado, tapas y pan que no habíamos pedido, unos helados a 3€ la bola, unos platos combinados a 10€ cada uno. Desde luego que no voy a volver a pisar ese lugar, sino que a todo al que conozca que me pregunte le voy a contar lo "bien" que nos portamos pagando una comida como la de la foto en un lugar que al fin y al cabo no es más que un restaurante rural común con buena comida pero con un servicio poco detallista y poco acogedor.
El entorno junto con la atención recibida por el personal y la relación calidad precio me pareció excelente.las raciones generosas y buena calidad. Lo recomiendo
Nos encanta visitar este sitio y desconectar de la ciudad. Siempre que vamos al pueblo vamos a tomar algo, o a cenar o a comer. Y siempre disfrutamos de sus bebidas fresquitas, variadas y tapas
Muy recomendable! Nuestra experiencia ha sido muy buena.
Empezando por el trato de Pamela, la limpieza de las casas y el entorno que las rodea, nos ha hecho pasar un fin de semana de desconexión y relax muy bueno.
Desde que entras por la puerta principal, sientes la tranquilidad. Las cabañas están muy bien equipadas y bien cuidadas, limpieza de 10. La piscina súper cuidada y súper limpia. Pamela es una persona muy educada y con mucha experiencia. Sin duda repetiremos en cuanto tengamos ocasión.
Excelente lugar para pasar unos días de ensueño. Sitio acogedor, gente maravillosa, servicio y limpieza de 10. A la cabaña en la que nos alojamos no le faltó detalle, teníamos de todo. Levantarte con el ruido de los pájaros no tiene precio Repetiremos sin duda!
Este lugar destaca por la amabilidad y buen hacer del personal, como por la elaboración de cada uno de los platos. Le hubiera dado 5 estrellas sino hubiera sido pq a pesar de estar en el salón interior, no en la terraza exterior q es otra opción, las moscas no nos dejaron disfrutar como hubiéramos deseado y el olor a tabaco era muy molesto. Aún así volvería a darle otra oportunidad.
Precioso lugar para descansar y disfrutar de la naturaleza. Cabañas con todo lo necesario para pasar unos días en familia. Piscina, parque infantil, gallinero, huerta, restaurante. Muy recomendable
Hemos estado este fin de semana en las cabañas, todo ha sido maravilloso y Pamela muy amable y servicial con nosotros. Los desayunos los hicimos en la cabaña, y están espectaculares (se reserva el día de antes), y la comidas y cenas en el propio restaurante, y todo estaba riquísimo. También pudimos disfrutar de la piscina, así que solo puedo decir que REPETIREMOS SIN LUGAR A DUDAS. Gracias por todo!
El pulpo y el cochinillo como no lo he comido en ningún sitio la chica que nos atendió muy agradable y el local y las vistas muy bonito. Volveremos seguro
Bungalows muy cómodos y con todo lo necesario para pasar unos días, la piscina esta genial y tiene parque infantil y pista de fútbol sala. En el restaurante se come bien pero hay que reservar hay mucha gente en verano. Totalmente recomendable