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Lentitud. Llevamos más de media hora esperando a que nos atiendan. Se ha puesto un camión y ha ocupado 3 surtidores. El señor del camión ni se va ni hace por irse. Está con el móvil en la puerta de la Repsol. Y la gente de la gasolinera tampoco hace por que se vaya o aparque en otro lado para dejar al resto de clientes repostar. Nos hemos tenido que poner por el lado contrario y aún así, esperando por el empleado para que nos atienda. Un caos de gasolinera.
Muchísimas gracias por haberme atendido. Cuando llegué la mujer que me despacho estaba ya casi cerrando, y muy amablemente, y perdiendo algo de su tiempo, puso combustible en el depósito. Si por mí fuese, le subía el sueldo.
Un sitio inmejorable para repostar sobre todo por la amabilidad y simpatía de sus empleados. Son muy serviciales y no pasa como en otras gasolineras de Repsol, que ven llegar a un cliente y se esconden para darle caña al autoservicio! Aquí no! En cuanto te ven, ya salen a repostar ellos! Es un gusto! Siempre q paso cerca de esta gasolinera, me desvío un poco si es necesario y lleno el depósito!