Frujeis

La frutería de nuestros vecinos Jesús e Isabel, donde compramos la fruta y unas cuantas cosas más el resto de los vecinos. Uno de esos negocios familiares levantado a base de mucho trabajo y dedicación, en el que puedes llegar a las nueve de la noche porque te acabas de dar cuenta de que no te quedan cebollas y te atienden aunque estén recogiendo, te redondean la cuenta para que no tengas que rebuscar las monedas de céntimo en el monedero y te fían si el monedero se te ha olvidado en casa con las prisas de ir a por las cebollas antes de que cierren.
Productos de calidad, precios razonables, atención personalizada y esa sensación de confianza y familiaridad que sólo tienes en las tiendas del barrio, donde, aparte de hacer la compra, charlas un rato de fútbol, del tiempo, de la familia o de lo que surja. Y que siga así por mucho tiempo.

Pues es una tienda de barrio que abre todos los dias. La recomiendo sin duda