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Estuvimos el 11 y el 12 de agosto, reservamos la suite donde antes era el antiguo palomar. Muy limpio todo, también muy tranquilo. Con terraza con vistas, comimos en el restaurante del hotel el mejor ajoarriero de Cuenca. Lo único que falló por decir algo es el aire acondicionado que no daba abastos pero la verdad es que está haciendo un verano extremadamente caluroso. Pasamos un finde genial. Para repetir.
Estuvimos alojados en la habitación que era el antiguo palomar y fue una experiencia para repetir. La habitación, limpieza, servicio en general y localización de 10. Cuenca es muy rica en cultura y las vistas desde el palomar, únicas. Volveremos.
Estuvimos una noche, todo perfecto, habitación grande y limpia. Tuve un percance y fuí a Urgencias, llegué un poco más tarde al checkout por eso mismo. Ningún problema, son comprensibles y serviciales. Un 10
El hotel tiene una ubicación inmejorable, y el personal muy amable. El restaurante también merece halagos, muy atentos y buen producto. Sin embargo, aunque las habitaciones son abuhardilladas, necesitan una actualización urgente: colchones y almohadas tremendamente viejos, así como las sábanas, hay muy poca luz, sobre todo en el baño, donde encontramos también lámparas rotas y llenas de polvo. Además, las cañerías olían bastante y se podian oir los sonidos de otras habitaciones perfectamente. Por otro lado, nos pareció curioso que el precio de la habitación fuera menor a través de booking. Nosotros reservamos a través de la web del hotel y le comentamos a la recepcionista la diferencia de 3 euros, a lo que tuvo una respuesta algo grosera.
Para ser un hotel de cuatro estrellas y el precio que pagamos, esperabamos mejores servicios y calidades. A la habitación y el baño les faltaba iluminación. El somier de la cama sonaba con apenas moverte. Las puerta y cajones del armario se ven viejos. En la habitación hacia muchísimo calor y aún apagando la calefacción, tuvimos que dormir con la ventana abierta. No disponía de persianas ni cortinas opacas para evitar la luz de la mañana. El mando no apagaba la tele. Lo positivo del hotel es la ubicación en pleno centro, cómodo para visitar la zona alta de la ciudad, la atención en recepción y en el restaurante, la limpieza de la habitación y el desayuno. Aunque, para un desayuno normal, cómo por ejemplo, café, tostadas y zumo interesa pagar lo consumido y no cogerlo con la tarifa del hotel. Si volviera a Cuenca, probaría otro hotel aún siendo de menos estrellas.
Nos ha gustado mucho el Hotel y la ciudad, la ubicación es fantástica para hacer turismo y conocer Cuenca a pie, el Hotel tiene mucho encanto conservando la decoración original y mezclando la decoración moderna y actual, la habitación muy…
Excelente ubicación en pleno corazón de Cuenca. Habitaciones grandes y confortables y restaurante con muy buenas opciones. Colchones cómodos y rodo muy limpio. Como inconveniente iba con silla de ruedas y hay una cuesta muy alta para ir a la plaza Mayor. Por suerte la recepcionista nos ayudo cada vez pidiendo un taxi.
Ubicación muy buena para poder hacer turismo a pie, Hotel muy clásico pero con todo el confort y comodidades actuales, la cama super cómoda, todo muy limpio y el trato educado y ambale.
Super acogedor, la decoración es como si fuera colonial, precioso. De precio tal y como están las cosas este año está super bien, en mi opinión es un hotel económico.
Muy bien las habitaciones, el baño con todas las comodidades. Parece recién reformado por dentro. El restaurante también bien y el personal tan simpático como agradable.
Buen hotel. Nosotros estuvimos en una habitación doble, y era bastante espaciosa. No percibimos ruidos. El desayuno de bastante calidad y variado. En general bastante bien.
Lugar emblemático, pareces situarte en otro tiempo. Habitación medieval sublime. Trato correcto, me ha encantado, acorde con lo encantado de sus casas y ciudad.
Hotel precioso, camas súper cómodas tanto colchón como almohadas, pedí habitación con cama única e hice una petición de que la habitación fuera abuhardillada, y resultó ser abuhardillada pero con dos camas juntas, que el punto malo es que si quieres dormir junto a tu pareja, se separaban las camas (no mucho). Algun punto negativo, en mi opinión, el servicio con pocas palabras (literal), el recepcionista nos pidió el DNI para el check-in y no hubo más conversación. Otros aspectos negativos y a mejorar, los amenities, solo había tres botecitos de gel y dos pastillas de jabón de manos, para ser un hotel de cuatro estrellas, es un poco escueto, por último y bastante importante, se escucha todo, a un nivel de que escuchaba como se duchaba en la habitación de al lado. Aun así, sin duda lo recomiendo, tiene una ubicación excelente y el parking está apenas 3 minutos.
La recepcionista es un verdadero encanto, puedes preguntarle por cualquier cosa que ella te va a responder y seguro que te sabrá ayudar. La habitación doble es perfecta, con un baño bastante amplio, vistas a la plazita, no se escucha ningún ruido y es luminosa de por sí.
Cómodo, bien ubicado, diferentes almohadas, me hubiese gustado más ducha y grifo termostático, pues el mono mando se regula peor. Frigorífico y la Caja fuerte debe ser de pago.
El aire acondicionado esta “capado” en horarios que no se conocen. La habitación está bien pero las puertas tienen un juego que provoca que estén toda la noche haciendo ruido. Los estores no son a medida y entra el sol desde muy pronto.
Además de ello nos llamaron a las 04: 40 am sin saber porque.
El hotel es correcto pero por el precio convendría cuidar los detalles un poco más
El hotel está bien cuidado, de techos altos y con vigas de madera. Preciosas escaleras y bien mantenido y decorado, con habitaciones amplias y limpias. Tal vez la mayor pega fueran los desayunos, tardaron en servirnos media hora y había confusiones con lo que pedíamos ambos días que desayunamos. Es posible que fuera el fin de semana y algo puntual pero por la noche para pedir una copa también nos pasó.
Me esperaba que para ser un hotel de 4 estrellas, estuviera mejor la habitación, aparentemente bien, pero no funcionaba el aire acondicionado y tenía una luz muy pobre sin opciones a aumentar, sobre todo el baño. Hotel Bonito, decoración antigua tipo como su nombre indica, el restaurante del hotel muy acogedor nuevo, más moderno, diferente, está muy bien.
Me ha gustado mucho la estancia, el hotel es precioso, muy acogedor y tranquilo, tiene una ubicación estupenda y en su restaurante se come muy bien, platos tradicionales y cocina casera.
Tranquilidad y descanso, encontré lo que buscaba, nos alojamos en la habitación doble superior, bastante amplia y con vistas desde la terraza muy panorámica. Nos contaron que antiguamente esa habitación era un palomar.
Habitaciones muy bien ambientadas. Totalmente céntrico. Muy limpio. Vistas preciosas. Tienen parking gratuito a pocos metros. Me informaron muy bien acerca de todo tipo de tours y cosas que ver y hacer hacer
Me ha gustado muchísimo, la combinación de lo rústico con lo moderno, la habitación que me dieron muy limpia, cómoda y silenciosa, La ubicación es genial y en el restaurante se como muy bien, con cocina casera y tradicional.
El hotel es bonito, está muy bien situado, las habitaciones son cómodas, algunas un poco pequeñas y le faltan pequeños detalles para ser del todo acogedor
Situado en pleno centro histórico, al lado de la Catedral. Habitaciones grandes y muy limpias, con todo detalle. El personal muy agradable. Lo recomiendo
Me ha gustado mucho la atención y el hotel. He estado muy agusto y cómoda, la habitación era silenciosa y se podía dormir muy bien. Todo muy limpio y cumpliendo protocolos anticovid. El personal amables y muy atentos.
Os quartos eram enormes, um deles tinha um quarto de banho tão grande quanto um quarto normal de hotel! O pequeno almoço não era buffet mas era generoso. Camas confortáveis e serviço atencioso. O hotel fica na zona histórica (ruas muito estreitas!), por isso só é possível estacionar nos parques pagos da cidade.
Sorprendidos, en el centro del pueblo en la parte antigua de Cuenca, una maravilla, recomendable dejar el coche en el parking un poco más arriba, debes dejar las maletas en la plaza y subir andando, si paras el coche puede q el autobús no pase y es una situación engorrosa. El hotel una maravilla y muy limpio
Me ha gustado mucho la estancia, la habitación silenciosa y la cama muy cómoda, he dormido muy bien. Todo estaba muy limpio bien cuidado. El personal ha sido muy atento y amable.
Me ha parecido un alojamiento tranquilo, pensado para el descanso y con buen servicio y atención al cliente. Las instalaciones son buenas y ahora en estos días de frío también bastante cálidas. Les doy un 10
Hotel muy bien ubicado en el casco antiguo de Cuenca. Mezcla estilo moderno con antiguo.es muy tranquilo y limpio. Dispone de habitaciones con terrazas al exterior o tipo voardilla. Son muy atentos y los desayunos muy completos. No tiene parking propio.pero muy cerca de encuentra uno y se encargan en el hotel de su reserva y pago con descuentos. En su restaurante se come muy bien.su nombre El Aljibe.
Un hotel con decoración rústica y moderna al mismo tiempo, muy buen gusto al mezclar los dos estilos. Las habitaciones son muy acogedoras y están muy limpias. Nos h gustado mucho la cocina de estilo clásico y de la zona, todo muy rico. Todo acompañado de un buen trato por parte del personal.
Un ambiente muy acogedor y hogareño. Las habitaciones son muy cómodas y silenciosas, están limpias y con todo lo necesario. El trato ha sido muy agradable. Nos hemos sentido como en casa, volveremos a repetir experiencia.
Anoche cenamos muy bien en la parte de arriba del restaurante, un chico que se llamaba Michel nos atendió genial, el sitio es muy acogedor y la comida fabulosa. MUY RECOMENDABLE
Comida buena, calidad precio también. Ahora bien, comiendo de los primeros (13: 30) cuando pedimos el postre nos dicen que no tienen ni la mitad, sobretodo los caseros. Tras insistir y mostrar la sorpresa de que siendo tan pronto no queden postres (éramos la segunda mesa que se sentaba a comer) se escusa en que tiene una mesa de 80 personas arriba, dando a entender que los reservan para ellos. Feo no, lo siguiente. Nos encantó el sitio pero eso es indignante. No se si volveremos.
He estado aquí participando de una reunión de empresa que incluía el almuerzo. El lugar es encantador, muy bien decorado con un ambiente muy agradable. Buena carta de vinos y cervezas, los camareros muy conocedores de su profesión y muy atentos y me sorprendió la variedad de platos a cual mejor. Lo hemos pasado muy bien en este sitio.
Comida calidad regulera, pero se puede comer.precio sale a 15 euros por persona.y nos dijeron que sólo había menú y llegaron guiris y, magia, ya había carta.
Comí el menú del día que tiene varios platos para elegir, el pastel de carne y berenjenas muy sabroso, delicioso. El postre de queso de la casa muy bueno también. Quizás no son platos para grandes comedores pero si para los que preferimos más la calidad a la cantidad, distinto a los monótonos menús aburridos habituales. La relación calidad precio calidad creo que es muy buena, el sitio sencillo y agradable, no recargado y la atención de las camareras genial, muy agradables.
Lo mejor, la ubicación. Lo peor, el ruido. Estuve en el primer piso, entra mucho ruido de la calle y también de las otras habitaciones. Las luces centelleaban tanto en el baño como en la habitación.
He estado hoy, la comida bien pero el chico que nos atendió (alto con barba) fue un auténtico profesional, algo que no me he encontrado en muchos restaurantes. El trato que tuvo con nuestros hijos fue espectacular, que ejemplo de profesionalidad! Y a nosotros nos recomendó de forma excelente haciendo que la comida fuera excepcional! Gracias por tu gran trabajo, seguro que cuando volvamos a Cuenca repetiremos en este restaurante y esperamos volver a encontrarnos contigo.
Todavía estoy esperando que me den la clave del wifi, y el pan es de ayer y es obligatorio pedir menú; lo cual no entiendo. El sitio es elegante pero no es lo que aparenta, esperaba más
Buena localización muy cerca de la catedral. Ideal para callejear por la Ciudad Alta de Cuenca, pues todo queda bastante cerca. Los desayunos están bastante bien y las habitaciones tienen buen tamaño.
Mi estadia fue la peor la habitaciones olían mal el baño, de noche tenían poca luz, en el día entra la luz desde temprano y no puede descansar las camareras a las 8 de la mañana limpian y gritan dan golpes hacen mucho ruido sin medir que hay huéspedes en otra habitación tratando de descansar, nosotros hicimos la reserva en un hotel y nos pasaron al otro yo no volvería a Ese hotel ni lo recomiendo
Muy buena atención en recepción, ubicación ideal en el centro de Cuenca, cerca de los sitios más representativos, el hotel en general limpio, el desayuno es bufet y la comida en el restaurante es buena, en fin que si tuviera que volver a Cuenca no buscaría otro sitio.
Hotel a destacar por su tranquilidad. Las habitaciones normales, en la que yo me hospede no muy grande. Está ubicado en pleno centro, condición a tener en cuenta, porque durante el día hay mucho ambiente de turistas pero por la noche se queda prácticamente desierto. Yo he estado en febrero, quizá en verano sea distinto. Muy complicado para aparcar, pero en la zona del castillo, pasado el arco, hay un parking gratuito.
Bonito y tranquilo lugar. El servicio bueno y la ubicacion es bien centrica para ver gran parte de las atracciones caminando. En nuestra habitacion pudimos notar que hay que mejorar la ventilacion y extraccion de olores de los aseos.
El precio esta adecuado, pero almenos en nuestra habitacion se escuchaba muchisimo los vecinos superiores, aparte de los laterales pero no tanto. Las ventanas no disponen de persianas. Todo lo demas bien, limpio en ubicacion con buenas vistas, pero no muy practico para el coche. Almenos puedes descargar en la puerta y salir del casco antiguo. No repetiria, pero no por nada en concreto.
Me ha gustado la habitación bastante amplio y con una buena atención. Ante todo bien situado la pena que no tiene parking propio. Situado en el casco antiguo. Recomendable
Fantástico hotel cerca de la catedral de Cuenca. Las vistas desde nuestra habitación eran inmejorables. La zona de wellness/spa es muy agradable (recomiendo aquí bajar la temperatura del agua del jacuzzi, nosotros la encontramos a 43 grados, lo cual es excesivo, lo adecuado suele ser <37°C). Hotel en la zona histórica, situación fantástica, parking amplio a unos 100 m del hotel. Habitaciones muy bien insonorizadas y silenciosas y bien climatizadas. Cuarto de baño muy limpio y amplio.
Hotel muy cómodo y práctico en pleno casco histórico de Cuenca. Está situado a escasos metros de la catedral, lo cual lo hace ideal para visitar la ciudad. Sus habitaciones son cómodas perfectas para descansar después de estar todo el día caminando. Su personal también es muy majo.
Hotel centrico del casco antiguo y cerca de todo para visitar, parking publico a 200 metros muy economico si se quiere dejar por dias. El hotel muy bonito, las habitaciones bonitas, pero pequeños detalles como la puerta de entrada todavia con llave normal y no tarjeta de contacto (comodidad) en el servicio cosas medio descolgadas, sujeta toallas, secador etc. El restaurante buen servicio, calidad y cantidad.
Buen hotel ubicado en un convento. Habitacion muy bonita pero con falta de luz artificial también en el baño, escasos detalles de baño (una botellita de gel y una de champú). Buffet muy correcto.
La habitación que nos dieron ha sido un abuhardillado, muy grande, con dos camas individuales, un baño enorme, un sofá muy cómodo y una vista muy chula de Cuenca desde la ventana en el techo (difícil llegar a ella, la escalerita no se ve muy segura). Tuvimos un problema con la calefacción que no funcionaba, pero estuvimos una sola noche y no hacia tanto frio como para pedir un cambio de habitación.
Precioso hotel antiguo convento de monjas, en pleno centro histórico de Cuenca, muy cerca de la catedral. La habitación abuhardillada toda con vigas de madera, camas super cómodas. Cuarto de baño con todos los detalles, incluido gel y champú. Calefacción. El desayuno magnífico. Calidad precio es fabuloso. En la sala de desayunos tiene suelo de cristal y se va una aljibe antigua.
Hotel acogedor en pleno centro de Cuenca, tal vez esa sea la causa de un precio moderadamente elevado. La comida es buena, pero el comedor para los desayunos es minúsculo. Sin parking, el descuento que ofrecen en el parking público más cercano es irrisorio.