Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestro sitio web, usted acepta todas las cookies de acuerdo con nuestra Política de cookies.Aprende másOK
Desde el momento en que entras en la cafetería de María y Noemí, te sientes transportado a un rincón acogedor que parece hecho a medida para los amantes del café y la pastelería. El ambiente relajado, con su decoración sutil pero chic, es solo el preludio de la experiencia culinaria que te espera.
La tarta de zanahoria es simplemente excepcional: húmeda, sabrosa y con el balance perfecto de especias. El glaseado de queso crema es la guinda del pastel, aportando una cremosidad que complementa la textura de la tarta. No puedes dejar de probarla; es el epítome de lo que debería ser una tarta de zanahoria.
Y luego está el bizcocho. Suave como una nube y deliciosamente dulce, este postre es otro testimonio del arte que María y Noemí han perfeccionado. Se deshace en la boca, dejando un rastro de felicidad que dura mucho después de que la última miga ha desaparecido.
En resumen, esta cafetería es un tesoro local que brinda una experiencia gastronómica inolvidable. Entre el excelente servicio, el café de alta calidad y las obras maestras de la repostería, es el lugar ideal para una pausa del ajetreo diario. María y Noemí han creado más que una cafetería; han creado un santuario para los amantes de los buenos momentos y la buena comida.
Sin duda acudir al El Elefante de Jade, es adentrarse en un pequeño universo de sutiles placeres que te hacen evadirte de nuestra mundana existencia. El lugar con ese aire vintage, la calidad de los productos y, lo más importante, el trato, convierten la visita es una exquisita experiencia que no te deja indiferente y te obliga a volver…
La primera vez que fui el té me encantó, tanto de hecho que cuando era hora de cerrar podía sentir cómo se entristecía mi alma. Desde ese momento se convirtió en uno de mis locales favoritos. Si estás de turismo, visítalo. ¡Recomiendo las galletas de jengibre!
El te estaba bueno, pero el trato por parte de las camareras ha dejado mucho que desear. No es la primera vez que me voy de allí pensando que son unas maleducado. Sin duda, no volveré
Ayer fui a por unos tés, me traje té rojo especial jade, el té fitness (increíble me ha sorprendido muchísimo) y el té de chocolate - nata. Por dios que increíble y el hombre que me atendió muy amable. VOLVERÉ!
Un lugar privilegiado en la ciudad y con mucho encanto. El café muy bueno y un local en el que da gusto estar. Sin embargo, para ser lo pequeñito que es, falta atención a los detalles básicos como por ejemplo servirte en tazas limpias. En nuestra última visita, en la cual tan sólo estábamos cuatro personas para atender, nos sirvieron dos cafés en tazas increíblemente sucias y puestas en platos también sucios. Nos sorprendió porque, al igual que lo vimos nosotros, también lo debió hacer la chica que preparó los cafés y la chica que nos los sirvió porque estaban muy muy sucias, pero sin embargo ninguna cambió las tazas, lo que hace pensar que debe ser algo 'habitual' en el local. Un negocio tan pequeñito y con tan poquitas mesas es incomprensible que tenga la vajilla sucia. Es un detalle a corregir porque la cafetería tiene muchísimo potencial.
Establecimiento precursor en ofertar una amplia y reputada carta de tés, disponibles tanto en tienda, como para tomar in situ. Hay también café, chocolate, batidos, zumos y repostería, en especial, las ya habituales, en este tipo de locales, galletas de avena y tarta de zanahoria. Su situación en el Pasaje de Lodares, su decoración vintage y su buen ambiente le confieren encanto, a lo que ayuda su amable y cordial equipo de camareras. En pocos lugares de Albacete hay con público tan transversal, todas las generaciones se dejan caer en mayor o menor medida. Nada más entrar da la sensación de estar en algún local europeo o escandinavo Por momentos, el tono de las conversaciones se eleva y de pronto, se españoliza, españolización ni mucho menos irritante. Espero que, el espíritu innovador no se estanque y sea el primero en introducir tarta de ruibarbo en su carta.
No hemos vuelto a ir a este sitio desde que hace unos meses se me ocurrió pedir un café irlandés (que lo tienen en la carta) y la camarera me contestó "NO", cuando le pregunté el motivo me contestó de muy malas formas que tenía mucho trabajo y no podía entretenerse en hacerlo, prácticamente me echó la bronca por haberlo pedido. Ahora que veo otras opiniones me doy cuenta que no soy el único al que han tratado así, es insultante.
Pues llevo varios días pensando si poner o no esta opinión, ya que lo que suelo hacer es una autocrítica primero y echarme a mi las culpas de que quizá fuera sensación mía. Pero al leer las opiniones estoy muy alineadas con ellas. Creo que cuando se de un servicio de atención al público hay que cuidar y mejorar ciertas actitudes. No tengo duda de que hay trabajadores que necesitan trabajo y lo hacen lo mejor que pueden, pero hay que darles formación y enseñarles además del negocio, el trato con el cliente. Reitero que nadie debería ser perfecto, y que nadie nacemos enseñados, pero fuimos un día a comprar paquetitos de té, unos 10 o así, llevábamos las ideas muy claras, sabíamos el té que queríamos y aún así el trato fue como si estuviéramos molestando por ir a comprar. Imaginar si hubiéramos ido a comprar té y además pedir recomendaciones que le hubieran hecho perder más tiempo.
Nos encantó el lugar. Apenas nos sentamos descubrimos que en la acera de enfrente tenían otro local igual, en el que estuvimos estaba ambientado en el té, el del frente era en el café. El café que nos sirvieron estaba buenísimo, y las tostadas igual. El servicio fue amable, atento y rápido y la chica nos explicó muy bien todos los productos de lo que disponían. Tienen además opción de comprar tu propio té o café para hacerlo en casa. Desde luego lo recomiendo.
Un lugar espectacular para tomarte un café o té. Un 10 para la camarera, simpática, atenta, y sirviendo en el tiempo justo, y eso que estaba ella sola para los dos locales. Lo dicho, buen local y buena atención.
El sitio es muy bonito y agradable y el producto que tienen está muy bien, pero las camareras han sido muy bordes siempre que he ido, el trato deja mucho que desear. Una lástima porque dejas de ir debido a la mala atención al público que tienen.
Llevo yendo varios años y la verdad es que tanto el sitio como el producto me gustan pero cada vez que he ido nos han tratado mal, como dicen muchos comentarios parecen perdonarte la vida cuando te atienden, ambas camareras son muy desagradables y por desgracia no ha sido una vez, ha sido en cada ocasión. Uno se cansa de que le traten mal, así que, no creo que vuelva.
Un lugar estupendo y con muchísimo encanto en el corazón de la ciudad y ubicado en la mítica galería albaceteña. Un lugar que recuerda a los antiguos salones de té donde parece que viajas atrás en el tiempo nada más atravesar su puerta. Un lugar ideal para tomar y comprar café/té, estupendo para disfrutar de un ratito de relax en solitario o en compañía, 100% recomendable.
Ubicado en el Pasaje de Lodares de Albacete dónde parece que está en otra época, siglo, lugar y desconectas de TODO. Aquí hay de TODO y es un lugar muy especial, sí vienes te asombraras y quedarás perplejo de lo bien que se está y pasear por aquí es distinto con un carácter.ven y volverás MUCHISMAS veces.
Fui al local por segunda vez y quería comprar una cafetera enfrente en Black Jade coffee y me estuvieron vigilando e incomodando desde que llegué (tenía mi bici plegada y mis cosas en una mesa.) tenían precios en la estantería que ninguno coincidía con las cafeteras expuestas. Me atendieron con desgana, ironía y malas formas. Una pena que tengan esas empleadas con el potencial y lo bonitas que son las dos cafeterías. Me tomé el café y un postre que pedí, pagué y con las mismas hasta nunca.
Las camareras muy desagradables y muy antipáticas, hemos tenido que salir a la calle a pedir un coulant porque estaban todas fuera hablando, y el coulant lo puso de malas formas, y sin calentar, lamentable. Un sitio tan bueno y tan malatendido.
De los pocas cafeterías que te hacen un café que vale la pena, con su crema y su espuma de leche que no se deshace, es un poco más caro que otros lugares (1,50€ el café con leche) pero os aseguro que yo los pago encantada porque vale la pena, y la señorita que atiende simpática y profesional. Un 10
Un local acogedor en la calle más bonita de Albacete. Pero es lo único. Servio y atención pésimo. Las camareras no te atienden, tardan siglos en traerte la consumición, y gritan entre ellas en la barra. No volveré.
Hoy. Ahora mismo eh ido adrede al local. Vengo de 6km fuera de Albacete. Y que me encontré!? Que está cerrado. Esta lloviendo, nevando y hace bastante frío. No cuesta nada actualizar la pag. Y poner que está cerrado
El producto buenísimo, el servicio regular na más. A las chicas parece que se lo están rascando a contrapelo. Te dejas 15 euros allí y no te dan ni las gracias, encima te apartan como si molestaras y te dejan a medio. No sé muy bien si conocen el producto que te venden. Habiendo más tiendas de té en la ciudad, que no me esperen.
He ido dos veces a comprar té y la verdad que es exquisito, pero el trato y la atención es pésimo. Me hicieron sentir como si les molestase mientras esperaba a que me atendieran, luego te preguntan descaradamente que es lo que vas a querer y como pidas información sobre algún té parece que les debes la vida y te despachan con prisas aunque te dejes 30€ de compra. Afortunadamente hay más sitios en Albacete para poder comprarlo y te atienden con más educación y mejores formas. No me verán una tercera vez.
El local es simplemente precioso; la hubicacion perfecta; la calidad de los productos, excelente; el trato de las camareras, inmejorable; el precio, asequible. Si recibes una visita, es el lugar idóneo para tomar un café o merendar y quedar genial.
Bonita cafetería que te hace volver al pasado de los salones de te, muy bien decorado y buena atención al cliente, un café espectacular, el gofre, y el cruasanes muy rico. Lastima que los domingos habrán tan tarde para los que no somos de Albacete o los no desayunen tarde de fantástica ciudad
Me han atendido como si me perdonasen la vida. Una camarera estupidisima. El café agua sucia. No volveré jamás. Nunca suelo valorar los locales a los que voy ni para bien ni para mal pero es que este con pinta cool es un auténtico horror
No obstante el servicio deja mucho que desear. No sólo no limpian las mesas de servicio en servicio (las mesas de las terrazas son una gorrinería, se pegan las manos), sino que son muy lentas y parece que tienen cara de deberles dinero, además es una odisea que te atiendan, cuesta pedir, pero más que se cobren teniendo que estar más pendiente de las camareras que de o que estés haciendo.
Cafetería muy bonita y agradable, con personal muy amable y atento. Es perfecta para tomar un café o batido y además, para los fans del té, tienen una carta con muchísimas variedades diferentes pera disfrutar. Otra razón para ir es porque está situada dentro del Pasaje de Lodares, que es una visita obligada si se va a la ciudad.
Me gusta mucho el sitio pero me da mucha rabia ir. Las camareras son tremendamente desagradables, sobre todo la chica rubia. Come en la barra con la boca abierta, bosteza mientras te habla y la mayoría de las veces parece “perdonarte la vida”. Una pena no ir más por estas cosas. El café está muy bueno. El precio es bastante aceptable.