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Ya no lo llevan los antiguos propietarios, ahora es la nieta, se dedica más bien a la pastelería, ma atendió la abuela por lo que la atención muy bien y los productos que me lleve bastante buenos y de calidad,
Rosquillas riquiiiiisimas. Jamás probé algo tan rico. Son rosquillas enormes y están muy bien echas por dentro y nada apelmazado. Yo diría que son "Donuts de pueblo". El kilo sale a 8 euros.
Panadería de las de toda la vida. Dulces y pan artesanos riquísimos. A destacar la señora dependienta que es la dueña. Amabilidad y atención exquisita. Una persona entrañable.
Malisima experiencia. Producto seco y rancio. Una pena, Creo que me engañó la dependienta al venderme un producto que sabía que estaba caducado. No pienso volver ni tampoco lo recomendaré. El pan es malo malo y las galletas rancias de solemnidad