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Me encantó, tomé un te roibos y una tostada con tomate por 2,5 €. La dependienta conocía a casi todo el que entraba y ya les preparaba lo que deberían tomar habituaImente. Un sitio agradable. El pan que me llevé, riquísimo.
Pasteleros de toda la vida. La calidad de sus dulces es de otro planeta. Si quieres regalar unos dulces, típicos o no, y quieres quedar bien, ve a Pastelería Manoli Navas
Pastelería congelada, la dependienta mayor manipula la bollería cruasanes, napolitanas, etc con la mano sin lavar con las mismas te cobra el dinero, se toca el pelo, te limpia la mesa, nada responsable frente al Covid-19.
PD contestación: lo de los pasteles congelados lo indico la propia dependienta.
¿Conocéis esa sensación de llegar como a casa de un familiar donde te espera un rico café con dulces caseros? Pues esto sucede cuando atraviesas la puerta de Pastelería Manoli. La tarta de zanahoria está espectacular y el bizcocho de naranja para chuparse los dedos.