Puerta del Sol

Ya habíamos comido aquí, se come muy bien. Los chopitos, las hamburguesas, bocadillos y patatas que hemos probado anteriormente siempre ha estado muy rico. Antonio, el camarero, y el dueño siempre han sido muy amables, atentos y serviciales. Pero hoy, el ejemplo de servicio que me ha dado, su respuesta ha hecho que me quite el sombrero. Le he pedido un bocadillo que en la mayoría de los sitios me hubiesen dicho que no, porque no es habitual. Me ha dicho que no lo ha hecho nunca (ni él ni yo, se me ocurrió la última vez que estuve aquí y aún tenía que probarlo) pero que por supuesto me lo hacía.
Prefiero mil veces esa servicialidad que otros locales muy innovadores que luego tienen una atención pésima.
Gracias Antonio y gracias ‘La Puerta del Sol’. Os pongo 5* en todo!
No ha quedado bocadillo para la foto! El bombón también genial. Saludos!

La comida muy rica, abundante y barata. El camarero también muy agradable y pendiente (cuando se viaja sola se agradece). Lo único malo, que no tiene culpa el bar, que hay muchas moscas. Pero si quieres comer rico y barato, está genial.

Un sitio para ir a tomarse algo, servicio bueno, ambiente dependiendo del momento bueno o regulero, se llena mucho los domingos a la hora de las tapas (12-16). Comida simple, pero buena

Muy lentos, el camarero sobrepasado de trabajo muy simpático pero tanto trabajo una persona hsce que no te sirvan bien ni a la mesa y tener que esperar mucho la comida y llevarla tú mismo

No comprendo como un sitio tan turístico como es este, en un bar/restaurante pueden tener todo tan tan sucio. El baño mejor ni entrar… las mesas, servilleteros, cubiertos, televiso es, picaportes de puertas… mires donde mires hay suciedad y grasa para aburrir. Es suciedad de no haber limpiado en meses/años.

Ambiente de la gente del pueblo. Muy simpáticos los dueños, llegamos un lunes tarde sin la esperanza de cenar y nos sorprendió, aunque habíamos pasado de largo, Los calamares, la carne de pincho y el queso estaban muy buenos.

Medias raciones completas, personal muy amable, típico bar de pueblo con la única pretensión de atender a sus parroquianos.

Sitio no recomendable, está todo muy sucio los baños con mal olor, poca variedad y precios caros

Un sitio ideal para una parada y seguir el camino. Platos combinados y bocadillos grandes.

Buen restaurante para hacer una limpieza de estomago. He comido una tostada y casi me cago de camino a casa. Pero buen trato

Parecía agradable pero una vez dentro, nos llevamos una desagradable sorpresa, pedimos bebida y queríamos comer pero o carta grasienta nos hizo pensar que era mejor que no, cocinera sin mascarilla. No lo recomiendo

Es un bar corriente, sin pretensiones, pero la comida estaba bien elaborada y las tapas son buenas y abundantes.

Se equivocan bastante en los precios, tirando a más caro.
Te ven turista y te cobran de más.
El bar en si no está mal.

Lugar muy dejado en cuanto a limpieza, grasiento donde no volvería a comer nada, cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde.

Como su nombre indica, le pega el sol con saña toda la mañana. En estos días de calor es mejor ir por la tarde o la noche donde corre una brisa muy agradable. Tapas correctas y precio asequible. Como en toda la villa de Infantes ponen tapa con la consumición.

Sitio de precios muy asequibles para visitas, aunque no están preparados si viene muchas personas. Aún así el local es bueno y climatizado.

Leeeeeeeeeeentos como ellos solos. Huid de este lugar u os morireis antes de catar lo que hayáis pedido.

Buen servicio, rapido, atento y cordial. Precios bien. Bocadillos bien hechos. Se aprecia dejadez en cuanto a limpieza. Sin papel en el aseo. Se lo comenté a la persona que nos atendió.

Típico bar manchego, con tradicionales tapas y raciones bien elaboradas.
Cerveza fresquita y agradable terraza.
Deberian esmerarse algo mas en la limpieza, sin ser un sitio descuidado no reluce como dicen por alli.

Un lugar bien llevado por Paco y Ana. Comida tradicional manchega. Muy agradables y trato excelente. Lo recomiendo

Estuvimos 50 min.esperando hasta que nos sirvieron la comida. Tanta espera para que luego el pan del sandwich y la carne de la hamburguesa y el bacon carbonizados, el bocadillo de calamares no sabía a nada. Estaban sobrepasados porque era la feria.

Personal muy agradable y simpático pero la comida, desgraciadamente, no acompaña. Está bien si quieres tomarte una copa y nada más. Como he dicho antes, salvo el lugar por la simpatía y amabilidad que tiene el personal que trabaja allí.

Una parada recomendable para tomar "una gorda" (como popularmente se llama el tercio de cerveza) y un bocadillo. Despues de visitar el combento de Santo Domingo y la celda de Quevedo. Es trata de un bar popular entre los vecinos de Villanueva de los Infantes con un ambiente familiar y un camarero muy atento y simpático. Las vistas desde su terraza son el busto de Quevedo y la puerta de la iglesia de Santo Domingo.