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El sitio es estupendo la comida muy buena de decoracion es muy bonita pero los camareros dejan mucho q desear son antipaticos groceros eremos12 personas y todos concidimos en lo mismo
No se merecen ni una estrella, son unos impresentables, teníamos encargada una paella de marisco para las 2/30 de la tarde, tardan 40 minutos para preguntarnos qué queríamos beber, nos llevan de tapas un plato de arroz, comentamos al camarero si nos lo puede cambiar ya qué comeremos paella de marisco, nos dice que si la probamos porque era de pollo. Pedimos entrantes super escasos, la ración de queso éramos 6 personas pues 6 trocitos. Pulpo qué estaba rico, después de otra media hora nos llevan arroz malísimo presentando en una cazuela de horno (de asar pollos), no era de marisco pero además se les quemó etc.etc, qué vergüenza, podría poner fotos qué hice, eso es reírse de las personas, aunque no era de marisco si hubiera estado buena, (cuando las hacen en los pueblos para 4000 personas, está bastante mejor),
La música muy fuerte hemos pedido porfavor que la bajarán varias veces y no nos han hecho ni caso era imposible oír a los camareros y menos mantener una conversación
Llegamos al restaurante varios comensales y el trato recibido fue lamentable, nos sentaron a varias personas en unos asientos los cuáles eran demasiados estrechos para para los que éramos.
La comida era muy pésima, uno de nuestros comensales pidió un sándwich mixto, algo sencillo de hacer, tardaron bastante en hacerlo y los ingredientes que llevaba el sándwich era de tercera categoría.
Precios desorbitados para la calidad que es nada recomendable.
Local poco iluminado pero acogedor. Limpieza y atención de camareros correcta. Buen sitio para tomar algo cualquier hora del día. Un año después tengo que cambiar la valoración por qué la masificación ha hecho que no tengas el trato que tenia. Hicimos una reserva por el Tenedor y no la respetaron. NO RECOMENDADO.
Una calidad pesima para el precio que te dan el arroz con bogabante es una sopa sin sabor. La igene es a lo minimo razonable un bicho todo el rato correteando por la pared y la regilla de ventilacion que tenia justo encima llena de mugre. No creo que vuelva nunca mas
La atención es exquisita, son cercanos, amables, te hacen sentir en casa. Además la comida es muy buena y son grandes raciones. Para una celebración mejor reservar
Comida muy mal, lo peor un camerero me lleva un plato que estaba sucio encima tenía una cola de gambas, le pido se me lo cambia, regresa con el mismo plato que estaba siempre sucio una guarreria que nunca vi en mi vida de lo peor
Muy mal ATENDIDO, basos sucios, la comida no es de calidad, muy caro en cuanto a lo que ofrecen. Muy mal cocinado. Servicio malo. Muy descontento y por supuesto no vuelvo a ir. NO SE LO RECOMIENDO A NADIE.
Servicio pésimo. Lento a mas no poder. Hemos comido 8 personas y nos traian la comida de cada uno con muchisimo tiempo de separación. Nos ha tocado casi mendigar la cuenta. La comida no es gran cosa y no es barata. Sin duda no volveré
De los mejores restaurantes de Illescas. Variedad en la comida, calidad y buenos precios. La terraza muy buena opción, sobre todo en verano, ya que tiene unos humidificadores en el techo que hacen que estes más fresquito, aunque en invierno se sigue utilizando y también se está muy agusto.
Lamentable todo. Cada vez peor. 45 minutos esperando a ser atendidos, estando la sala medio vacía. La tapa, fritos recalentados malísimos. Y porque devolvimos unos "torreznos " horrorosos. Es una lástima. Hace no mucho era un sitio de referencia.
Lo he visitado varias veces, pero cada vez está peor. El camarero nos vió llegar, se hizo el loco y siguió hablando por teléfono. Tuvo que salir la compañera de la barra a atendernos. Dos cafés con leche, negros y amargos, una napolitana recalentada y unos cubiertos sucios. Bastante caro para el mal servicio. Tardan una eternidad en atender. Si no quieren trabajar, podían dejar el puesto a otra muchísima gente que seguro lo hace al menos con más empatía. Decepción total.
Buen restaurante en Illescas para comer. Hay menu diario a muy buen precio además de una carta muy variada. Cocina muy buena y buen trato por parte de los camareros. Muy recomendable y volvería a repetir sin ninguna duda
La atención deja mucho que desear, destacando la falta de simpatía. Sin embargo, la cocina fue lo peor sin duda. Pedimos unos huevos rotos: patatas cocidas en aceite, jamón envasado en lonchas de muy mala calidad y encima sin sal. Los precios son elevadísimos para la calidad en general. Nada recomendable
Simplemente me gusta la decoración y amplitud del local y el buen trato de los camareros. La comida de todas las veces que he ido considero elevada su precio en muchos platos para la cantidad/tamaño de que trae. Algunas tostas algo pequeñas para el precio que tiene al igual que alguna ensalada.
Comida recalentada y seca, con el agravante de que es comida sencilla de hacer. Las patatas bravas con sabor a aceite antiguo. No suelo ser muy exigente pero me ha parecido fatal.
Mi experiencia ha sido desagradable. He ido a desayunar y al sentarme primero que he visto a sido 2 cucarachas corriendo por la barra y además es caro.
Encargamos una paella para llevar con varios días de antelación. Cuando llegamos al restaurante nos dan una bandeja de horno alta con arroz amarillo, gambas que parecían camarones y 4 trozos de pollo. Si yo llamo para encargar una paella, ¿no deberías hacerla en una paellera y no en una especie de cubo rectangular? El arroz pasado e insípido. Me han puesto pinchos de paella con una cerveza infinitamente mejores que esta. Lo mejor 11 euros por ración y 50 euros de fianza por una bandeja de horno: ridículo.
Como den de comer en el restaurante igual que esta paella, ni os acerquéis.
Cada día peor. Más de media hora esperando ver un camarero para servirnos, y eso que no había apenas gente en el salón. Las "tapas" todo fritos grasientos, nos pusieron unos trozos de torreznos de 4 dedos de grandes recalentados varias veces, y nos los volvieron a poner en la segunda consumición.
Eran lentísimos. Pedimos hasta 4 veces pan que no nos traían, y cuando nos lo trajeron prácticamente habíamos terminado de cenar.
Nos traían platos que no eran para nuestra mesa.
Y encima a un familiar le tiraron un plato de mejillones a la vinagreta encima de toda la ropa.
Pedimos platos para compartir y en vez de traerlos todos a la vez los fueron trayendo 1 a 1 cada 15 minutos o más, teniendo que esperar entre plato y plato una eternidad. Lo suyo sería que trajeran todo a la vez y poder picar de lo que nos apeteceriera en cada momento ya que no a todos nos gustaba lo mismo y teníamos que esperar un montón para comer si traían un plato que no gustaba a alguien.
Nos dieron la cena y encima no tuvieron ni un detalle después de tan pésimo servicio, que por cierto fue carísimo.
Este sitio desde sus inicios apostó por unos platos y una decoración distintas a lo que había hasta entonces. En su momento fue de lo mejorcito para tomar algo o cenar, con raciones generosas y sabrosas además de originales aunque es cierto que ya ha perdido parte de aquel encanto y saber hacer (se nota como ha cambiado la calidad de algunos platos) pero sigue siendo un sitio diferente y con buena comida. En verano suele ser normal que un mago vaya por las mesas amenizando el ambiente.
La tosta de solomillo 1 buena pero el combo barquilla no ha sido de nuestro gusto, la presentación cero, y lo unico que nos ha gustado ha sido el pollo, con dos solas piezas
Muy disgustada del servicio, olvidaron nuestro pedido, despues de casi una hora de espera, al recordarselo nos tubieron otros 40 minutos esperando, y ese tiempo tubimos q preguntarles otra vez, porque no se dignaron a decirnos nada, y tampoco se preocuparon por arregarlo. Con una atencion poco profesional, lo despacharon con un perdonen la espera cuando pedimos la cuenta.
Es un restaurante muy bien decorado con madera e inspirado en décadas anteriores. Limpio y muy acogedor. La atención al público es excelente. El café está de buena calidad. Lugar ideal para desayunos y copas. El aparcamiento parece fácil. Dispone de terraza exterior cubierta con toldos. En general ha sido buena experiencia.
Siempre se confunden con las comandas y la comida te la sirven tarde o ni te la sirven. Si quieren un buen servicio y comer a tiempo sin agobios, no vayan a este lugar.
Servicio lento, tardaron 45 minutos en hacer un sandwich que encima no estaba a la plancha ni tostado ni nada, la merluza seca, otros 20 minutos para servir el café.
He llegado a comer con 8 pax a las 14.30 y me he pedido un menú especial de 20 euros. En el cual no quedaba de segundo ni rabo de toro para los que queríamos, ni entrecot tampoco, ni lubina. No contenta con esto tampoco quedaba milhojas. Acostumbrarse a cuando no hay una cosa coordinarse con cocina para no comandarla y cambiarlo además en el menú por escrito.
Una muy buena atención, raciones grandes y comida de calidad! Fue una buena experiencia. No es el lugar mas económico pero está bastante bien relación calidad precio. Entre dos nos sobró mucha comida y fueron 67€. Recomiendo preguntar el tamaño de los platos antes de ponerse a pedir.
La decoración del local muy chula, lo que pedimos para cenar estaba muy bueno, pero tardaron una hora en servirnos, quiero pensar que fuera algo puntual, pero íbamos con una niña de tres años que obviamente se le quitó el apetito!
En la terraza, mala atención, tardan mucho en traer la consumición. Si pides cafés te lo llevan casi frío. Los camareros que atienden la terraza, bastante antipáticos y con mala cara