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Es un sitio con una decoración muy chula pero la atención no fue muy buena y las tapas muy normal, queríamos pedir otra bebida pero no volvieron a atendernos por lo que decidimos irnos pronto
Hemos cenado en el restaurante y ha sido muy agradable. Se trata de un local con una decoración muy curiosa con varias cazadoras moteras, un seat 850 decorado de competición y sillas muy elegantes. El trato del personal ha sido súper cercano y con mucha amabilidad. Se han interesado varias veces para saber la opinión sobre los platos y han aceptado de buen grado alguna ideas que les hemos dado. La comida ha estado muy buena siendo una carta bastante diferente a lo que estamos acostumbrados en Guadalajara. Hemos tomado la ensalada goloso y el pollo tikka masala con arroz basmati. Muy rico ambos platos. Pero si hay que destacar uno ha sido el postre es la tarta de queso manchego una auténtica delicia. Todo un descubrimiento seguro que repetiremos.