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Me parece totalmente indignante que en la situación en la que nos encontramos con esta pandemia, pudiendo facilitar información por teléfono te hagan ir
Horrible y cada vez peor. Si no sabes hacer alguna operación por el cajero te cobran una locura de comisiones. No sé para qué tienen a gente allí contratada si no hacen NADA. Es un banco pésimo que solamente quiere robarte tu dinero.
Pésimo. Cada operación que vas a hacer se convierte en una odisea siempre. Cada vez te falta una cosa. Nunca más. A la cola de todos los bancos existentes.
Inútiles. Vagas. Desagradables y maleducadas como pocos. Con la de gente que hay dispuesta a trabajar en un banco y aquí tenemos a lo peor de lo peor. Una vergüenza.
Una vergüenza el pasotismo y la desidia del personal de esta oficina. La directora Cristina obvia a los clientes de una forma flagrante. Mensajes y mensajes y nadie devuelve las llamadas indicando que es urgente. Así trata Liberbank a sus clientes cuando tienen una urgencia? Espero que desde la dirección regional les den un toque serio de atención.
Esta sucursal debería ser considerada como el lugar de culto para los coleccionistas de los post-its. No me imagino la cantidad de ellos que debe haber en cada una de las mesas que ocupan los trabajadores de dicha oficina. Si llamas por teléfono a la propia sucursal, te atiende un servicio telefónico al que tienen desviada las llamadas, debido al elevado nivel de atoramiento que tienen sus empleados. Nadie devuelve las llamadas, ninguno contesta a los correos. Su filosofía es atender a sus clientes en sucursal solo y exclusivamente si acudes con cita, cita que, por cierto, no conceden de un día para otro. Cuando llega por fin el día esperado, acudes a la sucursal y te encuentras con que nadie te puede atender.
Tengo más posibilidades de que Isabel II me llame personalmente para invitarme a tomar el té en Buckingham Palace, de que Cristina y compañía, me devuelvan la llamada.
Me encuentro en la década de los treinta, pero temo encontrarme achacada por la artrosis e internada en una residencia de la tercera edad, cuando reciba la llamada de la sucursal indicándome que disponen de 5 minutos para atenderme.