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El trato muy agradable y cercano, la comida muy buena, pedimos codillo y rabo de toro y exquisitos los dos, vienen con ensalada, patatas, un caldito, de postre pedimos tarta de queso y cúpula de chocolate con petazetas y riquísimo todo, el lugar súper bonito y recomendable para ir y para volver
Estuvimos el último finde de septiembre y quedamos encantados! No sólo disfrutamos de su menú por 30 €/persona (se recomienda llamar y encargarlo), sino de un ambiente y trato exquisitos. Sin duda volveremos y lo recomendamos a cualquier interesado
Se recomienda aparcar al lado de la iglesia del pueblo, paralela al asador.
Lo mejor la atención.nos atendieron con un cariño sorprendente. La comida muy muy buena. La cuenta final se nos hizo más alta de lo que esperábamos, pero salimos muy contentos
Bonito y acogedor, hemos comido cochinillo y cordero y ambos espectaculares. El trato de todas las trabajadoras ha sido lo mejor, (en especial de Nuria), adaptando el menú a intolerancias sin ningún problema y saliendo de ellas. ¡Obligatorio terminar con la tarta de san frutos!
Comimos con un menu cerrado tras hacer la actividad de piragua en las Hoces, y super recomendable. Trato inmejorable, y la comida muy rica (aunque muy muy abundante)
Chicas encantadoras, destacando el trato de Belén, cercana y con un gancho comercial increíble. El servicio genial, comida rica en general pero el rabo de toro "espectacular" lo recomiendo y la tarta de san frutos qué está de muerte, la paella no muy bien, pero el nivel era demasiado alto. Mi mención a el modelo en igualdad, felicidades a "el Jefe" ojalá hubiera más profesionales como él, que confían en sus emplead@s.
Comida buenísima y admiten perros en el interior para que nadie pase frío! La camarera es un encanto y la comida es casera y de buena calidad. Al lado del inicio de la ruta del mirador de San frutos. El cochinillo y cordero hay que pedirlo por encargo el día anterior, pero si no has tenido oportunidad, cualquiera de los demás menús de la carta están muy buenos.
Situado en un lugar especial, la cocina espectacular, la atención excelente, seguro que repito, pedi el menú del Resinero, fue como volver a mí infancia, mi marido los judiones riquísimo, gracias
Llamamos para pedir el precio, y al llegar era totalmente diferente, un engaño. Los menús demasiado caros para lo que ofrecen, entrantes más cocinados y platos vacíos, y han tardado casi una hora y media en servirnos. Hemos estado a punto de irnos.
Ya la llamada para la reserva fue una grata experiencia de amabilidad con Belén y esto será lo que encuentres en el servicio. Muy atentos. Las comidas explendida Buena materia prima por lo que con un buen punto de cocinado buen experiencia culinaria de ña región. Muy recomendable
Una estafa, alucinante, nos han engañado por teléfono por menús de 18€ que era unos primeros mini tostada de humus, dicen que caldo pero era agua caliente sucia, y alucina patatas hervidas con pimienton De la Vera, de segundo a ese precio “arroz vegetariano” el resto de menús carísimos…. Hemos entrado a las 15: 00 y hemos salido a las 17: 00 encima lentos solo dos camareros.
Asador en Villaseca, en un edificio de piedra, con grandes ventanales y con vigas de madera. Sobre la comida, se basan casi todo en menús, algunos conviene reservar, ya que trabajan con producto fresco y no se garantiza la disponibilidad. En el menú, viene con entrantes, humus caseros con pimentón, salmorejo y patatas asadas al horno con pimentón y aceite. Luego la carne asada, que es pura delicia, al punto, nada seca y con un sabor impresionante. De postre está la tarta de queso al horno o tarta San Frutos, todo casero. (Si te sobra, que te sobrará, tienen tuppers para llevártelo)
Estuvimos hace una semana comiendo alli (los de Cantalejo) y no pudimos salir más contentos.el restaurante y la terraza muy agradables y acogedores, la comida toda buenísima y si además sumamos q las personas q lo llevan (belen Olga y compañía) son súper agradables y encantadoras no encuentro mayor motivo para recomendar q vayáis a visitarlas.te hacen sentir como en casa. Gracias x vuestra profesionalidad y cariño y un hurra a la cocinera. VOLVEREMOS!
Fueron muy atentos y la comida estaba de cine. Pedimos lechazo y nos trajeron una pieza que estaba muy buena. Y los entrantes también estaban muy ricos. El postre creo que era tarta de sanfrutos estaba buenísima.
Encontramos este restaurante de casualidad, y no me pudo gustar más los entrantes y el asado de cordero. Un lugar decorado con mucho gusto. El personal majísimo.
Recomendable 100%. Comimos de maravilla. Tienen diferentes menús que están todos fenomenal. Fuimos a celebrar el cumpleaños de mi madre, 82, y aunque no dijimos nada, cuando lo vieron, tuvieron el detalle de poner el postre con velas y regalarnos una sidra para que brindásemos. Todo un detalle. Pero lo mejor, lo bien que comimos y con un precio más que razonable. Seguro volveremos. Gracias.
Excelente lugar. Atención esmerada. Los platos exquisitos. Un entorno maravilloso. Protocolo covid. Muy bien. Sin fotos xq desde que nos sentamos hasta levantamos de la silla estuvimos degustando exquisiteces. Gracias x tratarnos tan bien. Estuve con grupo y todos encantados.
No hay mejor forma de acabar una gran mañana después de vistar las hoces de Duraton en moto, en el cruce de la Ermita de San frutos en Vilaseca, nos encontramos con este espectacular lugar, la atención de las mujeres que regentan ese asador es de diez. Dónde dejar las motos sin problema. El menú espectacular, calidad precio muy bueno los postres caseros y de vicio jejej. Sin duda volveremos.
Si visitas las hoces del Rio Duratón y la Ermita de San Frutos en Villaseca, no pierdas la oportunidad de degustar un lechazo de excelente calidad en este precioso restaurante rural. Muy recomendable
Local acogedor, toda la comida muy buena, trato excelente por parte de todo el personal, las camareras super atentas y los postres caseros exquisitos. Totalmente recomendable.
Un oasis en el Duratón El día anterior habíamos tratado de contactar con varios sitios para reservar la comida, pero estaban todos completos, y cuando ya habíamos arrojado prácticamente la toalla y nos estábamos haciendo a la idea de una comida campestre, se obró el milagro y apareció un asador en otra pequeña localidad segoviana llamada Villaseca, de apenas 200 habitantes (como se puede comprobar, no somos de grandes aglomeraciones) llamado El Alcaudon, nombre que, por cierto, tuve que buscar por internet para saber su significado, ya que lo desconocía (se trata de un ave). Indagué en los comentarios de internet para ver qué contaban del mismo (del asador, no del ave) y desde luego todo apuntaba a que el lugar merecía muy mucho la pena pues, aparte de los distintos productos que ofertaban, hablaban maravillas de las personas que regentaban dicho establecimiento (Belén y Gema). De entrada, el trato ya hacía ver que ambas personas, como muy bien apuntaban los comentarios en internet, eran muy agradables y simpáticas, a la par que sumamente eficientes. Nos pusieron unos entrantes para compartir a base de humus de garbanzos (casero, por supuesto), un caldo reparador (muy de agradecer) y unas patatas asadas con pimentón. Luego, cada uno (éramos 4 personas) pidió un 2º plato a elegir, y probamos el bacalao con pisto, el menú resinero (a base de los típicos huevos fritos, el chorizo y el lomo de la olla, y las costillas) y el codillo. Todo ello estaba espectacular. Debido a los comentarios leídos, optamos por tomar el mismo postre todos: la tarta de San Frutos, una especie de tarta de café, y ahí Belén nos dijo que no dejásemos de probar la tarta de queso al horno, para lo cual nos trajo un buen trozo para que la probásemos. Si la tarta de San Frutos estaba buena, la de queso estaba todavía mejor. Nos encantó el detalle. Todo ello lo regamos con un par de botellas de vino, un verdejo de Rueda y un tinto de la Ribera del Duero. Los consabidos cafés y los chupitos de rigor, pusieron punto final a la estupenda comida…pero aún faltaba la traca final. Al enterarse de que había sido mi cumpleaños unos días antes, y cuando estábamos tomando los consabidos cafés en el bonito patio que hay fuera del local, apareció Belén con unos buñuelos de nata y una vela presidiendo la ceremonia, la cual no tuve más remedio que soplar y apagar, como mandan los cánones. Con eso ya me terminaron de ganar para la causa. ¿se puede ser más detallista? Por supuesto quise dejar constancia de mi paso por dicho lugar y pedí, por favor, una foto con las protagonistas del obsequio, a las cuáles las dije que amenazábamos con volver, cosa que agradecieron. Resumiendo: un restaurante más que recomendable, unas hosteleras superprofesionales y por supuesto no quiero olvidarme de la cocinera (no pudo salir en la foto porque fue la que nos la hizo), sin la cual todo ello no hubiese sido posible. Belén, Gema (tanto monta…), gracias por el estupendo rato que nos hicisteis pasar y por lo agradable de la velada, y seguid así, no cambiéis. Os deseamos el mayor de los éxitos en vuestro negocio y repito, amenazamos con volver…y no tardando demasiado.
Ha sido una sorpresa, veníamos aquí porque era el sitio más cercano de la Hermita se San frutos, sin muchas espectativas, y hemos flipado todo cuando digo todo está buenísimo y las chicas encantadoras, no os lo penséis.
No puedo decir nada por que llegue a las 16 y no nos dieron de comer. Simplemente decir que a esa hora no dan de comer aunque ponga que cierran a las 19: 00
Lo recomiendo! El lugar es muy tranquilo, en plena naturaleza, tiene un encanto especial, medidas de seguridad anti Covid, la comida es toda casera y exquisita. Precio asequible. Recomiendo de postre la tarta San frutos, no os va a defraudar.
Comimos con el pack de bocanada que además incluía la ruta por las hoces y nos sorprendió gratamente el buen trato y por supuesto la buena comida (cordero).
Fuimos a comer mi pareja y yo dada la cercanía a las Hoces del Duratón y que gran decisión tomamos. Menú con varios entrantes además del plato principal y postre, servicio excelente y súper amable, terraza ideal donde además puedes estar con tu mascota. Y lo mejor de todo por supuesto la calidad del producto, de la cocina. Estaba todo riquísimo.
Hemos comido el menú de 20 euros, que era con judiones o codillo, y tanto el trato como la comida de lujo. Lo habíamos contratado con el paseo en canoa por las hoces y a sido un descubrimiento de restaurante.
No puedo más que decir: bestial! Comida exquisita, casera, muy buena cantidad (yo no he podido con el codillo y me lo pusieron en un táper) los postres brutales y un café digno de saborear despacio. Una atención de 10 y la mar de simpáticas. Mis más sinceras felicitaciones a la camarera y a la cocinera! Amenazo con volver!
Un restaurante de 10, super recomendable, comida exquisita, relación calidad/precio, excelente. Trato personal, insuperable. Muchas gracias a Belén, y al resto del personal. Volveremos️️
El asador está ubicado en el desvío para llegar a la ermita de San Frutos, el local es amplio y acogedor, la atención del personal es excelente y para colofón los asados y entrantes nos parecieron muy buenos. Buena relación precio calidad. Volveremos con toda la tropa a probar ese asado de paletilla.
Muy contentos con el trato recibido (inmejorable) y la comida que estaba realmente rica! Elegimos dos menús (uno de carne y uno de potaje) y las cantidades son abundantes. Estuvimos con nuestra bebé de 2 años y todo estupendo, tienen tronas, alzador. Volveremos!
Fuimos de casualidad y salimos encantados, el trato de la chica que nos atendió super amable y encantadora y ya que decir de la comida, todo riquísimo y buena calidad
Nos ha encantado, en las hoces de Duratón. Las instalaciones son muy acogedoras, con vigas de madera y estilo castellano de cerámica. El trato cariñoso y amable de Belén ha sido de 10. La comida muy buena en general, el codillo y los alubiones de la Granja espectaculares. Volveremos pronto seguro. Muy recomendable!