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No puedo decir nada malo, llegamos tarde sobre las 22: 30, para los que venimos de Madrid es una hora normal de poder cenar, pero en las pequeñas ciudades a estas horas o están cerrando o la cocina no esta abierta, el dueño nos dijo que lo único que le quedaba eran mejillones, que es su especialidad, pero que si esperábamos un poco nos hacían una tortilla de patatas, le dije que si, nos sentamos en la terraza.hay que pedir en barra, pero te lo llevan. Los mejillones muy buenos y la tortilla perfecta. El personal muy atento y el dueño muy servicial. (el pincho de tortilla 1,90 € y la media ración de mejillones 4,40 €) Recomendable pasar a tomar algo informal
Es un bar de toda la vida, limpio, amable y que hace las tapas, los mejillones (su especialidad), el caldo casero rico rico y el zurracapote excelente todo el año. Tiene terraza en en calle sin circulación de vehículos. Comprometidos con la ciudad, el club de fútbol mirandés y otros deportes. Un lugar muy correcto y entrañable, como los propietarios en toda la historia que yo conozco.