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Todo lo que diga, se queda corto. Nos juntamos un grupo de amigos para disfrutar del día y ha sido inolvidable. Julián, el propietario, el mejor anfitrión del mundo. Nos preparó un guiso de lentejas, que eso resucita a un muerto. De segundo un asado para quitarse el sombrero y todo regado con sus vinos. La bodega, de esas rústicas, con un encanto especial, que es una maravilla. El entorno maravilloso y el ambiente de tranquilidad, todos los puntos a su favor. Comimos, bebimos, nos divertimos y todo en exclusiva para el grupo que éramos. Esto hay que ir y probarlo, y una vez que vayas, repites todas las veces que haga falta. Desde luego nosotros, ya estamos pensando en la siguiente. Enhorabuena Julián por tu buen hacer y mejor estar.
Comida en un entorno con encanto. Excelentes anfitriones. Guisos caseros que superaron con creces nuestras expectativas. Un aparte se merecen sus vinos naturales ¡que buenos.
Gracias Julián por una comida excepcional, unas lentejas maravillosas y un sitio y una compañía que hacen que tengamos ganas de volver muy pronto…. Sin duda volveremos
Con muchas ganas de catar el vino de esta bodega que promete ser pionera en una demarcación geográfica tan particular como La Armuña. Apuestan por un concepto de vino de autor rompiendo con la tendencia monovarietal del mercado. Seguro que como todas las cosas hechas con pasión, merece la pena.