Brazilian Home - Posada Real

La mujer fue muy amable con nosotros, respondiendo a todas nuestras preguntas y adelantando el desayuno para que nos diera tiempo a hacer el Camino del Hierro. Las habitaciones cómodas, confortables y con todo lo necesario. Muy recomendable.

Un fin de semana perfecto en un pueblo de lo más tranquilo. El hotel se encuentra en la casa de un antiguo indiano que se marchó a hacer las Américas (de ahí su nombre), y está totalmente rehabilitado en el interior, aunque se han conservado las estructuras originales para poner por ejemplo los armarios empotrados de las habitaciones.

La estancia fue genial, la habitación grande y muy acogedora, el hotel perfecto, y tanto Ángela (de recepción) como Jose (del restaurante) fueron encantadores en todo momento. Para volver.

La posada es un hotel encantador. Me contaron que es una antigua casa de un inmigrante español que al volver de Brasil construyó está casa. Actualmente está toda remodelada en su interior. Las habitaciones son comodisimas, la limpieza fue impecable y la ubicación muy buena, con lindas vistas a la montaña. Además, cuentan con servicio de menú, lo he comido por la noche y fue excelente, comida rica y casera. Recomiendo ampliamente hospedarse acá. Gracias!

Un apartamento muy chulo para cuatro personas la señorita de recepción es muy amable y teda mucha información

OJO SI NECESITAS FACTURA JAMAS TE LA DARÁN
La cena 18€ que no vale para nada
Y pasarás en invierno más frío que en noruega nada recomendable si eres un trabajador jamas podrás justificar que has dormido ahí porque siempre te darán largas para darte la factura

La verdad, una grata sorpresa. A pesar de estar lejos de todo (vete con el tanque de combustible lleno, que no hay gasolineras cerca) es un sitio acogedor. Habitaciones amplías y limpias, la wifi.funciona! Puedes cenar y desayunar muy dignamente.y sobre todo, la atención es de 10. Amables, cordiales y resuelven los poco problemas que puedan surgir. Me alojé por trabajo, y volveré, incluso por ocio si necesito alojarme cerca.

Ideal para descansar muy buena situación para disfrutar de los alrededores, buena limpieza muy bueno el atendimiento

Ángela ha estado muy agradable, explicándonos qué ver en los alrededores y como ir al Camino de Hierro. La posada reformada con mucho gusto. Lo q nos ha decepcionado es el desayuno, muy básico y sin preguntar nuestros gustos o preferencias.

Voy a llamarlo así, poca honestidad y falta de hospitalidad por todos los lados.
Si quieres decirlo con palabras castellanas, unos sinvergüenzas.
No os alojes nunca aquí, no se puede descansar, fiestas continuas hasta altas horas de la madrugada, ruidos incesantes. Te piden pagar nada más llegar para que si reclamas ya te tengan en su cartera, los dueños no Dan la cara.el desayuno un café con una rebanada de pan.
M iremendacion es no alojarse, yo nunca más lo hare

El sitio está apartado, el pueblo fantasma, pero la Posada está muy bien y la atención también buena

Mi experiencia ha sido todo un desastre.
Después de ver lo limpia, bonita y espaciosa que era la habitación, el problema vino al dormir.
En el local adosado a la posada se realizaba una fiesta, hasta altas horas de la madrugada de la que eran conscientes pq segun los vecinos son continua y cuando llamamos para quejarnos nos dijeron que no podian hacer nada.
Por la mañana, intentaron entrar a limpiar antes de irnos cortandonos el poco sueño que pudimos coger, dejando el pasillo abierto y con las voces que entraban al final desistimos.
Al marchar, lo dijimos todo pero la respuesta fue que es cosa de la jefa y hasta otra.
Desde luego JAMAS VOLVERÉ

Un alojamiento muy acogedor, cómodo y agradable. Habitaciones amplias, baño amplio y cómodo (y con luz natural!). La tención inmejorable, con un personal muy profesional y que además da muy buenas ideas para conocer la zona (los consejos y mapas "manuscritos" para recorrer la zona de Ángela se podrían publicar en un libro). El único pero es el desayuno, que podría tener algo más de alegría, y lo mismo aplica para las cenas, ricas, pero estaría bien alguna opción más de las que se ofrecen. En cualquier caso, un lugar muy recomendable para pasar unos días conociendo la zona.

Edificio bien rehabilitado, habitaciones amplias y bien equipadas. Ahora los peros, carece de espacios comúnes, los desayunos y cenas penosos, el restaurante es un añadido al edificio sin gusto ninguno. En mi opinión debería ser un hotel y no posada real

Precioso lugar. Habitaciónes limpias y amplias. Muy bien situado. La atención no puede ser mejor.

Posada en casa Indiana en el pueblo de Saucelles, en los Arribes del Duero. Ideal para un plan de rutas y descanso en la zona. O bien, una interesante parada camino de Portugal.

Hola.
Estuve con mi hermana 3 días a mediados de agosto.
El hotel estupendo, tranquilo.
La habitación limpia, acogedora y decorada con gusto.
La señora que nos atendió encantadora, amable y muy profesional.
De hecho los mapas que nos hizo para las rutas nos ayudó mucho.
Gracias otra vez Ángela.

Porque conozco sus secretas historias y, de pequeño, lo visité cuando todavía era un auténtico palacio.

Excelente todo, habitaciones, desayuno, todo el personal sin duda excelente no tenemos ninguna queja

Great place to stay, clean, bright and the staff is so kind and friendly. The breakfast was super, fresh, local, big amount, with variety of local products, The village is small but the people there is so nice and willing to help you. We travelled with kids and we all loved it.

Genial elección. Lugar tranquilo, cómodo, agradable en el pequeño pueblo de Saucelle. Perfecta ubicación para visitar los arribes, los miradores etc.desayuno muy correcto y de buena calidad. La cena por 15€ es totalmente recomendable. Habitaciones amplias y limpias. Todo perfecto.

Cuando yo lo conocí, de pequeño, el sitio y a su propietario, eje y centro de una historia truculenta, me pareció un palacio encantado y encantador.
Entre otras características y leyendas, era un zahorí.

Posada cuidada y habitación confortable. La recepción atenta y maja. La comida del restaurante de 10, el desayuno muy abundante y rico.

Es un establecimiento del ayuntamiento. No está mal. Visitar los castros cercanos a las Arribes y el molino de la tía Tomasa. Se puede cenar

Maravilloso! Un lugar donde se respira, se descansa.habitaciones super limpias, la gerencia y demás como en casa.no tardaremos en volver. Lo que si es q hay q reservar y para las cenas también.en los Arribes! Genital

Un lugar precioso y tranquilo.
La amabilidad en recepción óptima.
El restaurante, atención inmejorable y comida rica.

Son muy majos, te diviertes, le daria un 10 pero no se puede, no tienen nada desordenado ni nada

Hotel rural con encanto, en una zona tranquila y muy bien situada para visitar un paraje único como el de Los Arribes. La suite es muy espaciosa y confortable. Angela ha conseguido que nos sintiesemos como en familia estos 3 días. A lo bello del paisaje le ha unido lo excepcional del trato, con sus consejos, sus mapas orientativos, facilitando excursiones, preocupándose por nuestro confort y en definitiva siendo el apoyo que todo visitante desea encontrar allí donde va.
El pequeño restaurante anejo es parte fundamental, ya que es donde se desayuna con productos de la zona y donde, muy bien llevado por Diego y su mujer, uno puede degustar platos de excelente sabor y calidad, como las croquetas de farinato o los crujientes de morcilla son olvidar un caldo delicioso o una crema de calabaza fantástica. Los postres, como la crema de yogur con frutos rojos o la crema de limón, o un delicioso queso de almendra que de queso sólo tiene el nombre, muy ricos también y preparados con cariño, de ahí su gran sabor. El mejor sitio por ejemplo para cenar y posteriormente descansar de un día largo por la zona. Ambiente tranquilo y familiar también.
Un lugar sin duda donde merece la pena hospedarse.