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¡Una bienvenida amable y sonriente por parte de una señora muy amable! Soy peregrina y estaba dudando entre bocadillos.ella me hizo unas tapas para probar chorizo/morcilla para que pudiera elegir. ¡me pareció muy agradable! ¡Está muy limpio! ¡Bonita decoración! ¡Pude llevar mi sándwich en papel de aluminio! ¡Recomiendo este café!
El mejor lugar para tomar un café, el aperitivo, o lo que sea en compañía de su amable dueña. Los pinchos, riquísimos. Ambiente acogedor y alegría asegurada.
Atención nula. Nos sentamos en una de las mesas exteriores, frente al ventanal. La camarera estaba detrás de la barra aparentemente desocupada (solo había una mesa ocupada y servida ya) pero no hizo amago de salir al vernos llegar.
Esperamos unos diez minutos y la chica decidió salir: móvil en mano sacó una foto dirigida a la calle y volvió al interior del bar. Ni un saludo ni un "ahora os tomo nota, chicos". Nada de nada. Nos fuimos con nuestro asombro, evidentemente.
Pues estuve hace unas semanas y vamos el trato agradable pero a la hora del pincho pues nos puso un pincho dulce que era croasant con jamón York y queso y la lechuga estaba pocha. No vuelvo ni loca
Muy mala atenciòn. Nos hemos sentado en una de las mesas que estaba fuera y, sin tener a nadie dentro y, solo una persona en otra mesa de fuera (que ya estaba con su consumiciòn en la mesa, cuando llegamos), después de estar 10 minutos esperando para ver si nos atendían, pues NADA DE NADA. Por supuesto, decidimos marcharnos. Que poca profesionalidad, por Dios. Tendrían que aprender de las cafeterías del bulevar en “La Rosaleda”. (como por ejemplo “ La chapela” o el “Olego 2”), siempre llenos de gente y la atenciòn espectacular. O sea que, no recomiendo para nada ir a tomar algo al Universal. Cero patatero en atenciòn al cliente. Una vergüenza!