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Fuimos a cenar una noche, todo un descubrimiento. Había un camarero alto y grandote majisiiiimo! El chuleton estaba espectacular y el queso igual, la ensalada por el contrario me pareció un poco cara 10€ …. En la mesa de enfrente se pidieron una tortilla entera que tenía una pinta alucinante. Al día siguiente fuimos a tomar algo a medio día y nos llevamos un chasco… en la terraza los camareros lo tienen divididos por filas, nos sentamos en una mesa y llamamos en tres ocasiones a un camarero de unos 45 50 años que había por allí y nos ignoró totalmente porque no éramos De sus filas, tras media hora nos sirvió una chica muy amable. UN POQUITO DE EDUCACIÓN QUE NO CUESTA NADA.
Un buen lugar donde comer en compañía, y si encima te atiende Miriam mejor que mejor le pedimos patatas revolconas y se le habían acabado arroz al otro restaurante nos trajo las patatas revolconas desde allí
Calidad y variedad de productos atendidos por los dueños, grandes profesionales. En constante renovación, introduciendo nuevos productos de gran calidad. Soy clienta asidua desde hace muchos años