El Minuto

Sitio tranquilo y coqueto, con mucha afluencia de gente y buen servicio. El desayuno está muy bueno.

Un referente en la ciudad por la historia que tiene. Lugar tranquilo, música suave y ambiente cultural.

Trato perfecto y buen ambiente. El único punto negativo es que sólo aceptan el pago en efectivo.

Desayunos ricos y económicos. Puedes tomarte un te americano con ron cuando hace frío y está tremendo!
Buen ambiente

Un café de los de siempre. Con una gran atención y productos de calidad. Una maravilla para tomarse algo tranquilamente.

Me encanta. Es acogedor. Los camareros encantadores, atentos, amables. Me gusta mucho tomar café allí!

Trabajan por y para el barrio. Aquí te puedes informar de lo que se hace en el barrio, te asesoran ante problemas vecinales y tienen muchos cursos.

Trato excepcional, camareros fantásticos, muy buen ambiente, super bonito. Muy recomendable para cualquier momento del día. Tanto para tomar el primer café del día, Vermut y la última antes de ir a casa.

Tranquilo espacio donde conversar al calor de un buen café o una infusión como fue el momento que aproveché en buena compañía. Amables camareros. Gracias.

Sitio muy agradable para tomar un té o café en pleno centro de Valladolid, la decoración con fotos de la Bella Otero me encantó.

Se pueden poner 6 estrellas? ! Las merecen! Pidas lo que pidas todo rico y con una atención muy profesional. Bollería de calidad tortilla rica cafew supremos y buenas copas.recomiendo el carajillo. Tu lugar de encuentro super agradable auténtico y con un aire bohemio. Música apropiada y volumen correcto para conversar. Perfecto para hacer un impas entre los vinos y las copas.

Estupendo local en el centro histórico de Valladolid. Ideal para desayunar, tomar café o las copas para terminar el día. Grandes profesionales detrás de la barra con una esmerada atención.

Cómo aquí en ningún sitio. Un café de un día corriente en el minuto se convierte en un café especial. Me encanta su música de fondo!

Buena cafetería a un minuto del teatro Calderón, con autoservicio en la barra y buena oferta de acompañamiento para desayunar o merendar.

Tenian que ser mas amables los camareros con la gente, y no con cara de mulos y estreñidos, algunos de los camareros tenian que echarlos a la calle, porque no valen para estar cara al publico y por parte de ellos falta de profesionalidad.

Un lugar de los de siempre para tomar un café, una copa o lo que te apetezca. El ambiente siempre es acogedor y especial.

Una cafetería de aspecto antiguo, como eran antes. Buen ambiente.
A algunas horas un poco llena.
Recomendable

K no sean pavisosos y el jefe parece muy agarrado podía tener un poco más de profesionalidad a ver si aprenden

Deberian mejorar un poco la simpatia.y sobre todo mejorar el cafe.sitio que deberia ser tranquilo para estar en una mesa con tu consumicion y charla.muyyy ruidoso.sobra ka musica de fondo.mala acustica

Solo he tomado café o infusiones cuando he ido. Estaban ricos. Pero sin duda lo mejor es el local, un bar con decoración antigua y aires modernos

El sitio esta bien para tomar tú café o chupito, céntrico, en contra se oye mucho el murmullo de la gente, parece que esta mal insonorizado.

Es el lugar perfecto para tomar un café y poder charlar porque aunque tiene música, el volumen es ideal para poder mantener una conversación sin dejarte la garganta en el intento. Céntrico y con ese aire de los cafés de principios del siglo XX que tanto escasea por ahí. Para volver una y otra vez

Lugar emblemático de Valladolid con una esencia única. Apropiado para un buen café por la mañana o una copita por la noche

Los desayunos, son la leche. Si os sorprende una mañana que no podeis desayunar y estais por el centro, este sitio tiene unos desayunos muy variados.

Un lugar de siempre con gente de la de siempre. Muy agradable. En peligro de extinción (lo del Farorilo da un poco de miedo.)

Entré con un amigo el día de año nuevo a las 5 de la tarde más o menos y la verdad, no voy a volver. Llevaba un patinete eléctrico Xiaomi y me senté en los sofás del fondo. Dejé el patinete apoyado paralelo a la mesa y cuando llevaba 5 minutos sentado se acercó un miembro del personal diciéndome que hiciera el favor de dejar el patinete en la puerta, que el local se iba a llenar y que podría entorpecer el paso del resto de clientes. El local estaba vacío y me pareció surrealista. Lo dicho, no voy a volver.

Bar de toda la vida en sitio neurálgico, tiene mucho encanto. Pero las veces q he ido con el café no nos pusieron galletas y si a todos los demás. Si q me gusta!

Mítico.
Le doy 5 estrellas por qué el Minuto es un bar con personalidad, un lugar para conversar, leer, dibujar etc.
Un sitio con una atmósfera auténtica, decorado como los cafés más antiguos, vinculado a la cultura de Valladolid.
Normalmente voy a tomar el café, pero también trabaja la noche.
Ponen terraza, en una zona muy céntrica.
Si estás de turisteo por Valladolid es un buen sitio, para descansar, ya que tiene zonas de sofás muy cómodos.
Servicio: Atento y profesional, suele haber bastantes camareros.
Accesibilidad: El local esta a pie de calle, aunq la distancia entre las mesas es pequeña.

Café céntrico, ha perdido su encanto de punto de encuentro de universitarios. Ahora el público es muy amplio

Cafetín clásico de Valladolid que conserva su aspecto de local bohemio antiguo. Excelente café. Antes era frecuentado mayoritariamente por estudiantes, dada su proximidad a la Facultad de Derecho, pero hoy hay un público mucho más variado, sobre todo nostálgicos "talluditos". Está situado en plena zona neurálgica turística. Junto al "Penicilino", bar situado muy próximo a él, forma un dúo imperdible del ambiente castizo pucelano.

Un buen sitio para tomar un café o un Colacao. Buen ambiente y muy buena música, si no te gusta el reggaeton o el trap.
Buena localización.
Un sitio muy limpio y acogedor.

Cafetería mítica en Valladolid, ideal para charlar delante de una taza de café. El entorno es precioso, por completo de madera y en una situación estupenda, junto a la catedral y el entorno del teatro Calderón.
Siempre está lleno y no es de extrañar.