EL PRADO MAYOR

La casa rural más maravillosa en la que he estado. El entorno es precioso, la paz y la tranquilidad te dejan relajada desde el minuto 1. La casa en si es una preciosidad, una casona de pueblo muy bien cuidada, con huerto, chimenea en la zona común. inmejorable. Además, la dueña, Olga, es súper maja y cocina muy bien, los productos son de su propia huerta o locales, y los desayunos son espectaculares, con lácteos de km0 y unos bizcochos caseros y un pan que están deliciosos.

Una casa rural mantenida y cuidada con dedicación y cariño. Esta todo impecable en cuanto a limpieza. Ha sido un placer alojarse en casa de Olga. En los desayunos y las cenas los productos son de su huerta y de kilómetro cero. Está todo lleno de cuidadosos detalles. Muy recomendable el alojamiento.

Nuestra estancia ha sido fenomenal. Olga ha estado pendiente de que estuviéramos cómodas, nos ha recomendado sitios para visitar y comer. Las cenas una maravilla y excelentes de precio. El desayuno espectacular, productos de km. 0 que además estaban riquísimos. Muy recomendable.

Hemos hecho muchos viajes y en esta ocasión 13 días cambiando de hoteles cada dos dias. Tengo que decir que prado mayor nos a cautivado. Se respira todo el amor que a puesto en cada rincón, cocina con los productos de su huerto ecológico, limpio, amplio acogedor. Olga transmite paz y dulzura súper atenta, no te va a faltar de nada y te asesora con todo tipo de mapas para que disfrutes del entorno. Gracias

Arquitectura, diseño, decoración, enclave, atención.excelente alojamiento, pegado a su entorno. Lleno de verdad, sin imposturas, de detalles. Hasta nata de leche vaca para los desayunos, joya gastronómica, totalmente en desuso. Sorpresa, tras sorpresa, pura calidad y autenticidad. Ojalá hubiera muchos establecimientos como este.

Una zona preciosa donde pasar unos días tranquilos y caminar por sus preciosas rutas.
Aunque Olga, la anfitriona, hace que no den ganas de salir de la posada. Cada mínimo detalle está cuidado.

Pasamos dos noches aquí a finales de abril. No podría haber sido más agradable y tranquilo: habitación agradable, excelente desayuno y cena con productos locales o de cosecha propia. Y, como han dicho otros críticos, Olga es una anfitriona muy atenta y servicial. Hay excelentes caminatas desde la posada y había cucos por todas partes.

Excelente lugar para disfrutar de una zona en la que descubrir paisajes de todo tipo, gastronomía de primera calidad, productos naturales de la zona y gente encantadora.
Un lugar entrañable, acogedor y muy bien cuidado y atendido. 100% recomendable

Llevamos al grupo de amigos a la Posada que conocimos en Mayo porque no queríamos privarlos del sitio que nos encantó. Y acertamos, les ha gustado todo.el sitio, las habitaciones, la comida, el salón con chimenea y sobretodo Olga. No hay mejor a anfitriona. Una maravilla

Es un sitio muy tranquilo se duerme de maravilla sin ruido el desayuno todo casero y mucha cantidad y la cena estupenda

Un lugar perfecto, tranquilo, con unas vistas espectaculares, y Olga encantadora, realiza las mermeladas caseras con las frutas que cosecha de su huerta, al igual que las verduras, son todas frescas. Volveremos.

Debo de empezar entonando un mea culpa. Un burgalés que no conoce las Merindades. Hacia tiempo que queríamos conocer esa preciosa parte de Burgos. Buscábamos un sitio acorde con el lugar y nos decidimos por la Posada Real Prado Mayor. Fue una estancia muy agradable, con Olga una muy buena anfitriona.
Muchas gracias, Olga

Excelente experiencia, recomendable cien por cien en todos los aspectos. Olga es encantadora y se deshace en atenciones con sus huéspedes, buena cocinera, en todo momento te informa de rutas y visitas que puedes realizar. Respecto del alojamiento genial, decorado con todo detalle y

Perfecto para unos días de turismo rural. Las Merindades, zona muy aconsejable visitar por su naturaleza, por su historia, por su románico,

Olga es maravillosa.la atención fantástica, la limpieza espectacular. No puedo poner pega ninguna.solo decir que me transportó a mi niñez con la nata tan riquísima que me dio en el desayuno. Gracias. Olga

Un sitio para desconectar. Habitacion amplia y comoda. Superlimpio. La cena y el desayuno de 10. Comida casera con productos de su huerta. Salon con chimenea que invitaba al relax y a la lectura. Libros y cd a tu disposición

Hemos pasado una semana increíble. La casa es espectacular, Olga es encantadora, excelente cocinera y una maravillosa anfitriona. Una experiencia fantástica que repetiremos lo antes posible.

La casona, muy bien conservada. La huerta, trabajada con cariño. Una gozada.
Y Olga una persona muy agradable y empática.
Nos dió buenos consejos para hacer senderismo y disfrutar de una naturaleza verde tan especial. Los desayunos muy cuidados, con su yogur casero, las mermeladas artesanas, frutas y zumos variados, pan tostado con mantequilla local.
Y las pastas riquísimas con receta de Olga, llevamos algunas para el camino.
No conocíamos las Merindades y hemos quedado prendados.
Altamente recomendable

Inolvidable! Una estancia con mimo. Olga cuida todos los detalles y hace que la posada sea un sitio perfecto. Comida artesanal y exquisita.
Muchas gracias Olga; espero volver pronto a ese pequeño trocito de cielo.

Una gran acierto, magnífica atención por parte de Olga, posada preciosa cuidada al máximo detalle, en un enclave privilegiado y que decir de los fantásticos desayunos y cenas. Volveremos sin duda Olga. Gracias por todo.

Nuestra estancia en esta casa rural fue desde el 28 de junio hasta el 1 de julio. El lugar donde se encuentra es fascinante, un prodigio de la naturaleza; la casa, bien acondicionada y cuidada para sus huéspedes y ofrece un servicio de desayunos y cenas de excelente calidad y variedad, todo ello ofrecido con mucha exquisitez, cuidados y atención por parte de Olga, su propietaria. Gracias por todo. Montse y Carmen

Exquisito trato por parte de Olga. Cuidadisimos detalles. Impresionante huerto. Súper recomendable.

Trato muy amable y las cenas y desayunos con productos artesanos y de la huerta del propio alojamiento excepcionales. Para repetir.

Exquisito trato por parte de Olga. Cuidadisimo lugar. Impresionante Huerto. Volveríamos sin dudarlo.

Todo un lujo de estancia tuvimos en esta posada. Es preciosa. Cuidados todos los detalles. Nos sentimos como en casa haciendo el Camino de Santiago. Agradecerle a Olga todas sus atenciones. Merece la pena ir.

Después de una semana alojados, desayunando y cenando, solo podemos decir maravillas, de las comidas, de su calidad, de sus sabores, de su huerto, de la limpieza, de la casa, del trato de Olga dueña de la Posada. Habitación de lujo, entorno inmejorable, ubicación en las Merindades, perfecta. Lugar al que volveremos con seguridad. Gracias Olga por hacernos sentir como en nuestra propia casa.

Tranquilidad absoluta. El huerto de Olga y sus cenas con verduras recién cogidas. Una buena cama. Una infusión de allí mismo, después de cenar totalmente natural. Los desayunos con producto km. 0. Totalmente recomendable.

Precioso lugar, preciosa casa, magnífica la sencillez de su decoración y excelente trato por parte de su propietaria! Muchas gracias por todo. Volveré!

This place is special. It captures a wonderful charm with a peacefulness that is so rare these days.

Una maravilla, de los mejores alojamientos rurales que he visitado, quizá el mejor. Desayuno excepcional. El huerto una pasada. Las cenas (hay que avisar) muy buenas. Trato inmejorable.

Vieja casona restaurada y abierta en 1998, convertida en Posada Real por sus detalles y cuidada cocina, abastecida por su huerto y productos locales. Judías verdes, ensaladas, bacalao, trucha, conejo, natillas, peras cocidas, manzanas asadas son algunas de sus ofertas.

Me encanta la casa, me encanta el entorno y me encantó el trato que nos dieron en la casa. Un lugar ideal para ir en pareja, en familia o con amigos

Lugar muy tranquilo, ubicado en un espacio natural maravilloso, en una gran mansión de la zona, restaurada y decorada con gusto. Trato muy amable y conocedores del patrimonio natural y cultural de Las Merindades, dejarse asesorar.

Una Bonita Posada Real en Quintanilla del Rebollar. La única de la provincia de Burgos.
El entorno y pueblo son preciosos.
La decoración y el confort de la Posada son de 10.
El desayuno casero, con productos naturales del huerto de los propietarios no se lo pueden perder.
Un buen sitio para disfrutar y desconectar.