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Ya lo conocía y llevé a 4 amigos que quedaron encantados. Hay que probar su propio Buey en todos sus formatos: Carpacio, solomillo, chuleton fileteado, etc. Un disfrute de todos los sentidos.
Curiosa la forma de atender , si vas a menú te ponen en un comedor, no hace falta reserva , si vas con reserva a la carta te ponen en el comedor de arriba y si vas a carta pero sin reservar en el comedor de abajo . Vamos que antes de sentarte no ves el menú o la carta , por lo tanto no puedes decidir si vas a comer de menú o carta . La zona de abajo , si varias mesas piden comida a la piedra , la humareda que se prepara es curiosa , mejor que te toque cerca de la puerta
Una camarera acostumbrada a tratar con ovejas o cabras, le falta aprender y entrenar estar detrás de una barra… Sin comentarios, en este establecimiento quieren personas educadas, se han topado con un grupo de personas nobles, sin maldad Y catedráticos del saber estar!
Lamentable el trato a la gente, nadie me ha tratado así en un restaurante. Mal trato, camarera que chilla y silva dice mucho del presonal de este mesón. Lamentable el trato que se me ha dado encima siendo un meson de mi tierra castellana y leonesa. No lo recomiendo a nadie.
Nada recomendable, la educación de la camarera brilla por su ausencia, nada más entrar te recibe con un silbido como si estuviese con un rebaño de ovejas, nos fuimos como 20 personas sin consumir nada, no volveré y por supuesto no lo recomiendo
Ya he estado en varias ocasiones para comidas familiares y siempre es un acierto. El servicio algo lento, dejando mucho tiempo entre los platos y la sala termina cargándose con el humo y olor de la carne a la piedra. El pulpo espectacular al igual que la cecina.
Un auténtico placer volver por el restaurante y compartir tiempo con vosotros. Excelente trato, excelente comida y esa sensación de sentirse como en casa.
Desde que llegas te prestan un excelente servicio. La carne está fantástica. No importa cuántas veces cambies las piedras siempre los camarer@s lo hacen con toda la amabilidad
Totalmente recomendable. De viaje de trabajo y volviendo de Valladolid, me dijeron de parar en carboneros el mayor. Al llegar al local te recibe una sensación de clásica hostelería. Una barra de mesón castellano. Pasamos al salón y seguimos hasta la mesa que nos indica el camarero. Esta vez de menú comí unas borrajas con setas impresionantes y de segundo un estofado de cabu. Postre flan casero de huevo y café. 12€ resaltar el estofado, según me dijeron es de ganadería propia y de uso exclusivo del local. Volveré a probar la carta. Felicidades a todo el equipo.
Impresionante carne de buey. El dueño del restaurante tiene su propia ganadería de bueyes, con la que suministra la carne al restaurante. Ideal para reuniones familiares y de negocios, comiendo una magnífica carne a la piedra.
El trato del personal inmejorable. Buenas recomendaciones sobre platos y cortes. Nosotros probamos cadera, lomo y picaña y los 3 cortes estaban deliciosos. Entrantes y postres muy buenos. Salió a unos 60€ por persona muy bien pagados, valió la pena. Volveremos
Llegamos de casualidad sin saber qué podríamos cenar y nos sorprendió gratamente, si vas a Carbonero el Mayor o a algún pueblo cercano no dudes en visitarlo. La pizza de carne de buey riquísima, los calamares buenísimos y las croquetas tb muy buenas. Lo q elijas será un acierto
Merece bien la pena el viaje desde Madrid para comer buen producto con excelente trato y a un muy aceptable precio.
Restaurante con zona de terraza, de bar y 3 comedores, también creo que cuentan con algún reservado. Excelente trato por todo el equipo y los dueños. En especial Yune nos trató extraordinariamente bien. El qué te cambien la teja de la carne tantas veces se agradece, como debe ser para que la carne se haga bien!
Tomamos según recomendación, cecina de buey (excelente), mi cuit (muy rico), alcachofas buenísimas y carpacho de buey (excelente) de entrante. Después la carne Cabu, con corte de cadera y lomo alto, ambos muy tiernos y diferentes, vienen acompañados de ensalada y unas riquísimas patatas. De postre helado con aceite, mouse de chocolate y pastel de queso, el que más nos gustó fue el de chocolate. La bodega es increíble, muy amplia variedad.
Salimos en torno a los 50€pp, que está fenomenal para la cantidad y calidad del producto y el vino que escogimos. Sin duda volveremos.
Hemos comido muy bien, gracias por las sugerencias gastronómicas y sobre todo por habernos hecho un hueco para comer, pues no teníamos reserva, Apuesta segura para comer en carbonero, iremos a probar el buey, Aunq el cordero esta también muy bueno
Buey de buenísima calidad, preparado de diversas maneras Platos exquisitos y variados Unos postres increíbles que te hacen trasportar a otro momento de tu vida y otra época Y por supuesto un trato y una profesionalidad del personal estupendas
Si se quiere comer carne de buey con 3 años de control total en la alimentación del buey i probar algo de carne diferente i con un sabor increíble, aquí
He ido un montón de veces a comer al riscal y la verdad que siempre muy bien el trato la comida y el precio. Nos decidimos a ir a desayunar ya que siempre hemos salido muy contentos, pues hemos salido muy enfadados, el desayuno muy caro para lo que era, dos trocitos de pan muy pequeños (para haberlos visto vamos) y más secos que nada, y cobrando el aceite, el tomate, la mantequilla y la mermelada, muy mal. He de decir que el trato de la camarera muy bien como siempre.
Solo diré que unas croquetas "caseras" y 4 refrescos han salido por el precio de 19'20€. Si quieres más opinión. Uno de los camareros bastante desagradable. Le consulto si tienen croquetas y sin decir palabra me tira la carta en la mesa. Menos mal que me venía muriendo de hambre y no note la fritanguilla. El local está muy bien pintado, pero la carta está llena de mentiras.
Me parece, una pasada. La atención de los trabajadores muy bien y correcta, el dueño muy atento, preocupándose si estábamos bien atendidos. Y por último la comida exquisita, unos platos de lujo. Lo recomiendo!
Estuvimos comiendo el sábado a la carta. Quiero hablar primero de La atención de los camareros, simplemente decir que GENIAL, muy atentos, simpáticos y profesionales. La comida espectacular, buena calidad y buena presentación. Decir que pedimos carne a la piedra, cada dos trozos de carne que comíamos, nos venía un camarero a cambiar la piedra por una más caliente. Lo dicho anteriormente, la atención de 10. Para los amantes del vino, decir que tienen una extensa carta (no los conte, pero había 300-400 seguro). La comida nos salió por unos 60€ por persona, entrantes carne a la piedra, postres, vino y agua. Con todo lo dicho anteriormente no me pareció nada caro la verdad. VOLVEREMOS DESDE PUCELA SEGURO!
Bien organizado. La carne de buey a la piedra muy rica, pero la cobran a lo que vale. Postres caseros. Servicio rapido. Se llena pronto, y no aceptan reservas. Precios altos si te sales del menú. Aparcamiento amplio. Bien comunicado, cerca de Segovia.
La comida muy buena toda, la carne excelente, y el servicio bueno. Como cosa negativa decir que después de pagar una factura de 700€ no han tenido el detalle de invitarnos siquiera a un chupito.