GRAN HOTEL PANDORADO

Servicio pésimo e instalaciones descuidadas. El sitio tiene mucho potencial para organizar eventos, pero no te puedes fiar porque te dejan tirado en el ultimo momento

Hotel pet friendly súper bonito y amplio.
Hemos descansado muy bien, la cama es muy cómoda.
Tiene unas vistas desde la habitación, impresionantes, se respira calma y tranquilidad.
Fuimos con nuestras dos perritas y pudimos pasear por todo el entorno que rodea este hotel, que es enorme.
Destacar la atención de Nati, la mujer de la recepción, que también estuvo super atenta a nosotros en el buffet de desayuno, ya que nos dejó sacar una mesita al sol para desayunar con nuestras dos perritas, y estuvo atenta a que no nos faltase nada.
Se agradece muchísimo la amabilidad y atención.
Una noche muy tranquila, para repetir.

Impresionante hotel de piedra y madera en un enclave privilegiado del parque natural. Las habitaciones son amplias y la cama comfortable. Buen desayuno con tostadas de pan de pueblo, surtido de frutas, yogures, mantequilla y mermelada. El hotel en general necesita un poco de mantenimiento, pero el servicio y el trato de Naty fue excelente.

Absténganse de reservar en este hotel. Pongo una estrella por poner algo. Llegamos tres compañeros, en bicicleta, haciendo el "Camino olvidado". Llegamos al hotel empapados y casi con hipotermia debido al cruel aguacero que nos cayó. Nos recibe una especie de "guardesa". Comprobamos que somos los únicos clientes del un hotel inmenso, con todas sus instalaciones cerradas. Cuando reservamos la habitación, en marzo, nos dieron el precio de 50 euros con desayuno incluido. Al confirmar la reserva, en junio, nos dicen que 60 euros y porque somos peregrinos. Al llegar al hotel la "guardesa" quiere cobrarnos 80 euros. Iniciamos una discusión con esa señora que, a partir de ese momento, presenta su peor cara. Y nos mantiene mojados y ateridos un rato, que nos pareció interminable, hablando por teléfono con no sabemos quién. Al final pagamos los 60 euros pactados en la segunda llamada de confirmación. A partir de aquí nos quedamos solos en el hotel sin más servicios. Surrealista total. La guardesa no vuelve a aparecer en todo el día, y nos deja preparado un desayuno con café y leche fríos y sin microondas donde calentar. Y el zumo de naranja tenía un cadáver, como muestra la fotografía. Nos fuimos sin que nadie volviera a aparecer. Dimos un portazo y fin de la experiencia. ¡El hotel lo venden como de 4 estrellas y su precio es de 80 euros por habitación, sin más servicio que la habitación para dormir! La única amabilidad que recibimos de la guardesa es que nos lavó y secó la ropa empapada tras el fuerte aguacero. Bien es verdad que se ofreció a ello antes de la discusión por el precio. Así se cargan el turismo por aquella zona. Lamentable. Y mira que las instalaciones que tienen son de primera, de alto standing. Pero abandonadas a su suerte. Nos dijeron los lugareños que ese hotel pasó por buenos momentos pero que ahora está prácticamente cerrado. Gran Hotel Pandorado (lo de gran hotel sobra) … hasta nunca jamás. Y no perdonamos a la guardesa el mal rato que nos hizo pasar y la estafa que quiso mantener a toda costa. Nuestro error fue no pedir confirmación por correo electrónico.

Nos quedamos un grupo de peregrinos y, aunque eramos los únicos huespédeses, la encargada se esforzó en todo momento para que estuviéramos cómodos. El desayuno excelente y a la hora convenida. Las instalaciones estupendas y cómodas. Volverenos.