Hotel El Sendero Del Agua

Un lugar con mucho encanto y gran servicio. Súper acogedor, limpio, tranquilo y con una cocina deliciosa.
Sus dueños Marga y Emilio, son excelentes anfitriones y lograron que tengamos una experiencia memorable. Repetiremos sin duda.

Un entorno agradable, bonito y acogedor. Muy buen servicio y atención por parte de la dueña y del personal. Su restaurante (El Cuelmo) cuenta con cocineras excepcionales.

Si buscas relax este es tu hotel, vistas desde la ventana de la habitación preciosas, limpio y personal muy amable
A destacar las chicas de desayunos super amables.

Estuvimos en el pueblo y fue súper acogedor, los 2 dueños fueron súper amables el hotel es una pasada

Un maravillosa experiencia, es un espacio precioso, cuidado y respetando el entorno natural de la tierra, la dueña un mujer comprometida, super cariñosa con nosotr@s y nuestra perrita y su compañero un señor amabilísimo, sin duda volveremos, ni dudéis en visitarles.

Gracias.

Casa con encanto en un pueblo pequeño, cerca del Lago de Sanabria. Tranquilo. Margauy amable y acogedora.

Hotel encantador. Limpio bonito y bien ubicado. Aún nos queda un día de estancia y estamos encantados con la atención de su propietaria y su servio. Totalmente recomendable. Consejo: si eres de ir mucho al baño durante la noche, cuando reserves que no te den la habitación duplex.

Hotel rural muy bonito, en un entorno natural y a pie de un rio, ideal para descansar y desconectar, lo mejor sin duda la hospitalidad de Marga, su dueña, siempre atenta a sus huespedes

Marga y Emilio muy amables, Lugar tranquilo y bonita la posada y todo muy limpio.
Por poner una pega:
En la cena no se explica bien la carta y en nuestro caso no pedimos vino, ella te aconseja probar una copa y luego te cobra la botella, ensalada para dos 12 euros, en general 70 pavos por esa cena me parece excesiva, en ese caso lo veo un timo y un engaño.

Un lugar encantador.
Todo muy limpio.
El entorno expectacular.
Bien comunicado con los lugares de interés turístico.
La cocina excelente.
La butifarra con boletus inmejorable.
Lugar perfecto para descansar y comer bien.
Marga la anfitriona un encanto.

Puntos positivos:

. Los dueños son majos y la casa es espectacular.

Puntos negativos:

. El desayuno tiene poca variedad, falta fiambre, Embutidos, queso, revuelto de huevos. El bollo y las palmeritas son industriales.

. A la hora de cenar, no hay carta. Te cuenta lo que hay sin informarte el precio. Una ensalada y dos platos de solomillo de cerdo, más el postre y un vino casero que no sabemos ni qué marca es, nos salió 70 euros una cena. Calidad precio, sinceramente deja poco que desear.

. A la dueña se le olvida poner la mascarilla cada dos por tres.

. El plato de la ducha no traga agua, es muy desagradable y poco higiénico.

Alojamiento tranquilo y agradable Entorno espectacular. Desayuno continental muy bueno y el trato amistoso y cordial. El aspecto que menos me ha gustado ha sido la habitación, ya que nos tocó una con doble altura y la cama estaba arriba y cada vez que querías coger algo o ir al baño, si ya estabas en la parte de arriba era una molestia. También hacía más calor en la parte de superior que en la de abajo. Pedimos ver si era posible otra habitación porque íbamos varios días, pero no fue posible.

Marga y Emilio son dos personas encantadoras, que aparte de tener un hotel precioso, nos hicieron prácticamente todo el planning del fin de semana para que fueramos a sitios bonitos. Una experiencia muy positiva.

El lugar fantástico. La propietaria todavía mejor. Te hace sentir como en casa. La comida, desayuno, cena.fantástico
El entorno ideal
Lo recomiendo 100%
Volveremos seguro

Bueno, bueno, bueno. La maravillosa Marga nos quiso tanto desde que llegamos que no queríamos estar en otro sitio. Hablando con ella y con el artista Emilio ya habíamos completado el objetivo de nuestro cortísimo fin de semana, que no era otro que disfrutar del destino. Lo conseguimos desde el primer momento hasta nuestra triste marcha. Gracias.
Además el Lago, la Puebla, los castaños milenarios, la comida, etcétera, etcétera.
En fin. Raquel y Adrián, los gallegos, volverán.

Un lugar para descansar y relajarse, rodeado de unas vistas muy bonita, la estancia fue buena y la atención de Marga maravillosa. Regresaremos

Marga la dueña super agradable; alojamiento y entorno muy acogedor; lastima la cama el altillo con calor por la noche. Desayunos muy ricos y caseros. Comidas también muy buenas aunque quizás algo subida de precio en comparación con el coste del resto de servicios. Muy aconsejable

Estuvimos comiendo hoy con la niña (17m), encantadora la señora que nos atendió, todo comodidades, súper atenta. La comida exquisita, estaba todo buenísimo. Una pega, por decir algo, con la silla un poco incomodo subir por las escaleras, pero son amplias y no hubo mayor prob. Totalmente recomendable.

Marga es una anfitriona excelente, y la cocina exquisita.
Lugar recomendable 100% para descansar y disfrutar.

EXCELENTE, acogedor, trato exquisito y familiar.
Emplazamiento tranquilo y en comunión con la naturaleza.
Edificación cuidada y con detalles que revelan el gusto en el diseño.
Habitaciones, amplias y con todas las comodidades necesarias a tu alcance.
Cocina casera, directamente del mercado a la cocina, producto fresco y de alta calidad.
La regencia inmejorable, atenta, y cariñosa muy esmerada en el servicio al cliente, te hace sentir en casa.

Tuvimos una habitación de dos niveles fatal para subir por la escalera, frío arriba y calor abajo, el desayuno muy básico.

Muy buenos anfitriones Marga y Emilio. Muy buenos los cucurriles en tempura, merece la pena probarlos.

Me ha encantado, lo recomiendo.
La comida fenomenal y Margarita la dueña un amor de mujer.

La peor casa rural de España, y la peor gente q pueda atenderte, muy falsos, está en un gran sitio. Nada mas

El fin de semana lo hemos pasado con unos amigos que son y conocen bien la zona de Sanábria.
Nos acercamos a comer a este hotel rural y la comida solo se puede describir como extraordinaria a un precio muy razonable.
Visitamos las instalaciones y van en consonancia con el restaurante, el sitio esta muy cuidado adornado con mucho gusto y muy limpio.la dueña amabilísima y sabiendo lo que es ofrecer un buen servicio de hostelería a sus clientes.
Espero poder alojarme para pasar unos días en un sitio tan encantador.
Emilio.

Hotel muy acogedor, con todas las comodidades necesarias para descansar.
Marga, la dueña, esta completamente volcada en atender a los huéspedes.
La zona es tranquila y las vistas extraordinarias.
Las comidas son realmente caseras. Todo está delicioso y el desayuno es de mucha calidad.
Procuran siempre que tengas lo que desees para desayunar (tipos de pan, leche, etc.)

Sitio para repetir, sin duda.

Precioso hotel en un entorno idílico. Habitación muy confortable. Marga, la anfitriona, es maravillosa, siempre atenta, aconsejándonos sobre excursiones a realizar por la zona con paisaje espectacular. La cocina. Deliciosa, platos exquisitos elaborados con mimo. Nos hemos sentido como en casa. Volveremos seguro

Lugar bonito y confortable, la persona q lo regente es muy amable y educada seguro q volveremos, muy recomendable.

Un precioso lugar. Regentado por Marga, una gran anfitriona. Llevamos yendo cinco años. Nos encanta esta Posada real, hotel de lujo.

Bonita casa rural en Trefacio pequeño pueblo cerca de Puebla de Sanabria en Zamora. Nueve habitaciones en dos alas, tiene bar y comedor donde podemos desayunar, comer y cenar. Carta pequeña pero lo que comimos estaba todo bastante rico. Bien atendido por la dueña.

Un lugar idílico donde descansar y desconectar.
El trato de los dueños inmejorable
El restaurante es excepcional, platos elaborados con mucha profesionalidad y diferentes. Sabores únicos

El lugar es ideal para relajarse. Los dueños son especialmente agradables y dispuestos. La habitacion limpia y acogedora. La comida buenisima y el encanto de Gara.