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Fuimos a comer el menú de la jornada de productos de Sayago y salimos encantados, tanto por la comida como por la atención recibida. El menú estuvo genial por 30 euros por comensal y con el propietario dándonos a cada momento la opción de repetir. El pan está hecho por ellos, al igual que los embutidos de los entrantes. Volveremos sin ninguna duda. Lo único negativo la mala cobertura para poder pagar con tarjeta, aunque de eso ellos no tienen la culpa.
Boletus, arroz a la zamorana, garbanzos con boletus, ternera se sayago, bacalao,. todo exquisito ! Atención muy satisfactoria y trato muy agradable ! Seguro que repetiremos !
Hemos estado comiendo allí está mediodía y la experiencia ha sido fantástica. Javier muy atento y la comida espectacular, todo de su propia cosecha. Volveremos a probar esa experiencia micológica.
Un hotel difícil de valorar. El lugar está bien, el restaurante bueno. Con un dueño entusiasta que cocina él mismo y que cuenta mucho sobre las setas, los tomates, el vino y todo lo relacionado con la preparación de las comidas. Así que la comida estuvo bien, el vino mediocre. Muy importante para un hotel, la habitación. Extremadamente pequeña, una cama muy mala con un colchón gastado. Pero tampoco hay lámparas de noche, un televisor antiguo pegado al techo, etc., etc. Muy limpio. No teníamos WiFi en la habitación ni agua caliente en la ducha. Tampoco hay WiFi en el bar, pero sí en el restaurante. Pagamos 76 euros por la habitación, incluido el recargo por el perro. Entendemos que si vienes con perro siempre te alojarán en esta habitación (u otra similar). Probablemente, dadas otras críticas, otras habitaciones sean mejores. Para los dueños de perros, realmente busquen en otra parte. Para los propietarios, inviertan un poco en estas habitaciones o no permitan más perros.
Lo encontramos en la jornadas micologicas del Buscasetas cyj, fuimos por casualidad. Dos adultos y dos niñas, las niñas lo típico pasta y hamburguesas, los adultos el menú degustacion, con varios platos, todos con setas.todo muy casero y abundante, sales llenisimo y todo muy bueno. Te pregunta si quieres repetir un montón de veces, y te trata como en casa. Muy recomendable si se va por esa zona.
Lo que hace Javier en su restaurante no es darte de comer, es vivir una experiencia gastronómica y de trato inigualable. A los 15 minutos parece que le conoces de toda la vida. Pasión por su profesión. El, boletus calentado en el plato, exquisito. El arroz a la zamorana, insuperable. El surtido de tomates, muy sabroso. El cordero, riquísimo. Y todo regado con vinos de su cosecha. Una sorpresa muy agradable. Hemos ido dos veces y volveremos.
Fuimos a cenar un lunes, sin esperanzas de encontrar nada decente abierto. Y Javier, el dueño, no sólo nos dió de cenar, sino que nos sirvió con una atención exquisita. Toda la comida era excelente, boletus y ternera de primera calidad, con verdura de su propia huerta ecológica. Una cena de 10. Sin duda repetiremos, merece la pena un viaje solo para comer allí! Gracias ;)
Fuimos a cenar en familia al restaurante y Javier nos trató de maravilla. También su mujer e hija fueron un encanto. Nos explicó cada plato que comíamos y las carnes y los pescados nos los hizo al momento en la chimenea. Muy divertida la cata de chupitos La experiencia fue genial, seguro repetiremos cuando volvamos. Nos quedamos con ganas de apuntarnos a alguna ruta, nos queda pendiente para la próxima. ¡¡Gran descubrimiento a media horita de Samir!
Estuve comiendo, lo mejor de primero unas lentejas, difícil tratarlas, duras, insípida, en esencia eran lentejas con unos trozos de patatas, sin chorizo ni tocino y con mucho sabor a ajo, de segundo unas albóndigas saladas a tope, con ensalada salada a tope. En conclusión ni volveré ni recomiendo que nadie pierda allí su tiempo y salud. Para colmo al pagar dice que el datáfono no tiene cobertura, ni ticket ni na.
No tengo palabras para expresar lo bien que nos han atendido, especialmente Javier, muy atento a todo. Comida riquísima y siempre escuchando a mis indicaciones sobre intolerancias y demás. Me he sentido como en casa. Sin duda volveré en cuanto pueda. Muchas gracias.
Hemos pasado un fin d semana en familia y tenemos todo tipo d opiniones. Los dueños un matrimonio amable, cenamos en primer día en el hotel y hay q decir q los productos q nos ofrecieron menos el pulpo fueron muy muy buenos, lo único q se nos hizo un pco largo, 2 horas y media para cenar (productos d primera). Las habitaciones me gustaría recomendarles q les dieran una vuelta, muy antiguas y los colchones y almohadas nada cómodos. Contratamos tbn el desayuno y eso si q nos pareció muy flojo, café, tostadas y cacao de Mercadona magdalenas industriales. Resaltar las mermeladas q si eran caseras y estaban ricas
La zona ofrece unos paisajes espectaculares. Imprescindible visitar los miradores de los Arribes del Duero. Javier el dueño, un emprendedor rural de cinco estrellas, de esas personas amables e interesantes que te encuentras de vez en cuando por la vida. La comida casera muy rica, y una brasa de sarmiento que deja un sabor al bacalao y al entrecot para el recuerdo. Un sitio auténtico muy aconsejable.
Una casa de comidas de toda confianza, trato personalizado, buen género vegetal y animal. Cocina casera con buen gusto al paladar. Conversación asegurada con el dueño, muy comunicativo. Producen su propio vino, muy rico el blanco. Precio razonable, sin escatimar cantidades ni calidades.
Comimos muy bien. Producto casero y de proximidad. Los dueños cultivan y producen casi todo y lo q no, conocen perfectamente el origen. Esto si es sostenibilidad. Hay q pagar en metálico porque hay poca cobertura. Muy recomendable tanto por la calidad, por la calidez y por lo necesario que es el apoyo al desarrollo rural.
Fin de semana enero 2023. El sitio es bonito, sin grandes lujos, pero limpio y tranquilo. Los dueños son amables y muy acogedores, te hacen sentir como de la familia Totalmente recomendable
Menú micológico. Atención buenísima. Nos explicó todo lo que comimos. Merece la pena llegar hasta allí para comer todo lo que nos puso. Variedad de sopas y cremas, todo con base de setas. También nos hizo carne y pescado a la brasa, para que no nos quedáramos con hambre. Y sin duda, lo consiguió
Se nos hizo tarde haciendo la ruta de la cascada de Abelón, y llamando a todos los restaurantes de la zona (gracias Google), dimos con este restaurante que nos aceptó a las 15: 30 horas. Si no lo hubiera experimentado no me lo creería. En un pueblo que ni sabía que existía (lo siento, de verdad), en un restaurante muy "de pueblo", muy rural (no hay sentido peyorativo en ello) me sirvieron el mejor arroz a la zamorana que he probado. Pero lo increíble es lo que me sirvieron de segundo: en una parrilla de la chimenea me prepararon un pescado: ! Un cabracho. Santo cielo, como estaba el dichoso cabracho. Sólo lo había comido así en un restaurante de los de "Pasta" en Finisterre (El Tirado do Cordel). Mi pareja también quedó flipada con sus garbanzos con setas y boletus y su filete de vaca vieja a la parrilla. Los postres no son su fuerte. La próxima vez que vuelva a pasar por la zona de Sayago seguro que volvemos a repetir, aunque sólo sea para saber si fue una casualidad o siguen en la misma línea
Llamo para reservar una habitación y lo primero que preguntan es si es con algún bono, lo cual me sorprende muchisimo. Tras indicarles que tengo un bono de cofrevip me dicen que para es fecha están ocupados. Les digo que me da un poco igual el día pues ahora mismo dispongo de tiempo y me dicen que toda esa semana están completos. Les pregunto por alguna fecha en Noviembre y lo mismo. En Diciembre tampoco. Con un tono un poco chulesco me reconoce que tienen solo alguna habitación para estos programas, es decir que no les da la gana darte la habitación, se ve que no les sale rentable. Lo que no entiendo es porque salen en este programa, sino les interesa nadie les obliga.
Desde el primer momento el propietario nos hizo sentir como en casa. Menú de fin de semana con platos tradicionales con una calidad extraordinaria. Relación calidad/precio muy buena. Seguramente volveremos. Muy recomendable.
Buena gente y buena comida. El hotel tiene una buena relación calidad-precio. Sin problema para dejar la moto/coche pegado al hotel. Recomendable sin duda.
Pasamos de camino y paramos a comer. Muy buena atención y servicio. El camarero/dueño nos atendió de forma impecable y nos asesoró con muy bien tino. Nos explicó las características de su vino y licores. Tuvimos una conversación muy amena y divertida. Para volver desde luego.
Estuvimos el viernes comiendo. Teníamos prisa por el barco, una pena no haber disfrutado más las albóndigas y su salsa! Comida auténtica casera que ya no se encuentra, membrillo y café de puchero. Y la simpatía del camarero. Gracias!
El hotel sencillo, como sus propietarios, buena gente y muy cariñosos y muy amables, cocina casera hecha con cariño y muy rica, nos hemos sentido super agusto, gracias, y el entorno espectacular!
Tras contratar una noche con Smartbox, me envían un correo exigiendo que contrate dos noches adicionales o que anulan mi reserva. Contacto con Smartbox y me confirman que esa cláusula no existe ni es la firmada entre Smartbox y el establecimiento colaborador. Tras contestarles que no puedo reservar esas dos noches adicionales me cancelan la reserva sin volver a ponerse en contacto conmigo ni darme ninguna otra explicación. En el teléfono de contacto del Hotel contestan de mal humor y diciéndome que he llamado a un número equivocado pero que "conocen" a los dueños y que les pueden informar. Desde luego, agradezco no haber podido alojarme en este Hotel. Muy poco recomendable.
A pesar de haber reservado a través de una caja de Smartbox de 1 noche, donde el establecimiento estaba disponible, recibo llamada del hotel para indicarme que el mínimo son dos noches.
Al explicarle que su establecimiento está disponible en un producto de una noche, la unica explicación que recibo es "Esto es una empresa y Smartbox es otra, y el mínimo son dos noches". Todo ello, en un tono poco comprensivo con la situación, e incluso un poco altivo.
Es cuestionable que la empresa no se haga responsable de dónde y cómo distribuye su producto, pero mucho más de que, pese a los errores (que pueden ocurrir) la posición sea de inflexibilidad.
Seguro que el hotel es una maravilla y el servicio es estupendo, pero sintiéndolo mucho, no pasaré ni dos, ni una noche.
Hotel rural. Propietarios muy amables y te ayudan y asesoran. A destacar productos naturales de cercanía o caseros como los tomates, gallinas, huevos, mermeladas y licores. Habitaciones muy pequeñas. Pasillo muy estrecho. Desayuno en bar a parte a unos 200 m. Comidas y cenas en interior. Fácil aparcamiento.
Soy vegetariano y al fin en Zamora y provincia consigo comer y comida de buenos productos naturales. Gracias. Calidad/precio adecuado y cantidad suficiente como para no pasar hambre en dos dias. Abundante, vamos.
Un excelente trato.la gente q lo regenta encantadores.no esperábamos una cena tan rica y un vino tan bueno. Las habitaciones.solo para lo q son.para dormir Unos productos de su huerto.mermeladas, tomates. Y vino inmejorables Un sitio totalmente reconendable
Muy buen trato. Productos propios y muy bien elaborados en la cocina. Lugar tranquilo, familiar y oxigenado. Pueblo con casas de piedra y con sus huertos particulares divididos por paredón de piedra, o sea minifundios. Recomiendo a todos-as que se den una vuelta por los Arribes.
I called beforehand to check for availability for a couple with a 1.5 year-old baby. I was told there was no problem. Once we got there, we found out that there was not mobile network, Wi-Fi only worked in some places, no payment by card was accepted and there was no-one there in the hotel at all times. We needed a microwave and there was none either. And the bedroom offered was way to small even for two people to breathe. No Air-con and no protection against mosquitoes on the windows. Whenever I asked for a favour, like keeping baby food in the fridge or warm some milk, I had to cross the road and walk to their bar from my bedroom. And their looks were never nice. We got to switch bedrooms to a bigger one and that was fine, though, but also it was such a big deal. Then, menu options were reduced and really expensive for what it was. In the surroundings there is no place to stay outside to rest, breathe or enjoy the view. There is nothing for children and it is not adapted at all. Very poor quality for money. Instead of staying 4 nights, we spent one and left.
Sin duda, el lugar ideal para pasar un rato agradable con amigos o familiares. Trato exquisito, precio muy asequible. Comida casera muy sabrosa. Javier muchas gracias por tu hospitalidad. Volveremos pronto.
Este fin de semana he estado con mi marido, mi hermana y mi cuñado disfrutando de la zona de los Arribes del Duero, más concretamente de Moralina y sus alrededores, y gracias a Sofía y Javier y sus recomendaciones con las excursiones que podíamos hacer, han sido dos días estudupendos. El trato ha sido excepcional, haciéndonos sentir como si estuvieramos en casa. Y gracias a Sofía por ofrecernos platos que en la vida hubiera pensado probar). Super rico. Un saludo Begoña!
Nos alojamos dos noches, del 15 al 17 de mayo de 2021 a través de smartbox. No resultó lo que esperábamos. Nos cobraron 40€ adicionales por la habitación sin darnos una factura. Y ahora mi sarcasmo y yo nos vamos a quedar a gusto: el importe pagado adicionalmente fue debido a un suplemento de 20€ por noche, porque nos tenían que dar una habitación con ducha de hidromasaje, ya que 'no les quedaban habitaciones de las normales'. Allí sólo estaba nuestro coche. El último día apenas salía agua de la ducha, difícil ducharse e imposible para lavarse el pelo con melena corta. La primera noche cenamos allí por el 'módico' precio de 19€ el menú, muy mal servido: el hombre traía los platos con los dedos casi metidos en la comida. No se calla ni debajo del agua, me resultó incómodo y poco soportable, lo más repetido eran sus productos: todos ecológicos, aunque yo no vi ningún sello que lo acreditara. Para desayunar nos pusieron mermeladas 'caseras y ecológicas' y con una pegatina con fecha de 2017, como la que yo pongo al envasar algo en casa. Al marcharnos pedimos la cuenta que resultó ser un papel escrito a boli ¿Para qué están las facturas? ¿No serán ecológicas? Como estaba de vacaciones y no tenía ganas de ponerme de mal humor pagué y nos fuimos, solo comentando la escasez de agua que habíamos sufrido esa mañana, ni una disculpa, entiendo que tampoco son ecológicas. La habitación no estaba sucia, la tv era de 14" tipo hospital. Las estancias comunes estaban abandonadas y sin usar. No volveré y os recomiendo buscar otro alojamiento y/o restaurante. No me parecieron limpios ni en el bar ni en el restaurante. Eso sí la web la tienen trabajada, de 7 fotos que tienen, 4 no nos encajan con lo visto allí. Me sentí estafada y me parecieron unos sinvergüenzas. Nos hemos puesto en contacto con smartbox para informales de lo sucedido.
Reservamos una noche a través de una caja regalo (No tuvimos problema a la hora de reservar). Al día siguiente, recibimos una notificación de los dueños del hotel, que debemos tener una estancia mínima de dos noches (en ningún momento aparece este requisito en la política de reserva). Ante este hecho, llamamos a atención al cliente de la caja, los cuales, muy amablemente, nos explicaron que, efectivamente, la estancia mínima de dos noches, NO era una de las condiciones que tenían acordadas para la caja regalo y que lo iban a solucionar para que respetaran las condiciones de reserva (ese mismo día recibimos un correo confirmándonos esto). La noche antes de la reserva (viernes a las 20 horas), recibimos una llamada de los propietarios del hotel, informándonos que tenemos que pagar un suplemento de 18€ por la habitación, puesto que no les quedan habitaciones con las condiciones de la reserva (sorpresa la nuestra cuando miramos en internet, puesto que quedaban y ofertaban habitaciones con las condiciones de nuestra reserva). Argumentamos todos estos hechos a los dueños, a través de una llamada telefónica, los cuales mostraron en todo momento una actitud irrespetuosa. Ante esta situación, verbalizamos a los dueños que, al día siguiente pediríamos las hojas de reclamaciones para poder informar de esta situación (los dueños, en todo momento, se negaron a la entrega de las mismas). Finalmente, los dueños nos cancelaron la reserva.
Una vez más, un rincón acogedor y magnífico donde comer y compartir con una calidad excepcional, tanto por la comida como por el trato y la pasión por el oficio bien hecho! Hasta pronto!