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Haciendo ruta en caravana paremos para comer ,comimos unos callos buenísimos pero ala hora de pagar el precio no correspondía con los precios de la carta y resulta k tiene el IVA a parte y sale reflejado al final de la carta cosa k no ves por k está en pequeñito
Hicimos un alto en el camino a la ida y otro a la vuelta. Nos tomamos un vino con unas tapas. Todo rico. El vino excelente, buena temperatura y de calidad, el queso curado de oveja de calidad suprema y el resto de las tapas también ricas.
Genial, comida rica, buenos postres atención amable (aunque un poco lentos en el servir), al lado de la salida de la autovía.un acierto de parada a comer cordero y cochinillo
Paramos para tomar u café por que íbamos en ruta y terminamos cenando por la amabilidad y la atención maravillosa, la comida exquisita, y para la calidad del producto no fue nada caro, un precio muy justo.
Aunque lleva muchos años abierto, nada que ver con lo que era antaño. Es un "quiero y no puedo". Asar asan, pero no está rico. Las piezas son de animales grandes y por lo tanto no gusta. Teníamos ganas de probar este restaurante pero no creo que volvamos. Además, no es nada barato. El jefe ha de esmerarse un poco más, los camareros también, no se puede estar corriendo "como pollo sin cabeza" por el salón entre los comensales.por decir solo un detalle. Tampoco me gustó que recogieran los vasos metiendo los dedazos en el interior de los mismos, delante del público es una auténtica guarrería.
Decidimos parar hay en el trayecto del viaje, pasando por alto las malas reseñas que habíamos visto. Al llegar el trato fue inaceptable, con las mesas vacías, empezaron ha ponernos malas caras, hablando de manera no muy correcta, hasta que al final nos invitó a irnos la camarera. Muy desagradables. El restaurante se notaba que le faltaba limpieza. No lo recomiendo para nada.
El trato es pésimo, llegamos con el bar vacío, preguntamos para comer 6 personas y un perrito y desde el primer momento la camarera nos puso muy mala cara, bastante desagradable ella y la situación. Restaurante poco cuidado, bastante sucio y muchas moscas en el interior. No lo recomiendo para nada.
Atención camarero coordial, la comida de los dos comensales dejaban mucho que desear, sopa de cocido que menos sopa era todo.un filete de ternera aliñado con aceite cruda por encima para tapar el olor y el mal sabor del mismo, la miel de la cuajada caducada. Y por último el café malísimo. Los precios están puestos SIN IVA, nada baratos. En resumen nos hizo pasar la tarde en el baño.
Nos llamó la atención x ser un restaurante de carretera en ruta y ser asador (perfecto, pensamos, comeremos bien). Comida correcta, escasa y muy caro. Dos euros x encima de lo que marca la carta y de la bebida ni hablamos, 3'30 cada tercio de cerveza, igual el agua. No creo que cobren eso a los lugareños, xq yo eso no lo pago ni en Ibiza y somos de las Baleares. Lo de tener un altar a Franco en el comedor, pues eso es otro tema.
Servicio y comida de 10! Hemos estado sin hacer reserva y la verdad que la atención a estado de maravilla y la comida también. Muy recomendable! Volveremos seguro!
Paramos a tomar algo, el trato bueno, me pedí una tortilla de patatas no era del otro mundo pero se dejaba comer, un poco lentos en servir el pincho, no me pareció tampoco barato para la calidad que tenía, tiene buen aparcamiento amplio, el bar está bastante limpio.
La comida está bien, algo cara para lo que ofrece; la decoración. Depende del gusto; para mi debería de estar prohibido tener un altar de un dictador en un sitio público (en el comedor). Por cierto, de 4 comensales, 3 con diarrea y comimos y bebimos cosas diferentes cada uno. Casualidad?
He vuelto para el puente de la Constitución tres años después y uno se alegra de ver que las nuevas generaciones siguen mejorando el local, los hijos de Jorge, Jorge y David, siguen la tradición familiar con la misma entrega, diligencia y buen hacer. Estos grandes profesionales hacen de la comida un placer para los sentidos. La materia prima inmejorable, el trato cordial y el cálido local hace obligatoria su visita. Sin duda uno de los mejores asadores de Salamanca. MUY RECOMENDABLE
Parada desde autopista en un viaje. Tiene para aparcar bien y terraza decente. La parte mala. Tardanza importante en atender, pedimos un pincho de tortilla y venía con pelo dentro. Después de haber comido casi toda la tortilla encontrarse eso ya tira por tierra cualquier opinión positiva. Aparte del pelo no estaba buena, demasiado salada. Bastante desagradable en general. No era caro.
Siendo yo del Sur, se agradece y mucho buena comida de Leña (solomillon, cochinillo y pata), con calidad-precio y atención amable de todo el personal. Recomendable.
Desde luego un local bastante curioso. Llegamos y nos sentaron delante de un altar al generalísimo. Nos sorprendió bastante la bandera con el aguilucho y la otra bandera con el símbolo de la legión. Un lugar de comidas no debería, a mi parecer, estar decorada con ideologías políticas y si me apuras mucho menos con esas. Pero a parte de eso el trato no fue malo. Era una parada de viaje y nos atendieron bastante rápido (aunque también estábamos solos en el restaurante). La comida de la carta no incluye IVA, lo pone en pequeñito pero si no cuentas con ello te llevas un susto. Las comidas las trajeron a destiempo, éramos bastantes y algunos acabaron de cenar cuando a otros aún no les habían puesto la comida. Tengo la sospecha de que ciertas bebidas (refresco) eran de grifo, o incluso de botella grande, porque las trajeron en el vaso. El pan estaba duro y la comida bastante salada. Es un sitio que podría tener reseñas micho mejores si supieran gestionarlo bien.
Pedimos de comer carrillera y bacalao. El bacalao no es que no estuviese hecho es que estaba malo y carrillera hemos comido muchas mejores. Precio desorbitado por eso y dos Coca Colas porque encima el precio de la cuenta no correspondía con el precio de carta. Pésimo lugar!
Paramos aqui por las reseñas que tenía y por su cochinillo asado. Al llegar, sin preguntar nos pasaron a un salón comedor y nos trajeron la carta. No habia menú del día aun siendo entre semana. El trato detestable, la comida no estaba mal pero el sitio lo estropea el trato tan rancio del camarero el cual parecía que le estábamos haciendo un castigo por entrar a comer. Los postres "caseros" cuestionables. No repetiría.
Buen sitio para parar a comer, con buena comida hecha de firma tradicional en horno de lumbre y un mejor trato del personal. La espera se hace amena y no se tiene porque esperar en demasía (al menos cuando yo fui). El restaurante se encuentra situado el municipio salmantino de Calzada de Vanduciel, justo en la entrada del pueblo, en el tramo de lo que es la antigua nacional 630 que une las ciudades de Zamora y Salamanca, siendo el último pueblo de ésta provincia antes de entrar en la primera y junto también a la Autovía A-66 o de la Vía de la Plata que une Asturias y León con Extremadura y Sevilla. El pueblo de Calzada de Vanduciel pertenece a la comarca de la Armuña al noroeste de Salamanca y destaca por su pasado romano, ya que en la villa podemos encontrar varios vestigios de esta cultura como los restos de un miliario junto al río Vanduciel o la Cisterna o Fuente que encontramos nada más entrar en el pueblo y en el que se puede apreciar una estela funeraria con lo que parece una mujer. Calzada tiene, al menos en lo que se refiere a la vía que le presta el nombre, una historia de miles de años, desde las poblaciones protohistóricas, pasando por vacceos y romanos hasta el día de hoy. La denominación tradicional de las vías romanas ha sido calzada y este municipio no es una excepción: por aquí transcurría el Iter ab Emerita Asturicam, más conocida como Vía de la Plata o Ruta de la Plata. Este importante eje estructurador ponía en conexión a Mérida con Astorga y su entorno minero. Además de toda esta información que hace mucho más atractiva la parada en este lugar, cabe destacar que este restaurante no es la única opción para comer en el pueblo, ya que se pueden hallar otros locales hosteleros.
Un jueves a eso de las 11 de la mañana paramos a repinee fuerzas de un viaje largo con intencion solo de beber algo, imposible llegar a un sitio tan acogedor y aquel expositor abundante, variado. Pedimos refrescos una tapa de tortilla normal y otra de tortilla en salsa de carrillera. IMPOSIBLE OLVIDAR ESOS SABORES Y ENCIMA A BUEN PRECIO Y UNTRATO Y UN AMBIENTE EATUPENDO! NO OS LO PERDAIS SI PASAIS POR AHI!
En mi humilde opinión me parece exagerado el precio, pero bueno al ver que no tenía menú diario era de esperar. Del resto muy bien no puedo decir nada malo.
Fuimos de paso de Vígo a Caceres y paramos a comer algo, no teníamos reserva por lo que tuvimos que comer en la barra a base de tapas y raciones que estaban muy buenas y contundentes por muy poco dinero. El restaurante es un tanto peculiar, al igual que los camareros, atentos pero fríos como la gente de la zona. Recomiendo este lugar aunque no tengáis reserva.
La verdad que el sitio parecía agradable y había ambiente. Al sentarnos en la terraza ya que tenemos una perrita, nos dijeron que en la terraza no servían de comer, cosa que no nos importó, puesto que queríamos algo rápido para comer y seguir el camino a casa, asumiendo que nosotros mismos sacaríamos los bocadillos o tapas frías que nos ofrecieran, cosa que la camarera tubo que preguntar si podíamos sacar la comida a la terraza, En la cual había gente consumiendo bebida con sus respectivos pinchos. Finalizada la conversación con la venia de dejarnos sacar a su terraza la comida, esperamos a ser atendidos, viendo cómo a otras personas que se acercan a la barra son despachados antes, dejándonos en segundo lugar con el pretexto de que que hay mucha gente y poco personal, cosa que el tiempo de espera no nos importaba, pero si el atender a otros cliente que llegaron despues. Y con esta decepción. Nos marchamos.
Atención pésima.muy lentos nos tuvimos que ir sin terminar de comer porque no nos atendían no lo recomiendo. La tarta de queso quemada, el entrecot de lo peor.
Restaurante anclado en el pasado. A 100m de la autovia no tienen menú del dia, sólo carta y subidita de precio. Un Aquarius, un café con leche, un picho de tortilla y una ración de queso (demasiado curado) 18€. Desde luego, no volveré. Suerte.
La comida muy buena, y el trato también. Lo que no nos ha gustado es que los precios en la carta vienen sin IVA, aunque lo pone en la carta, pero tenemos entendido que eso no se puede hacer. Salvo por ese detalle, totalmente recomendable.
Experiencia pésima que no recomendaría jamás. A parte del trato despectivo del personal hacia nosotros, la comida deja mucho que desear; del tostón que nos han puesto en mal estado mejor ni hablemos, y la factura desorbitada. Una decepción en toda regla.
La comida estaba bien, normalito pero la maruja fue un escandalo en precio, todos sabemos que no es una verdura ni mucho menos cara ni barata, algo que se coge en el campo y nos cobran 17,50 por una ensalada que lo único que llevaba era maruja un machaito de ajo y un gajo de naranja muy finamente picado. Vamos un restaurante al que no volveremos, caro para lo que cominos
Las tapas en general las que probamos muy ricas pero en cuanto a protección del Covid muy escaso las tapas están sin protección al lado del público que está comiendo con lo cual si alguien al quitarse la mascarilla tose o estornuda iría todo a parar encima de los alimentos, el camarero que nos atendio estaba quitando y poniendo la mascarilla cada vez que entraba en la cocina, no recomiendo por salud acudir a este meson
La peor experiencia en un restaurante por llamarlo de alguna manera. Camareros que tienen de todo menos ganas de atenderte, la comida penosa, dentro del local había un olor horrible y tienes que llevarte las consumiciones a mesa. Que no se os ocurra pedirle cambiar la coca cola de botellín por una de bote, que les queda una cara. No volveré y no recomendado.
Pedimos mesa para comer, nos dice que en 20 minutos pasa más de media hora y nos dice que no hay mesa. Nos fuimos sin comer, y es que ya las horas que eran no podíamos encontrar en otro sitio. A no ser un mcdonald
El trato que nos dispensaron fue de lo más desagradable, ni siquiera nos saludaron al entrar. Les preguntamos, después de un rato esperando sin que nadie nos atendiese, sí podíamos cenar y nos señalaron de mala gana la barra, diciendo que lo único que había era lo que podíamos ver allí (a simple vista no había nada apetecible). Eran las 21.00 h. Y había más gente, poca, pero había. Por lo tanto decidimos irnos y no perder tiempo y dinero en ese lugar.
Uno de los peores restaurantes en los que he estado. Decoración horrorosamente feo y anticuada. Muy caro y poca calidad. Paramos a comer porque no habia otro sitio cerca. No repetiré nunca.
En mi pueblo un bocadillo especial de pollo, con ensalada, huevo quedó y bacon te cuesta 2,90 un aquí pan con pechuga de pollo sin más 5 euros.nada más que decir
28/08/2021. Atención pésima. Nos hemos sentado en la terraza y hemos tenido que traer a mesa nosotros mismos lo que hemos pedido, posteriormente SI han servido a lo que parecían clientes habituales. Por otra parte, lo torreznos estarían hecho desde no se cuando. Eran incomible, no se podían romper ni aún pisando los. Una desilusión tremenda. Esta claro que no será un lugar que aconseje.